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[TaeHyung]
Todo era frío y tenue, aun que no era capaz de verlo y tampoco sentía aquella humedad del principio.
Pensé que habían pasado años, pues cada minuto que pasaba se me hacía más duro.
No escuche pasos por horas. Ya que lo único que se escuchaba en aquel sitio era el supuesto goteo del agua que caía del techo.
No sentía frío, pero mi torso estaba húmedo, tanto que me dolía. Solo quería salir de allí.

Nuevamente se escucharon pasos, no voy a mentir. Tenía miedo, tanto que cada vez que oía un paso más cerca mi corazón se aceleraba, y por lo tanto, mi respiración también. -Buenas TaeHyung- Una voz conocida rompió el silencio. Aun que aquella voz no pude reconocerla.  - Siento que tengas que estar aquí, pero, me debes mucho pequeño renacuajo- Noté como su mano empujaba mi barbilla, haciendo que mi cabeza se alzara para mirarle, aun que me era imposible ya que yo estaba completamente a ciegas. -No vas a decir nada?- Su mano bajo suavemente por mi torso, yo no pronuncie ni una palabra, ya que un pañuelo la tapaba fríamente. -Bueno, lo haremos por las malas- Su mano ya no tocaba mi torso y sus pies se alejaron unos metros. Acto seguido se escuchó nuevamente sus pasos acercándose hacia mi, supuse que fue a coger algo; y la verdad es que no me equivocaba. Puso algo frío sobre mi torso, estaba afilado y gracias a eso supuse que era un cuchillo, y en efecto, lo era. Lo deslizó con fuerza sobre mi abdomen, dejando brotar la sangre que salía de mi cuerpo.
Quería gritar, salir corriendo lo más rápido posible, pero mi cuerpo estaba en shock. Lo único que este me permitió fue retorcerme de dolor. -Cariño, me lo debes- Esta vez lo Susurro a mi oído, haciendo que mi piel se erizara, ya no sabía si era por miedo o por frío, simplemente se erizó. No dejaba de manosearme en cuerpo, yo sabía que no era algo bueno. Que después de aquella herida habría más, muchas más, y por desgracia fue así. Una tras otra, sin parar.
Estaba cansado y dolorido, todo mi cuerpo dolía. Y aun ni siquiera sabía que había echo -¿Vas a hablar?- Me apuntó con el cuchillo en el cuello, y antes de que pudiera rajarlo, alguien lo paro. -¿Eres estupido? No ves que tiene la boca tapada- Sonó como el chico que había hablado le golpeó alguna parte del cuerpo. Después de sus palabras, se acercó y me quito el trapo de la boca. -¿Q-Quienes sois?- Mi voz sonaba quebrada, pues había estado horas sin hablar y el dolor no ayudaba. Aun no veía, pero al menos me sentía un poco más libre. -Deberías saberlo renacuajo- Volvió a repetir y yo no me contuve -¿Eres imbecil? ¿Como coño crees que voy a saber quién eres si ni siquiera te veo?- Este bufo y yo sonreí levemente, esperando su respuesta. -¿Con quien se supone que viniste idiota?- Dijo muy convencido de que yo caería en que habían sido Jungkook y Jimin, pero reconocería sus voces a metros de distancia. Ya que se pasaban gritando en la universidad día si día también.
-No eres ellos, reconocería sus voces a distancia- Rodé los ojos aún que él ni siquiera lo pudo ver. -No vayas de listo o ¿quieres morir?- Trague saliva un poco asustado, pero mi expresión fue totalmente distinta a la de tener miedo. -Me necesitas, no sé ni porqué ni para que, porque si no estaría ya muerto- No estaba muy seguro de mis palabras, pero las solté sin pensar por el miedo.
El puto miedo...

El ángel caídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora