Capitulo 3 "Jamas estaría contigo"

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Muchos piensan que el dolor te hace más fuerte, te ayuda a superar los obstáculos, pero no piensan en que también te puede desquiciar, trastornar y hasta crearte una pasión por algo que en muchos sentidos no califica como "bien", y yo soy prueba de eso. Sadismo, si, esa es la palabra, excitación, también lo podría tomar como calificativo.

El se paseaba meditabundo en su cuarto situado en un sucio vecindario lleno de antecedentes de asesinatos atroces, estaría loco refugiarse ahí, pero era parte de su plan. Se detiene a mirar por la ventana, el marco de esta era de madera ya podrida por los años.

¡Pocilga!

Pensaba mientras paseaba con desdén en la pequeña habitación. Tenía sed de sangre, de escuchar crujir huesos al quebrarse, la sangre que salpica su cara y ese exquisito olor, el aroma a la rendición, a darte por vencida y con remordimiento de no poder hacer muchas cosas, con un toque de desesperación. Su última víctima lo había dejado con ganas de mas, había olvidado ese sabor, empujaba su mano una y otra vez

"No he perdido el toque"

Comento para el mismo mientras aferraba su mano empuñada frente a el y veía las cicatrices que la recorrían, cortesía de su última víctima, se había encargado de hacerle pagar por tan desafortunado incidente y sí que lo había disfrutado.

Danielle POV

La estación de policía ubicado al este del estado, era lo que muchos llaman excelente, cada caso caído en nuestras manos eran resueltos en segundo, literalmente. La razón era que siempre tomaban prioridad y existían mentes maestras, dignas de su cargo, dentro de esos agentes especiales estaba yo, demasiado joven para este trabajo, sin embargo había visto lo que muchos solo habían visto en sus pesadillas. Ser policía siempre había sido mi sueño y ahora lo estaba cumpliendo. A pesar de que mi infancia no había sido linda y no tenía nada bueno para recordar, aun creía en el amor. Y el mejor ejemplo de eso era mi nuevo compañero asignado. Andrew Wells era uno de los tipos más fríos que había conocido, pero eso le daba un toque tan misterioso que hacía que llamara mi atención. Quería saber más sobre él y no dejaría que se me escapara, es por eso que agradecí cuando nos asignaron juntos. Al parecer necesitaban a uno sensato y uno espontaneo juntos, excelente combinación si me preguntan. Y ahora trabajamos juntos en la busca de un psicópata suelto en las calles que mata sin remordimiento. De solo pensar en las muertes se me retuercen las tripas de ira, y mientras mas enojada estoy mejor hago mi trabajo, porque me encargo que tengan su merecido.

Andrew POV

-Si señora, entiendo su dolor. Yo también tengo una hermana por la cual ver – Danielle consolaba con sus brazos y palabras a la pobre señora Colling, madre de mi última víctima, mientras yo solo me deleitaba con su dolor y agonía. Me hace recordar a su hija, o más bien lo mucho que disfrute el hacerla sufrir.

-Danielle, solo haz tu trabajo y deja de hacer de psicóloga, estudiaste criminología para atrapar criminales no para consolar a mujeres – mi voz con su infaltable toco egocéntrico que tanto me encanta, pero esta vez con un poco de enojo.-Escúcheme señora, mi trabajo es buscar evidencia, no soportar sus lágrimas. Así que me hace el favor de contestar mis preguntas – la señora solo se me quedo viendo y entre lágrimas asintió.- ¿Dónde estaba usted la noche en la que desapareció Svanah Colling?

-Y-yo...- volvió a romper en llanto, esto ya me estaba cansando – Yo salí, yo... fui a... lo siento, es muy difícil para mí.

-Lo sabemos, tranquila, entendemos lo difícil que es, pero necesitamos su ayuda para encontrar al responsable para evitar que lo mismo les pase a otras chicas – Danielle seguía consolando a la mujer y yo ya estaba molestándome.

-¡Danielle! Creo que debemos hablar sobre tu rendimiento laboral – ella me miro entre indignada y enojada.

-Andrew, hablaremos después, cálmate no te quiero así - ¿estaba desobedeciendo mis órdenes? y más encima estaba ordenándome, esa fue la gota que derramo el vaso.

-Señora Colling, seré breve. Usted es un fracaso como madre, su hija ha muerto y nada de lo que yo haga hará que vuelva, no la puedo ayudar y ya he terminado con usted – sin esperar nada me doy la vuelta y empiezo a caminar.

-¡Andrew! – escuchaba sus gritos molestos mientras me seguía a un lugar menos transitado, hasta que tomo mi brazo y me jalo haciéndome parar.

-¿Qué diablos te pasa Danielle? – me queje, Su rostro demostraba cuan enfadada estaba, pero había algo más, algo que logre identificar como decepción.

-¿Sabes lo que se siente ver como tratas así a una pobre mujer? – me grito con furia, sus ojos empezaron a humedecerse.

Si tan solo ella supiera a cuantas chicas había tratado pero yo no me refería sentimentalmente.

-¿A ti que te importa la forma en la que trato a los demás? – le grite con la misma intensidad que ella. Se estaba metiendo en cosas que no le importaban.

-No quiero que seas así. Tú me gustas... pero no así, no siendo esta persona, jamás creí eso de ti – de sus ojos caían lágrimas.

Estaba sorprendido de su declaración. Pero esto no podía pasar. Así que la mire directamente a los ojos y me asegure de tener toda su atención para que entendiera las siguientes palabras.

-Yo nunca estaría contigo – mi voz sonó despectiva y arrogante, quería que le quedara claro que yo no estaría con ella.

Sus ojos demostraban cuan herida estaba, pero también había algo de enojo, incluso algo mas oscuro, algo como el odio. Y sin decir nada más dio la vuelta y se fue.

Sexy amenazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora