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34 de diciembre.

Me comencé a preparar a eso de las 6:30 de la tarde. No sabía porqué tan a fondo ni porqué tanto, ni porqué tan excesivamente pronto.

Me di una ducha, me puse dos mascarillas de cara, me pinté las uñas y me tire delante del armario unos quince minutos. ¿Que debía ponerme? Quería ir arreglada, pero pensaba que quizás un vestido era demasiado arreglado, tenía curiosidad por ver cómo iban a ir Minhyuk y Hoyeon, aunque si Minhyuk se presentaba con su pijama de Shin-Chan no me iba a sorprender en absoluto.

Después de tanto pensarlo, cogí una falda de vuelo negra, me llegaba por la mitad de los muslos, debajo llevaba medias negras y arriba una camisa algo informal en un tono rosa claro. Me maquillé un poquito y me hice una trenza hacia un lado, dejándola caer por mi hombro. Me di un último vistazo al espejo y sincera y extrañamente, me gustó como iba, me sentía guapa y segura de mí misma.

Cogí algunos regalos que compré a Yunsung, Seunghoon, Minhyuk y su familia... Y tengo que admitir que me maté las neuronas pensando en algo para Hoyeon.

Sí, le compré un regalo de Navidad a Hoyeon casi sin conocerlo, vale.

Cogí el autobús para llegar a tiempo a casa de Minhyuk y cuando por fin llegué, tarde unos cuatro minutos en decidir si tocar o no el timbre.
No era la primera vez que iba a casa de Minhyuk, hasta había dormido allí, pero el hecho de saber que Hoyeon iba a estar presente me hacía estar alerta de algún modo. Seguía teniendo ese interés en él, pero era distinto, no sabría explicarlo.

Me decidí y toqué el timbre de una vez. Me abrió la puerta el padre de Minhyuk, me alagó y me invitó a pasar.

Cuando llegué, Minhyuk fue a recibirme con un cálido abrazo. Le respondí de la misma forma. Minhyuk estaba guapísimo, llevaba una camisa azul y unos vaqueros oscuros.

- ¡Estás guapísima! Pero no más que yo. Lo siento

Minhyuk y su romanticismo  y caballerosidad.

No pude evitar reír y me acerque al salón.
Cuando me adentré a él pude ver a Hoyeon ayudando a poner la mesa, y eso no fue lo único que me pareció demasiado tierno.
Llevaba unos vaqueros oscuros y una camisa de cuadros rojas y negras. Su pelo estaba arriba y a un lado, acompañada de una diadema de renos de navidad, lo que me produjo un total ataque de ternura.

Se giró y me vio allí parada medio riendo y parecía darle vergüenza, ya que se puso muy colorado y comenzó a reír tímido.

- Que tierno primito - Minhyuk vacilo un poco y Hoyeon le contesto tirándole un cojín a la cabeza y riendo.

- Cállate Minhyukie.

A Minhyuk pareció no gustarle la broma y se puso serio en menos de cuatro segundos. Sabía que en el fondo estaba de broma, pero a veces Minhyuk da miedo y risa al mismo tiempo cuando hacía esas cosas.

- Si vis pacem, para bellum, Yeon. - Minhyuk le hizo un gesto de alerta.

- ¿Qué dices? - Hoyeon comenzó a reír y eso me hacía reír a mí, porque en realidad, esa escena de Minhyuk con una mueca sería, "discutiendo" con Hoyeon, el cual llevaba una diadema de renos en su cabeza, era bastante graciosa.

- Ha dicho que si quieres la paz, prepares la guerra - yo misma le contesté a Hoyeon - desde que hicimos esa clase de latín se volvió algo loco.

Hoyeon empezó a reír más y a Minhyuk se le pasó el enfado y comenzó a reír también.

La madre de Minhyuk apareció en el salón y cuando me vio vino sonriente y contenta darme un abrazo. Me dijo que estaba muy guapa, a lo que se le sumaron Minhyuk y su padre diciendo lo mismo. Aunque, las verdadera vergüenza la pasé cuando Hoyeon se pronunció. Y dijo algo sí como : "ella ya es guapa, pero si es verdad que hoy está demasiado guapa."

