Uno

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La música de aquel radio inundaba toda la habitación y posiblemente, toda la casa. Mis manos dolían de tanto forzar mi escritura. Una gran cantidad de papeles habían por cada rincón de la habitación. Una horrible jaqueca se hacía presente. Frustración y un dolor (tanto emocional como físico) era lo único que podía sentir. Pero todo aquello fue olvidado por unos segundos, cuando sonó fuertemente el sonido de un teléfono antiguo que yacía en una de las mini mesitas que tenía.

-Aish... - Con una enorme pereza, me levanto de aquel escritorio en busca de aquel teléfono que se encontraba en otra mesita cerca de mi cama.

-¿Qué? - Contesté de aquella manera, un poco inrritada.

-Pero que manera de contestar, lalice. - Una voz muy conocida se escuchó de el otro lado de la línea.

-Minnie... - Suspiré aliviada, como si realmente me alegrara oír su voz. -¿Conseguiste lo que te pedí?

Se pudo escuchar un gran y profundo suspiro.

-No te va a gustar lo que averigué. - Dijo en un tono alarmante.
¿Qué podría pasar? Al fin y al cabo, no soy una persona de molestarse por cualquier cosa. ¿Qué cosa podría ser para hacerme molestar?

-Dime de una buena vez. - Dije empujandome a mí misma sobre mi cama.

-Al parecer está saliendo con otra chica.

***

Guardaba como loca cualquier ropa que encontraba en mi armario en aquella maleta. Mis acciones era tan rápidas que Minnie no podía calcular la velocidad suficiente para detenerme.

Mi corazón iba a explotar. Una gran presión en mi pecho se hacia cada vez mas presente.

-Debes calmarte, Lisa. - Dijo aquella castaña en un intento de agarre. Su semblante representaba preocupación y no podía culparla, yo jamás tomaba este tipo de actitud.

Intenté soltarme de aquel agarre, pero aquella lo evitó dandome un medio abrazo.

-Tranquila... - dijo ella.

Cuando sentí sus manos acariciar mi espalda, como si fuese aquello que tanto he estado necesitando, lagrimas comienzan a salir desesperadamente.

-Esto no se va a quedar así. - Dije en un susurro acompañado de un sollozo.

Ella retira sus manos de mí, para que acto seguido agarrara mis hombros mientras me miraba con confusión.

-¿Eres consciente que aquello es una locura? - Frunce su entrecejo, podía sentirme regañada frente a sus ojos. -Dime ¿Qué piensas hacer en corea?, ¿Qué explicación le darás a tus padres?

Aquello dicho por ella, mas que todo podía hacerme reflexionar de lo que estaba a punto de hacer. Pude darme cuenta que era una persona tan emocional y muy dependiente a sus emociones, ¿Por qué me permitía ser así?, la respuesta es sencilla; desde que aquel sujeto tan enfermizo llegó a mi vida, me volví un ser masoquista y sediente de amor correspondido.

"Queremos lo que no tenemos"; aún no puedo encontrar fallas en aquella frase tan lógica. Y en mi caso, lo que quería y anhelaba era a él; aquel que se había cansado de mí y decidió salir con otra.

Después de analizar correctamente las palabras de mi única y mejor amiga Minnie, pude entrar en razón y evitarme a mí misma seguir cayendo tan bajo frente a los ojos de aquel chico con facciones perfectas.

Una regadera; podría describirme perfectamente en esos momentos.

-No lo comprendo. ¡No lo comprendo! - Exclamé muy exaltada, con un gran dolor en mi pecho, no podía parar de llorar. Me repetía una y otra vez a mí misma, golpeando mi pecho.

-Ya basta, lisa. Deja de humillarte de esa forma. ¿Cuando vas entender que aquel tipo no te merece? - Se notaba su tono exaltado, pues era mas que obvio que ella detestaba verme en ese estado.

***

Minnie siempre se ha caracterizado por ser una persona cálida. Ella no descansó hasta verme a mí dormida y calmada de aquella situación que había pasado.

Al parecer se confió. Confió que había entrado en razón y que no cometería Aquella locura, pero se equivocó.

Mis maletas habían terminado de ser empacadas, y decidida de aquello que iba a hacer, me marché en busca de una explicación.

En busca de TaeHyung.

'Una carta de mí para ti' | TaeLiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora