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JiMin se había levantado temprano para poder prepararle el desayuno a su esposo antes de que se fuese a trabajar, una sonrisa pintada en su rostro mientras terminaba de servir el café, dando saltitos cuando escuchó el sonido de los pasos aproximándose por la escalera, acomodando su cabello y colocando un bálsamo labial en sus labios.

— Hola amor~, te preparé el desayuno — Comentó el omega, tomando con confianza la mano de su alfa, para depositar un besito en su mejilla como "Buenos días", pero fue ignorado por el mayor, quien tomando solo un sorbo del café sin siquiera haberle colocado azúcar, se apartó del menor y caminó hasta la puerta, saliendo de su hogar y cerrando casi de un portazo la misma.

Su labio inferior tembló, observando con tristeza la comida que había preparado, ¿Iba a tener que botar todo?
Si hace un par de meses atrás le hubiese preparado a su alfa aquel lindo desayuno, el pálido le hubiese llenado de besos, de caricias e incluso le hubiese hecho el amor sin importarle el llegar tarde a su trabajo o el faltar al mismo. Sin embargo, el omega intentaba convencerse de que ahora el trabajo se encontraba más pesado por las fechas y que quizás, en la noche el mayor se lo agradecería, si es que volvía.

[...]

Dando una última estocada salió del interior de la recepcionista, el nudo de a poco deshaciéndose fuera de la omega, recostándose ahora sobre la cama de aquel costoso motel, observando como la chica jadeando le daba la espalda para comenzar a descansar, el pálido acarició su espalda para ahora poder levantarse, vestirse y depositar un beso en los labios de la mujer, tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta, se marchó, pagando todo antes de irse.

El reloj marcaba las 3 a.m y por mucho que desearía quedarse junto a esa mujer, no quería que "su" omega nuevamente hiciese un escándalo. Estacionó su automóvil en el garaje de su casa, suspirando al ver como nuevamente la puerta de entrada era abierta y su alfa interior volvía a aparecer.

Pues su alfa interior únicamente aparecía cuando tenía a su omega cerca, porque su alfa interior amaba solo a su omega, solo a JiMin.
Se acercó a la entrada, quedando estático cuando vio los ojos hinchados y rojos del menor derramar lágrimas sin parar mientras de sus labios salían hipidos y fuertes sollozos, a la vez que el alfa en YoonGi rasguñaba en busca de salir y poder consolar al chico, formando un nudo en la garganta del pálido al ver tal destrozada imagen.

— ¿E-Es lindo? — Sollozó él omega.

— ¿Quién? —

— El omega con quien me engañas. —

— JiMin. — Advirtió YoonGi, gruñendo ante las molestas preguntas que en realidad destrozaban al alfa en su interior.

— ¡¿Es lindo?! ¡¿Te gusta acostarte con una pu-?! — Sus palabras fueron cortadas por una fuerte y gran mano impactando contra su mejilla, aturdiéndole y provocando que ladeara su rostro mientras miraba atónito a su antes dulce y atento esposo.

— Es bastante hermosa, siempre dispuesta a darme lo que "mi" omega no.— Hizo comillas con sus dedos, gruñendo para luego volver a sacar su automóvil y salir a la casa de su mejor amigo, dispuesto a desahogarse con él y quizás aceptar alguno de sus consejos.

Mientras tanto, el menor aún mantenía su mano sobre su voluminosa mejilla ahora coloreada de un fuerte rojo debido al golpe recién recibido, sintiendo el sabor metálico típico de la sangre en su boca. Era la segunda vez que su esposo le golpeaba, era la segunda vez que el más bajo se colocaba a llorar desconsoladamente sin recibir apoyo alguno.

Llamó a uno de sus mejores amigos, quien rápidamente al oír que el omega lloraba, no pidió explicación y simplemente corrió a su casa, tocando la misma mientras nervioso esperaba respuesta, que recibió luego de algunos segundos desesperantes, observando como su amigo lloraba desgarradoramente y como su labio partido le hacía a JungKook hacerse una idea.

