Inocencia.

69 2 0
                                    

Aviso de que a partir de este capítulo puede tener palabras malsonantes y situaciones de mayor de 18 :)

Salí de mi casa y fui caminando hacia la plaza donde mis amigas me esperaban, ellas eran muy diferentes a mi cada una con su característico carácter.

Abie es extrovertida y bastante sincera, Leyla tiene un carácter demasiado sexy, por decirlo de alguna manera, Rebbeca es la rebelde y revolucionaria del grupo, Iris es tímida pero con una gran potencial cuando ya encontraba la confianza y Elisabeth es una cabeza loca, se le ocurre de todo pero nada es legal…

Al pensar sobre mis compañeras me rio y empiezo a escuchar música con mi móvil. Pasan 5 canciones hasta que llego a la plaza donde ellas ya están sentadas en circulo en el césped, eso sí eran puntuales para lo que les importa.

-          Hola chicas, ¿Cuál es el cotilleo de hoy? – Digo mientras me paro al lado del círculo.

-          Shhhhhh – me chista Iris – Siéntate y escucha.-

-          …entonces cuando voy para mi coche a guardar las bolsas de ropa que había comprado, me encontré…- Keyla hizo una pausa de tensión – Robert y Jazmín haciéndolo en el coche. ¡ En un parking¡ ¡EN UN PARKING DEL CENTRO COMERCIAL¡, mira que hay sitios para follar como el parque, la casa, un m..-

-          ¿En serio Robert y Jazmín?, no me preocupa el lugar pero como coño ha conseguido Jazmín estar con Robert… se le veía tan buena- interrumpió Abie.

-          Ella era virgen y eso es lo que encandiló a Robert, es simple, ya veréis que será dos o tres más y listo, busca a la siguiente.- Rebbeca me miró raramente.

-          Pues ya van quedando pocas de nuestra edad que sean virgen, ya es difícil encontrarlas más pequeñas- Se comenzó a reír Keyla – se le va  a acabar el mercado-

Yo no entendía eso de porqué preferían con vírgenes y tampoco como podían hacerlo en el coche, e incluso menos en el parking, donde los podrían ver. Tampoco podía opinar mucho al no tener experiencia ni conocer tan poco del tema. Si, si, sin conocer tan poco, pues con mi madre no podía hablar de esto hasta que no estuviera casada, y no era una conversación para tener con un padre. Y en el colegio tampoco pues mi madre habló para que no pudiera asistir a las clases de sexología cuando era menor, y por mí misma no había tenido nunca curiosidad por eso, ya que en mi vida estaba cerca de ser un tabú.

-          Bueno en este grupo todavía hay un artículo que está en su mercado- dijo Abie

Salí de mis pensamientos y vi que se me quedaron mirando, me sonrojé.

-          Eeeh…. Esto…. ¿Por qué no hablamos de otro tema?- Empecé a buscar mi móvil para que no me vieran lo nerviosa que estaba.

-          ¡NOA! ¡¡¡¡La siguiente eres tú!!!!!- Gritaron todas a la vez.

-          Callaros ya, no voy a estar en el mercado de nadie, ¿os enteráis?- Dije medio enfadada mirándolas seriamente.

No iba a dejar que ese cerdo me pusiera las manos encima, aunque si somos sinceros no creo que quisiera hacerlo. Y cuanto más pienso eso mas lo creo, mira a mis amigas, guapas, altas, esbeltas, con cuerpos perfectos, normal que todas ya hayan tenido rollos, pero yo, ni lo he tenido ni lo tendré.

Todas empezaron a soltar tonterías como:

-          Pero bueno si por fin te hará mujer.

-          Anda y pruébalo ya, que se te pasa el arroz.

-          No seas como la santa de tu madre Noa.

-Mira he dicho que os calléis ya o me voy, paso de que estéis hablando de mi como si fuera un juguete de un tío.- Dije levantándome.

-          Está bien, perdona Noa, estamos más ansiosas que tú para que llegue el momento.- dijo Iris frotándose las manos y con cara de niña chica.

-          Pues no, no estoy ansiosa de que llegue ese momento y estoy harta de que siempre traméis algo- ya me habían enfadado.

-          ¿No tienes ningún interés en saber cómo se siente, cuando te besan, te acarician, te tocan , te agarran.- comenzó a decir Keyla mientras yo negaba hasta que Elizabeth la cortó

-          Y que te desnuden, eso sí que se siente perfectamente.-

Ya fue mi limite, no podía hablar de esas cosas sin sentirme mal, sin tener ningún rubor y menos de que mis amigas estuvieran pensando en buscarme un lio de una noche.

-          Me voy chicas nos vemos el lunes.- Me levanté y me fui sin dejar que ellas dijeran nada.

Pero Abie estaba al poco tiempo a mi lado, sonriéndome y acompañándome.

-          Si no quieres no hablo pero déjame que te acompañe por fiiiiis.- Dijo poniendo cara de niña chica.

-          Abie no, déjame no quiero hablar más de eso, ni pensar en eso.

-          Noa no voy a hablar del tema, yo respeto tus decisiones y si esa es la tuya, tuya es, yo estoy para apoyarte.- Me mostró su dulce sonrisa.

-          Gracias Abie.- Dije mientras sonreía, y de camino a mi casa estuvimos hablando de las clases de derecho pues ella estaba en la misma universidad y en mi mismo grupo de clase.

        Ella era mi mejor amiga dentro del grupo, la que mejor me entendía y la que siempre me apoyaba, Puede que no fuera como las chicas de ahora que se abrían muy pronto pero a ella no le importaba seguía tratándome igual.

     La conocí con 4 años, cuando comenzamos la educación infantil y hasta ahora nunca nos hemos enfadado más de dos semanas en todos los años, ella me conocía muy bien y yo a ella, y siempre estábamos para lo bueno y lo malo de una.

    Vivía cerca de mi casa a dos manzanas más adelante y ya faltaba poco para llegar.

- - Lo siento Noa, pero '¿por qué no quieres ni besar a un chico, o solo bailar con ellos?- Me miró sincera.

   - No sé Abie, no me sentiría agusto con ello y además tampoco me sentiría agusto conmigo misma, no sé si me entiendes- Se lo estaba contando porque ella era la única que confiaba en mí- No me gusta mi cuerpo y para estar con un chico al final se lo tendrás que mostrar en mayor o menor grado y por ultimo voy a cumplir 20 años y aún no besé a un chico, no sé besar así que imagínate la situación, no definitivamente no quiero.

  - Ay, son problemas que se pueden arreglar, se aprende a besar y todo eso, pero es con practica, no se puede aprender de ningún libro, y Noa eres hermosa, no digas lo contrarío pero te falta confianza en ti misma solamente. Anda suéltate un poco y verás como todo lo ves diferente.

  - Bueno como digas.- Dije sin mayor entusiasmo, no iba a soltarme más, ni intentarlo, pero ya había llegado a mi casa así que solamente me despedí de ella y entré en mi casa. 

 Saludé a mi madre al entrar, y fui hacía mi habitación, me puse música y me quedé pensando, en qué estaba mal en mí.

Espero que os haya gustado, este es otro cápitulo para entender a Noa (Ainhoa) ya en el siguiente puede que empieze un poco de acción. GRACIAAS!! por favor votar y dejar comentario para decirme si os gusta o no XOXO 

Maldita DulzuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora