Era hermoso el simple hecho de que su novio Jungkook siempre tenga un ramo de rosas en la mano todos los jueves, para el.
Kim Taehyung.
Era horrible el hecho de que su relacion se estaba rompiendo, no mas rosas, no mas "Mi amor", solo "Taehyung".
Hi...
-¡Bebé!Tae ten rosas para mi hermosa flor aun mas bella.
El tenía un gran ramo de rosas rojas.
Jeon Jungkook era el hombre perfecto.
Era amable, tierno, cariñoso, sexy, encantador, humilde. Era genial.
Taehyung y Jungkook eran novios desde dos años antes, cuando aún eran pequeños experimentando nuevas cosas. Uno se enamoro del otro, de su mínima imperfección que lo hacia mas prefecto aún. Tan solo una mirada bastaba para decir un libro de incontables páginas de sentimientos que ellos tenian por el otro.
Un amor tan puro.
Jungkook sabia que Taehyung amaba las rosas rojas, decía "Son tan hermosas naturalmente, sus espinas lastiman pero vale la pena por tanta belleza". Por eso Jungkook le decía a la chica de la floreria que le saque cada espina, para que su amor no se lastime con nada ni nadie.
Todo tan hermoso.
Actualidad
Jungkook se encontraba desayunando con Taehyung en la cocina. El estaba sentado mientras que Taehyung preparaba un buen desayuno para comenzar el día.
-Kookie ya está tu desayuno.
El menor entregó un delicioso desayuno de, tostadas, queso, mermelada y el café amargo que tanto amaba Jungkook.
-Gracias Taehyung.
Muchas veces Taehyung noto el modo en el que lo trataba ahora, frío e distante. Todo había cambiado desde que Jungkook comenzó a trabajar, el dejó de hacerle esos mimos que tanto ama, no mas deliciosos bocadillos que siempre cargaba desde el trabajo para el.
No mas rosas.
-Kookie... Tú... ¿Estás bien?
Jungkook paró de comer para mirar a la mesa de madera que tenían desde que estaban juntos.
-Si.. ¿Por qué lo dices?
Taehyung lo miró a los ojos y lo noto.
No mas brillo en esos hermosos ojos negros como la noche.
-Estas distante.
Taehyung pensó en voz alta y a penas lo dijo se arrepintió inmediatamente.
-No Taehyung.
Jungkook se levanto dispuesto a irse al trabajo, se colocó su chaqueta y tomó las llaves.
-Hoy tengo mucho trabajo, no me esperes despierto.
Otra vez más.
Otra grieta más en ese dulce corazón que Jungkook dejaba en aquella habitación vacía de su presencia, pero llena de recuerdos de su amor que ahora tanto anhelaba tener el vacío y roto corazón de Taehyung.
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