FINGIR ES EL SECRETO

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La noche era fría, la luna estaba llena, podías escuchar algunos ruidos de autos y silbidos

También podías escuchar alguna música de tango rondar por estas calles, aquella ciudad era algo elegante

Lucero, una mujer de 49 años, caminaba todas las noches por este lugar, su cabellera larga y rubia llegaba a volar con la brisa causantes por los autos que pasaban con gran velocidad, sus ojos grandes color avellana miraban cada paso que daba ¿como no tener miedo de caminar por esta ciudad de noche?

Sus pasos eran lentos, admiraba las tiendas de joyerías y vestidos, era una diseñadora muy reconocida en su país, abrazaba su cuerpo con ambas manos, el frío de la noche la hacia temblar, quería descubrir un lugar, que un día al pasar muy tarde le llamo mucho la atención, pero luego no lo vio más

Comenzó a escuchar pasos detrás de ella, quizás la seguían, con miedo aceleró el paso pero choco contra alguien que la hizo caer al suelo

Lucero levantó la mirada y logró ver a un hombre alto, moreno, ojos grandes, con una figura súper marcada , esta persona la sujeto por los brazos, la ayudó a levantar, la miró fijamente causándole profundos nervios, tenía al frente al hombre más guapo qué había visto en su vida, con un olor totalmente deleitante

-Tranquila, no te haré daño, solo fue una casualidad habernos tropezado- dijo este hombre entre risas, mirando sus ojos grandes, boca pequeña totalmente delineada, admirando su rostro impecable y perfecto sin una gota de maquillaje

-P-Por favor... Suelteme- dijo lucero haciéndose la ingenua y fingiendo estar nerviosa, aunque si se le herizo la piel al escuchar esa voz gruesa y aterciopelada que le susurraba

Este hombre la suelta y la mira de arriba abajo con picardía, ella fingiendo estar aterrada se aleja, quería irse de allí lo más rápido posible, pero en el fondo no podía creerse que estaba al frente de la persona que le quito el sueño por años, aún sólo viéndolo por fotos de la empresa (vinos esmeralda)

-Espera, se quien eres- dice el hombre muy seguro mirándola de arriba abajo

-También creo saber quien es usted- dijo segura, levantando la ceja izquierda y alterando los ojos, acelerando los pasos y alejándose, logrando irse sin que la persiguiera

-Que mundo tan pequeño, mira a quien me vine a encontrar, el mismo fernando colunga- pensaba en voz alta lucero mientras mesia su cabello y temblaba por el frío, esperando su chofer (Gerardo) al frente de una tienda dónde aún alcanzaba oír la música de tango

Fernando un hombre de 52 años, deseado por muchas mujeres, dueño de empresas con mucho poder, la más famosa (vinos esmeralda), llegó a su casa pensando en ella, en lucero, esa mujer que solo conocía por fotos de sus famosos diseños, la que le quitaba el sueño, todos los días la tenia presente en su mente, de quien quería algo que solo por medió de ella podía llegar a obtenerlo (aseguraba el)

-No puedo creer que sea ella, al tenerla al frente solo tenia ganas de secuestrarla para que me dijera donde se encontraba el maldito chip que me falta, soy un imbécil, tuve al frente la oportunidad y la deje escapar- pensaba fernando en voz alta, metiéndole una puñalada al escritorio de su oficina

-Debo pensar en algo que me acerque a ella nuevamente- hablaba fernando con seguridad, mirándose el puño con el que golpeó al escritorio

Lucero al llegar a su casa se mira en el espejo incrédula de lo que había ocurrido

-Tuve al frente a ese hombre, el poderoso empresario de la ciudad, el mismo que tiene lo que necesito, el chip de la joyería (aseguraba ella) seriamente mucho antes de verlo me había dado por vencida con todo esto, tengo que armar un plan que me acerqué más a ese tipo- se decía ella misma mirándose al espejo, tocando su cabello lentamente y mordiendose un labio

Continuará...

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⏰ Última actualización: Jan 13, 2019 ⏰

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