xii

20 4 2
                                    

Las Navidades terminaron y sentía como mis ojeras volvían a florecer en mi rostro. Qué maravilloso.

Lo bueno de volver a empezar las clases era que estaría más distraída y no pensaría tanto de ciertas cosas cosas que tenían nombre: Hoyeon, beso, duendes.

Después de todo aquello, todas las actitudes y comportamientos que Hoyeon aún tenía conmigo no parecían tener algo de incomodidad, por lo que los chicos y yo pensamos que realmente no se acordaba de nada de aquello. Aunque, por un lado, yo seguía teniendo mi duda.

En cuanto a las demás cosas, fue verdad que me pensé el alquilarle la habitación a Seunghoon. Llevaba unas semanas vivir di conmigo para ver si la convivencia era buena, y al final lo era, definitivamente viviríamos juntos. De momento no podía quejarme. De momento.

- Seunghoon, es peor que yo. ¿Cuánto te queda? Vamos a llegar tarde.

- Qué humor tienes ya siendo tan temprano. - Me dijo mientras por fin salió del baño - Por cierto, ¿te he dicho que Hoyeon definitivamente estudiará en nuestra universidad?

Lo bueno de ser temprano, es que al oír "Hoyeon" solo me despertó un duende.

- ¿En serio? ¿Y qué va a estudiar?

Seunghoon salió por la puerta dejándome a mí atrás mirando a un punto muerto mientras analizaba la situación y resultado de lo que va a ocurrir.
Si bien al comenzar las clases de nuevo me iba a servir para olvidarme de Hoyeon un rato, ¿cómo narices lo iba a hacer si ahora resulta que lo tenía que ver todos los días?

- Voy a suspender. - Salí de casa cerrando la puerta y corriendo para alcanzar el ascensor con Seunghoon.

De camino, Seunghoon estaba algo callado y con la mirada perdida.

- Seunghoon.

- ¿Sí?

- ¿Te ocurre algo?

Seunghoon río por lo bajo y me miró.

- Cómo me conoces. - volvió a mirar al frente y cogió algo de aire. - En realidad, sí y no. Es sobre tí. ¿Volviste a hablar con Taeyong?

En ese momento pude notar como mi rostro se volvía pálido como la nieve. No había vuelto a hablar ni ver a Taeyong desde aquella fiesta. Y sinceramente no sabía si quería hacerlo o no. No tenía ni la más remota de que podía suceder con él o como se llame reacción al verlo o si él me hablara.

- No... No he vuelto a hablar con él.

No tuve una respuesta por parte de Seunghoon, así que solo seguimos caminando como si nada e intentando cambiar el tema de conversación.

No había pensado en el tema de Taeyong, y realmente no sabía porqué. Quiero decir, se supone que a mí el que me gustaba desde hace dos años era él y no Hoyeon, y el que se había besado con otra chica después de bailar y hablar toda la noche conmigo era él y no Hoyeon. Y no lograba comprender porque le daba más importancia al supuesto beso con Hoyeon que a Taeyon en general.
Cuando Seunghoon me contó todo aquello mi primer pensamiento fue Taeyon. Me dolía todo aquello aunque no mostrará ningún sentimiento. No entendía si estaba jugando conmigo o yo me había imaginado cosas que tal vez y van más allá de la realidad.
Pero rápidamente esos pensamientos se esfumaron por completo para ser sustituidos por Hoyeon en todos sus ámbitos.

Salí de todos mis pensamientos y reflexiones cuando llegamos al centro y nos encontramos con Minhyuk y Hoyeon. Noté como mis piernas comenzaron a temblar cuando él se giró y esbozó una sonrisa que iluminaba a todo y que la viera.

- Bonita sudadera - guiñó un ojo y ahí noté que debía salir de allí cuanto antes. Parecía una niña pequeña ya que nada más decir eso me mire la ropa como si no supiera que llevara algo puesto. Y entonces caí, me había puesto la sudadera que Hoyeon me regaló por Navidad.
Levanté la vista y le sonreí con una timidez notable.

No tenía clase con Minhyuk, esa clase la tenía sola, por lo que fue una excusa perfecta para decir que llegaba tarde y salir de ahí antes de que me diera una hemorragia nasal.

Me despedí y me paseé un poco por los pasillos. Aún faltaban más de 10 minutos para que realmente comenzara la clase.

Me apoyé en la ventana y comencé a mirar atrás ella. No quería pensar, pero me iba a ser inevitable. Tan solo con una simple frase había hecho que me pusiera demasiado nerviosa hasta el punto de tener que irme. ¿Qué me estaba pasando con este chico?

Decidí que sería mejor empezar a ir al aula y eso hice. La cosa estuvo cuando en medio del pasillo me crucé con Taeyon de frente. No podía evitarlo, ni él a mí, por no hablar de que los dos nos habíamos mirado fijamente sin disimulo.

- Alysa, necesito hablar contigo.

Cuando me dijo esas palabras y cuando lo vi, volví a tener el mismo nerviosismo que tenía siempre, pero en este caso, no tenía el mismo nerviosismo que con Hoyeon, por no hablar de que tampoco sentía la presencia de dos extraños en mi interior.

- Taeyong... Llego tarde, yo...

- Después de clases, por favor.

- Está bien.

hoodie →hoyeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora