hoodie →hoyeon

viii

- ¿Hoyeon?

El chico se giró hasta quedar completamente de frente conmigo. No parecía sorprendido, una extraña sonrisa apareció en su rostro.

- Ehm - tragó saliva - vine con Minhyuk y sus padres, pero fueron a buscar aparcamiento y me mandaron a mí aquí. Vives en una zona donde no se puede aparcar casi.

Raúl ante la explicación y metí las llaves en la cerradura para abrir y mientras para estar al calor un rato.
Hoyeon parecía algo tímido cuando entraba en mi casa, le dije que se podía sentar si quería h me saqué algo de beber.

- Al final te quedó bonita la casa con los adornos.

Sonreí como respuesta y él bebió. De pronto me volví tímida por decirlo de algún modo. Mis ganas de preguntarle más sobre él crecían, al igual que aquella cosa extraña que me impedía soltar palabra.

- Tu mano... ¿Está mejor?

- Oh, sí, tu casa ayudó a no hacerme más daño - sonrió - y tú, ¿Estás mejor?

Supuse que se refería Navidad sin mis padres. Obviamente quería estar con ellos, pero gracias a su familia, Seunghoon y demás, estaba siendo mejor de lo que imaginaba.

- Sinceramente, sí.

- Me alegro entonces.

- Y tú... ¿Cómo estás? - en el momento que formulé la pregunta, me arrepentí. Obviamente me refería al tema de su supuesta, ex-novia. Y él no era tonto lo había pillado.

- Bueno, se lleva controlado.

Los dos nos dedicamos una sonrisa y nos quedamos mirándonos a los ojos. Pareció como si el tiempo se hubiera parado. Hasta que hoy en el rellano a Minhyuk quejarse por el frío y el tráfico que había.

Hoyeon y yo volvimos a mirarnos y comenzamos a reír por Minhyuk.

Abrí la puerta y Minhyuk hizo intento de disimular con una sonrisa. Eso me causó más gracia y me eché de un lado para que pudiera pasar.

Sus padres me saludaron y se veían cargados de bolsas.

- ¿Tenías planes esta noche? - el padre de Minhyuk me formuló aquella pregunta mientras se quitaba su abrigo.

- La verdad, no.

Entonces fue cuando vi que la madre de Minhyuk sacaba de unas bolsas comida china

- ¿Recuerdas el que cenamos en casa de Seunghoon?

- Claro, ¿Por qué? - cómo olvidar ese día. Sí estuve «desahogándome» con Hoyeon en el balcón de Seunghoon.

- Casi lo pillas comprándolo. - Minhyuk señaló el libro que Seunghoon me había regalado, el cual estaba encima de la mesa.

Los padres de Minhyuk se sentaron y ofrecí cosas para picar y beber. Estuvimos conversando toda la tarde. Hablar con ellos era una cosa agradable. La madre de Minhyuk contaba cosas sobre Hoyeon y de lo agradecía.

Ahora sabía que de pequeño era muy travieso, pero siempre ha sido buen niño y responsable. Su madre vivía en Jeju por motivos laborales, junto con su abuela paterna.

Le gustaba el hiphop, de niño tuvo un perro que aún vive... Y todo ese tipo de cosas, nada más personal.
Pero me bastaba, o al menos ese día.

La noche cayó y consigo el hambre.
Comenzamos a poner la mesa y sacar la comida.
Pasado el postre, decidí que era buena hora de darle sus regalos, y al parecer ellos pensaron lo mismo. Por lo cual, cuando salí de mi habitación, los encontré con bolsas y viceversa.

Primero me dieron una bolsa de parte de todos, era ropa. Un jersey, una camisa, y unos jeans oscuros. Todo precioso y se veía que era buena tela. Después Minhyuk me dio una cajita más pequeña y en ella había un colgante de plata. Era una media luna, simple. Pero a mí me encantó, por el simple hecho, de que siempre estaba dibujando medias lunas y me encantaban.

- ¡Es precioso! - chillé un poquito - ¡Todo precioso!

Minhyuk me puso el colgante mientras vi como Hoyeon se daba la vuelta y cogía otro bolsa.

- Esta es de parte... - Hoyeon me dio la bolsa y dudé en abrirla.

Una mezcla de ternura, nervios y risa se apoderó de mí al sacar la sudadera que me había prestado en dos ocasiones anteriores; cuando lo conocí y cuando dormí en casa de Minhyuk y no tenía un pijama decente. ¿Era la misma? ¿O había comprado otra igual?

- ¿Eso no es tuyo? - preguntó Minhyuk con una media sonrisa.

- Bueno, sí, pero ella lo ha usado más que yo. - Hoyeon tapó media cara con su mano, y yo creo que me puse demasiado obvia y colorada.

La verdad el detalle de regalarme su sudadera me gustaba. Digo, era cómoda, ancha, calentita y...

- Era tu sudadera favorita, ni siquiera me la dejabas a mí. - Minhyuk sacó de mis pensamientos para adentrarme en otros. ¿Minhyuk me había regalado su supuesta «sudadera favorita» prestada ya en dos ocasiones?

Dame veneno que me quiero morir.

Miré a Hoyeon algo despistada y la punta de sus orejas estaban algo coloradas y eso me dio demasiada ternura. Él mismo dijo esa tarde que cuando algo le daba vergüenza sus orejas tomaban color.

Dejando aquello estar, era mi turno de dar regalos.
Para los padres de Minhyuk compré perfume. Sí, muy típico pero compré su favorito y ellos quedaron bastante conformes.

A Minhyuk le compré dos gorros que vio por internet y estuvo dando la lata por ellos durante dos meses y unos audífonos los cuales también fueron por internet. Y para Hoyeon, simplemente compré una pulsera de tela azul sencilla pero bonita. También una gorra que pensaba que era mucho de su estilo. Aunque algo me decía que Minhyuk usaría más la gorra

Hoyeon se puso la pulsera y sonrió.

- Es demasiado simple - me dijo y deseé que la tierra me tragara - ¡Por eso me encanta!

Suspiré aliviada y comencé a reír.

Todos estábamos notablemente conformes. Cuando ellos se fueron, rápidamente me puse la sudadera y caí rendida a la cama.