IT GIRL | albalia fanfic |

16.1

PRIMERA PARTE

Después de una discusión de veinte minutos en la que al final se decidió que haría los trabajos de clase de Julia un mes entero, llegué al fin al famoso bar, donde ya estaba Damion, el dentista de Dave, esperándome en la entrada con las manos dentro de los bolsillos de sus pantalones color crema.

-Hey -saludé cuando llegué a su lado -¿Llevas mucho tiempo esperando?

-No, unos cuantos minutos, nada más -miró al suelo unos segundos y luego me miró a mí como si estuviera tratando de decirme algo, se notaba que estaba nervioso -Hmm, ¿puedo preguntarte algo?

-Claro.

-¿Crees que estoy bien? -sacó las manos de sus bolsillos y luego extendió los brazos -¿O crees que exageré un poco con mi vestimenta?

Lo observé atentamente de arriba abajo mientras lo rodeaba. Exagerar no era la palabra que yo utilizaría, optaría más bien por decir que se esforzó arduamente para encontrar el atuendo adecuado para impresionar a la loca del gas pimienta. Y yo básicamente había hecho lo mismo, pero por Alba.

-Estás bien. Me gusta tu camisa, el diseño es fantástico -le dije cuando terminé de observarlo de arriba abajo -De hecho, estoy segura de que si me gustaran los hombres me parecerías atractivo -rasqué mi nuca un poco incómoda. Mi intención era darle ánimos con mi comentario, pero en mi mente sonaba menos incómodo que decirlo en voz alta. Por suerte me gané una sonrisa de su parte, así que supongo que no fracasé en el intento.

-Gracias -dijo pasando sus manos suavemente por la tela de su exótica camiseta -Tu tampoco estás nada mal -comentó de repente.

-Gracias -metí mis manos a los bolsillos, como había hecho él minutos atrás.

-Ya sabes, hmmm, si me gustaran... -guardó silencio unos instantes, como si estuviera pensando en lo que estaba a punto de decir y luego continuó -Es decir, yo... si fuera mujer y me gustaran las mujeres... -alcé una ceja divertida -Hmmm...

-Creo que ya he entendido lo que tratabas de decir -reí un poco -Gracias.

-¿Alba y África saben que yo iba a venir? -me preguntó.

-Bueno... Alba me dijo que llevara acompañante, y no tengo muchos amigos, así que te invité a ti y aceptaste, y supongo que ahora tendrás que fingir que somos grandes amigos, ya sabes, como habíamos quedado antes.

-Y a cambio me ayudas con Afri.

-Y a cambio te ayudo con la loca -me lanzó una mirada asesina -¿Qué? Tienes que admitir que tu futura novia está poco cuerda.

-Ella está muy cuerda -respondió, y yo alcé las manos dándome por vencida.

-Bueno, hay que repasar un poco la historia de como nos hicimos "amigos" -comenté, haciendo comillas cuando dije la última palabra, pero él no me estaba prestando atención -Oye Frost, ¿me estás escuchando? -negó -Vamos, tenemos que hablar sobre eso para no meter la pata y que nos descubran -volvió a negar -Tenemos un trato, médico de bocas. Deja de negar con la cabeza y preparémoslo -me cogió de los hombros y giró mi cuerpo de golpe.

Ahora entendía perfectamente porque se había quedado callado tan de pronto. Frente a nosotros venían caminando las dos mujeres más ardientes de todo el mundo lentamente, como si de una película se tratase, junto a una canción de fondo. Bueno, en realidad, solo una de ellas era la mujer más ardiente del mundo, y esa por supuesto era la brillante Alba Reche.

Me giré para ver unos segundos a Damion, y recé para que yo no estuviera de la misma forma que él. Después volví a mirar a nuestras acompañantes, quienes estaban ya cerca nuestra.