IT GIRL | albalia fanfic |

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Después de aquella noticia África salió corriendo del comedor mientras que su abuela, Alba y yo nos quedamos en absoluto silencio.

Estoy segura de que para Alba era realmente difícil tener que contener las ganas de ir corriendo detrás de su mejor amiga, así que por eso me levanté de la mesa bajo la atenta mirada de la abuela de África.

-Voy a fumar -me incliné y besé la frente de Alba -Voy a hablar con ella -susurré para que solo me pudiera escuchar ella -Con su permiso, me retiro un rato. Estaba muy rica la comida.

Le sonreí amablemente a la señora Adalia y luego fui a buscar a África.

Sinceramente no se me ocurría ni un sitio donde pudiera estar, pero debía buscarla para tranquilizar a mi futura novia, y bueno, también para tranquilizarme a mí, porque nunca lo iba a admitir, pero realmente África era una buena amiga.

Subí y bajé escaleras veinte minutos seguidos hasta que di con la puerta corredera que daba paso al jardín. Ahí, sentada en el borde de la piscina, se encontraba la morena.

Abrí silenciosamente la puerta y entré al jardín. Cuando estaba a centímetros de ella decidí que sería mejor quitarme los zapatos, así que lo hice. Me hice un dobladillo rápido a mis pantalones y en silencio me senté al lado de África, metiendo mis pies al agua.

-Hola -saludé tímidamente.

-¿Qué coño quieres, Lacunza? -hice una mueca al verla tan enfadada -¿Vienes a darme la chapa acerca de como usar métodos anticonceptivos? Porque ya puedes ir metiéndote tus palabras por el culo.

-Ey, tranquila -traté de poner una mano en su hombro, peo se alejó un poco de mí -No vengo a darte la chapa, lo prometo -me miró completamente seria -Bueno, igual una cortita... -vi como levantaba su mano en un puño, así que me apresuré a decir: -Juro que no es acerca de como usar métodos anticonceptivos.

-Entonces, ¿qué quieres?

-Alba está preocupada por ti.

-Alba se preocupa por todo el mundo, ella es así -suspiró.

-Eres su mejor amiga, obviamente que se va a preocupar más por ti que por el resto del mundo.

-Ahora mismo tú eres su mundo -sentí mis mejillas calentarse y vi como ponía los ojos en blanco -Dios, las dos sois unas ñoñas.

-Bueno, gracias -la empujé juguetonamente -Pero ahora hablando en serio. Yo también estoy preocupada por ti, África. ¿Por qué no le has dicho nada al cupido?

-Se te da fatal poner motes, fenómeno -abrí la boca fingiendo estar ofendida.

-¿Perdona?

-Perdonada -me guiñó un ojo.

-¡Oye, esa es mi frase! -me quejé dándole un pequeño puñetazo en el hombro -Eres una copiona.

-Tendría que aprovechar la oportunidad para vengarme de todas esas veces que me has respondido así -rio, quitando de su cara los restos de lágrimas que había en su mejilla.

-Vas a ser una gran madre, Afri -dije minutos después rompiendo el silencio que nos había envuelto y ella se giró para mirarme con los ojos completamente abiertos.

-¿Qué? -preguntó aturdida -¿Ni Africarda, Afriquita mariquita, Cacahuete, Morenasa, demonio número 1, diva divina, imbécil ni nada de eso?

-No, hoy no tengo ganas de jugar con tu nombre -miré hacia arriba para poder apreciar las estrellas que había en el cielo -Quiero un papel más serio en estos momentos. Eres una persona que merece la pena, y amo molestarte porque es realmente entretenido discutir contigo, pero necesito que me consideres como madrina en conjunto con Alba del futuro cacahuetito cupido y por eso debo tratarte bien -sonreí al sentir un golpe en la cabeza.