Autobiografía para entender algunas cosas

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Debby era una chica bastante extrovertida para muchas personas, pero ella no pensaba lo mismo de sí misma. A Debby le gustaba leer, escuchar música, navegar por las redes sociales y estar en familia.
Estaba a sólo días para terminar sus estudios medios, por lo que debía decidir pronto qué estudiar, y aunque todavía no lo tenía claro, ella sabía que su pasión eran los libros. Días más tarde, tras una conversación con la bibliotecaria de su colegio para saber qué había estudiado ella para estar ahí, un profesor intervino para acotar "Esa carrera es Bibliotecologia", y ya con una idea más clara, Debby en su siguiente cita con su Educadora Diferencial, Marjorie Lara, se pusieron a trabajar en pos de esa meta.
Fueron varios días de búsqueda de información, lugares dónde poder estudiar, aranceles, y un sin fin de preguntas que contestar, hasta que dieron con dos opciones, el plan A y el plan B.
Y fue así, como llegó el fin de año, la esperada graduación y fiesta de gala.

Una semana después de la salida de clases, Debby no se quedó en casa y comenzó a trabajar en una tienda de retail, por lo que unos pocos días después tuvo que pedir permiso en su trabajo para poder rendir sin problemas la PSU. Estaba tan enfocada en esto, que nada la interrumpía, ni las redes sociales, ni las reuniones familiares, nada de nada. Pero lamentablemente, esto no bastó, sus resultados no fueron lo suficientemente buenos para poder entrar a la universidad que ella quería. Pero como dije antes, había un plan B, así que no se desanimó, habló con su Educadora Diferencia, Marjorie, que luego de salir de la escuela se convirtió en su mejor amiga, y comenzaron a trabajar en el plan B, por lo que Debby pudo entrar a estudiar la carrera que ella quería en un instituto profesional y además tenía trabajo. Cualquiera diría que tenía todo lo que necesitaba a su corta edad, pero ella no lo sentía así. Algo le faltaba, o eso creía ella.
En el trabajo, conoció a una chica , la que se convirtió en su mejor amiga, Camila. Con ella compartía sus pasatiempos más entretenidos, salían a comer juntas, subían el cerro, iban a diversas bibliotecas, ferias del libro, museos, entre otras cosas, pero Debby seguía sintiendo que algo le faltaba, ¿qué podía ser aquello?.
Una noche, luego de llegar de sus clases, Debby hizo lo que acostumbraba a hacer, se sacó el maquillaje, se sacó la ropa, se dio una ducha, y se fue a su cuarto. Luego de unos minutos pegada mirando el techo, sin pensar en nada concreto, tomó su celular y comenzó a navegar por sus redes sociales cómo de costumbre. Sus excompañeras y excompañeros de clase, publicaban fotos con sus parejas y comenzaba a entender que era lo que le faltaba.
Investigando encontró una app llamada "Tinder", (Tinder es una aplicación de citas, encuentros e incluso se le puede considerar como una red social, con ella puedes chatear y conseguir una cita con personas con quienes existe gusto en común o entre quienes se han seleccionado mutuamente.) La instaló y comenzó su búsqueda de citas. Encontró, chicos guapos, chicos no tanto, chicos que concordaban con sus gustos, otros que no, otros que sólo buscaban sexo, pero Debby ni siquiera había dado su primer beso, lo más cercano a una relación amorosa, fue cuando su mejor amigo del colegio Cristian León, le pidió que fingiera ser su novia por redes sociales para que otra chica lo dejara de molestar. Así que esto de buscar novio por este medio, no estaba funcionando, y siguió su rutina de estudios, trabajo, salidas con su amiga Camila, reuniones familiares y así por mucho tiempo.
Pasaban y pasaban los días y uno de estos, entró a la app y vio un mensaje de un Chico que le llamó la atención, era el primero que no le ofrecía sexo, y que para ella era guapo y compartían gustos muy parecidos.
Su nombre era Félix, y de verdad era interesante. Hablaron por chats mucho tiempo, quizás un poco más de un año, pero lo suficiente como para que los dos se dieran cuenta que se sentían atraídos el uno del otro, y para que Félix, tomara la iniciativa y la invitara a salir.

 Hablaron por chats mucho tiempo, quizás un poco más de un año, pero lo suficiente como para que los dos se dieran cuenta que se sentían atraídos el uno del otro, y para que Félix, tomara la iniciativa y la invitara a salir

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