Soy una chica a la que siempre le había dado una tremenda vergüenza el que le hagan tantos cumplidos. Pero jamás me había dado tanta vergüenza como me dió con Hoyeon. tal vez era porque no lo conocía apenas. Pero, entonces no tenía mucho sentido, ¿No?

Nos sentamos a cenar y comenzamos a hablar.
La familia de Minhyuk era lo más agradable que podrías encontrar en el mundo él se portaba muy bien conmigo.

La madre de Minhyuk comenzó a contarme cosas sobre Hoyeon y Minhyuk de niños.

- Cuando eran pequeños ellos dos estaban siempre juntos. Se amaban y se odiaban. Pero a los 4 minutos, se volvían a amar. Una vez, con 4 años, estuvieron enfadados durante todo el día - la madre de Jooheon empezó a reír, era tan tierna. - resulta que oímos un ruido, y cuando mi hermana y yo fuimos a ver qué pasaba, nos encontramos con ellos dos tirados en el suelo. Minhyuk llorando, y un jarrón roto. Mi pequeño Minhyuk no paraba de llorar y decir que era culpa de Hoyeon, mientras que el demonio de Hoyeon se reía.

Hoyeon parecía acordarse porque explotó en una carcajada, lo que hizo que la madre de Minhyuk riera aún más.
Quien parecía acordarse también pero no reía era Minhyuk.

- ¡Es que es verdad! - gritó indignado. - ¡Él me mordió así porque sí y me hizo daño. ¡Entonces fue cuando me dijo en el jarrón!

Comencé a reír también y me Minhyuk fulminó con la mirada.

- ¡No te rías! ¡Es verdad! Seguro que aún tengo la marca, ya verás.

Minhyuk comenzó a revisar su brazo en busca de rastros del mordisco de Hoyeon mientras que su madre me estuvo contando aún más anécdotas graciosas. Sentí por preguntarle a Minhyuk por qué nunca me habló sobre Hoyeon pero pensé que sería mejor preguntarle a solas.

Si salgo tarde y pensé que sería mejor irme. Cogí mi abrigo cuando el padre de Minhyuk me paró.

- ¿Por qué no te quedas a dormir? Es muy tarde para que vayas tú sola.

La madre de Minhyuk y él mismo aparecieron.

- Es cierto, quédate y mañana te vas. - añadió Minhyuk.

- Os lo agradezco pero sería ya abusar mucho. - le contesté.

- ¡Déjate de cuento! - gritó la madre de Minhyuk. -  Sería abusar si nosotros no te hubiéramos invitado. Y no es la primera vez, y seguro que ni la última que duermes aquí.

Tras convencerme a medias, subimos a la habitación de Minhyuk a coger algo para usarlo como pijama.
Al abrir la puerta sentí como mis mejillas tomaban un color algo rosado demás. En la habitación se encontraba Hoyeon sin camiseta. Estaba cogiendo otro que parecía ser su pijama. Él se sorprendió tanto como yo rápidamente y se tapó mientras Minhyuk estaba tan tranquilo.

- Hoy duermes conmigo, Alysa dormirá en tu habitación provisional - le dijo Minhyuk. - ¿Y que te dejo yo a ti de pijama, Alysa?

Hoyeon abrió un cajón y cogió algo que me sonaba y me la dió. Era la primera sudadera que me prestó cuando lo conocí en la cancha del parque.

- Puedes dormir con esto si quieres.

Acepté y me la puse, era muy ancha y calentita, y qué demonios, ¡olía estupendamente!
fui a la habitación de dormir normalmente Hoyeon y al tumbarme en la cama sentí un abrazo por parte del olor que transmitía la sudadera y  la almohada, aunque claro, la sudadera y la cama, olían a Hoyeon y al caer en la cuenta de eso, comencé a reír como una tonta y comenzar a pensar que estaba loca.

Espero que os esté gustando ^^

hoodie →hoyeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora