daddy issues. §Min Yoongi§

11

Mire el techo de mi habitación sin saber que hacer. Me removí mientras me acordaba de lo que había pasado

Comencé a mover mis labios torpemente siguiendo su beso, su mano comenzó a acariciar mi cintura haciéndo movimiento circulares. Me acerque mas a el buscando saborear mas sus labios, sus manos de mi cintura pasaron a mis glúteos y cuidadosamente me sentó arriba de el. El beso paso de ser dulce a ser agresivo y rápido, sentí la presión que se ejercía en sus pantalones así que me puse un poco nerviosa. Antes de poder hacer algo más tocaron la puerta.

Sonreí como boba y di media vuelta a la cama. Mi celular vibro sobre la mesa de noche, lo tome y abrí el mensaje. La sonrisa desapareció en su totalidad y fue remplazada por molestia.

Mamá
Quiero verte ¿puedes
venir a casa algún día?
10:27pm

Suspire, antes de responder fui a la habitación de yoongi y toque su puerta, como no escuche respuesta pase y lo vi acostado, me senté a lado de su cama y el me miró.

—¿Que sucede? — me pregunto casi en susurro. Desbloquee mi celular y se lo di. El lo leyó y su reacción fue la misma que la mía — ¿que no se cansa de buscarnos? Pensé que ya había entendido. —Se sentó y tomo su celular, me imagine lo que haría así que detuve su mano.

—Quiero ir a recuperar a Min holly — hable, el me miro y abrió un poco los ojos —la extraño y se que tu también y quiero ir por ella. — suspiro y al rato asintió. Se volvió a acostar y lo hice con el.

—¿cuando quieres ir? — suspire, no lo sabía.

—lo que queda de la semana estoy ocupada con los proyectos de la escuela ¿puede ser la siguiente? — asintió, se giro hacia mi y me abrazo, yo correspondí y me acurruque a su lado. 

Di que eres mía  

¿Acaso se acordara? Me vería como una estúpida si le decía algo sobre aquello porque digo, es mí papá. Esta mal que me guste mi papá pero si esta mal ¿por que no me he obligarlo a dejarlo de lado?  No puedo, es obvio que no puedo. Definitivamente había algo que no deja que mi cabeza parara de dar vueltas ¿que hubiera pasado si no hubieran tocado la puerta? En aquel momento tan caliente, tan intimo, tan de nosotros. También me golpeé mentalmente, es obvio lo que hubiera pasado.

—Bueno, creo que iré a dormir, me espera una muy larga semana y un fin de semana pesimo hable mientras me levantaba lentamente de la cama. Mi papi al escuchar lo ultimo fruncio el ceño sin abrir los ojos. 

—¿Fin de semana pesimo, cariño? — 

—sip, creo que sera mejor que vea por ultima vez a la vieja loca en fin de semana, ya sabes, para no atrasarme en trabajos — el se quedo serio un momento, abrió los ojos lentamente mirándome como si ya supiera donde se encontraban la ubicación de mis ojos. Sentí un calor en mi pecho manifestarse ante ese gesto, me encantaban sus ojos y el que me mirara, uff, hacia explotar el cuerpo en millones de cosquilleos.

—¿Estas segura mi vida? — colapsé

—sí, creo que sera lo mejor —

pasaron los días y rápidamente llego el fin de semana, mi papa me llevo hasta nuestra antigua casa. Estaba tal cual como la habíamos dejado. Antes de que pudiera salir mi papa me tomo de la mano 

—¿Quieres que me quede?— sinceramente quería restregarle en la cara a mi mama que ahora mi papa era solo mio, así que sin pensar tanto asentí. El bajo sus cosas junto a las mías y entramos, la casa increíblemente estaba igual a como la dejamos, era sorprendente ver como las cosas podían permanecer casi intactas a pesar del paso del tiempo ¿como me sentía? era extraño, un sentimiento que mezclaba melancolía, emoción y ¿miedo? increíblemente así era. El miedo me carcomía viva pero no sabia el porque, o tal vez si la sabia pero quería ignorarlo, ignorar el hecho que mi miedo era lo que sentía mi papá todavía por mi mamá, si es que sentía algo todavía.

caminamos hacia la puerta y ni siquiera tocamos, abrimos y pasamos sin antes quitarnos los tenis en la entrada y ponernos las que antes eran nuestras pantuflas. sí, también eso seguía ahí. seguimos avanzando para después darnos cuenta de que no había nadie en la casa, así que sin mas fuimos al que era mi cuarto y pusimos las maletas en un lugar, después me tire en la cama y mi papá a un lado mio, quedamos muy pegados tomando en cuenta que la cama era individual. abrumada y con el corazón a mil por las emociones antes nombradas me voltee quedando enfrente de yoongi, lo cual me hizo enrojecer. ¡Dios mio! es perfecto. Llore. Era tan hermoso y verlo existir  me llenaba de vida, y más que llenarla me daban ganas de vivir, así me sentía cada que lo miraba, mi corazón explotaba en millones de sentimientos, algunos muy nombrados y  otros indescriptibles, algunos muy santos y otros no tantos, de lo único que sabia es que inevitablemente me gustaba mucho, y cada día me gustaba un poco más. lo que vivo todos los días es una constante lucha interna que me obliga a idolatrar cada uno de sus poros, su sonrisa y el increíble dulce sabor de sus labios, en pocas palabras me fascinaba.

sonreí ante mis pensamientos cursis y no me resistí a abrazarlo, el no puso resistencia por lo cual me acomode para quedar acurrucados uno contra el otro, al poco paso del tiempo me di cuenta que los latidos de su corazón fueron pausándose cada vez mas hasta que quedaron muy calmados, conocía muy bien la razón, se había dormido. Así que sin más demora yo me dispuse a hacer lo mismo, quedando profundamente dormida. 

Me levante exaltada y no supe porque, al hacer el movimiento brusco alerte a mi papá que en seguida abrió los ojo me miro preocupado 

—¿Estas bien? — con una mano toco mi cara y yo no pude evitar poner mi mano sobre la suya disfrutando del tacto de su cálida palma en mi mejilla. Me tranquilice. 

—sí, no se que paso, estoy bien — sonreí, el también lo hizo levemente, el medio sonrió de vuelta, al percibí que la casa seguía demasiado silenciosa por lo que supuse que la señora no había llegado, me quite de los brazos de mi papá y baje a echar un vistaso, y como predije, nada. mire hacia atrás y me di cuenta que se me había quedado viendo yoongi desde el barandal de las escaleras. Algo nerviosa por su mirada me dirigí a la cocina donde abri el refrigerador buscando que habría de comer, ya que bueno, hacía hambre y sí me seguía viendo así consideraría sus labios como mi cena. Saqué lo necesario para hacer arroz frito, al terminar pusimos los platos y mos limitamos a comer mientras conversamos, pero de repente se abrio la puerta mientras se escuchaban risas. Yo y mi papá miramos la entrada extrañados y apareció mi mamá quitandose la ropa junto con un hombre, antes de que subieran me aclare la gargata captando su atención.

—Veo que no has perdido el tiempo señora sang —mormure. Su cara se prendió en un color rojo y después miro a mi papá, esperando a que le dijera algo, lo mire pero su expresión no transmitía nada, ni siquiera tristeza, sonreí y mire a mi madre. Sera una divertida velada.