— ¿Te golpeó? — No recibió respuesta alguna por parte del omega. —Minnie, ¿Ese infeliz te golpeó? — Volvió a preguntar el alfa sin intención de sonar tan agresivo.

— Es mi esposo, JungKook — Susurró en un hilo de voz, bajando su mirada mientras su cuerpo se sentía cada vez más pesado.

— Pero eso no le da el derecho de... Agh, ven, curemos esa herida, ¿Si, bebé? — Acarició con ternura su manito, mentiría se dijera que aquel omega no le traía loco, sin embargo, él nunca iba a meterse en la relación de YoonGi y JiMin, o al menos eso se había dicho a sí mismo hace mucho.

Solo bastó el ver como el mayor asentía con su cabeza para poder cerrar la puerta de entrada y dirigirse al baño con el omega, dejando que el otro se sentase encima de la tapa del inodoro, para ahora poder buscar el botiquín en el mueble junto al lavamanos, bufando al escuchar el tono "Roar" de Katy Perry venir del teléfono del omega, el cual reposaba en el sofá de la sala.

— Debe ser Tae... Le llamé y apareció ocupado, quizás me devolvió la llamada.— Anunció sollozando bajito, buscando tranquilizarse al sentir los labios del más alto impactar contra su frente.

— ¿Quieres que conteste? —

— Si... Solo, dile que estoy bien y que no se preocupe. —

JungKook asintió con su cabeza, suspirando y dejando el botiquín en las piernas del mayor, trotando hasta llegar a la sala y sin pensarlo contestar la llamada al ver un "Esposo mío ♥️" en la pantalla del celular ajeno.

— ¿JiMin? — Una voz ronca habló a través de la línea, sonando cortante, tosco y agresivo.

— No, JungKook, ¿Qué quieres, YoonGi? — Gruñó, negandose a pasarle el celular a su mejor amigo solo para que ese idiota termine haciéndole más daño.

— ¿Qué haces en mi casa? ¿Dónde mierda está mi omega? — Escupió casi, apretando entre su gran mano aquel aparato, su sangre hervía al saber que su omega se encontraba a solas con el mugroso de su "amigo".

— ¿Tú omega? ¿Aún te haces llamar alfa? No tienes el valor para seguir siendo llamado así, dejaste solo a JiMin ¡Lo golpeaste! Tú omega ahora mismo está hecho un desastre y, ¿Sábes qué pasará ahora? Lo curaré y me lo llevaré, porque no voy a permitir que le sigas maltratando. — Dijo gruñendo, escuchando como el otro alfa gruñía amenazadoramente.

— ¡No te llevarás a mi omega, JungKook! ¡Te lo llevas y te juro que te mato! — Dijo buscando temblorosamente sus llaves.

— ¿Acaso no puedo? ¿Qué le darás tú que no le de yo? Ah, es verdad, golpes... No sabes apreciar lo que tienes a tu lado YoonGi. JiMin es una joya, un tesoro que está perdiendo su brillo por un estúpido como tú, así que me lo llevaré lejos de ti y de paso también puedo demandarte, ¿Qué opinas? — Rió ronco, colgando luego el teléfono para ahora subir y entrar a la habitación de sus mayores, tomando una maleta que suponía era de JiMin, colocando algunas prendas que sabía eran sus favoritas y llevando consigo la almohada que apestaba a alfa, no deseaba matar a el omega por separarlo tan repentinamente de su alfa.

Y ya al terminar, suspiró, volviendo con el omega para abrazarle con fuerza y murmurar.

— Te sacaré de aquí, bebé, no permitiré que te sig- — Sin embargo sus palabras fueron cortadas por un fuerte estruendo de la entrada, un alfa colérico había derribado la puerta y JiMin pudo sentir el aroma de su esposo desde lejos.

— Y-Yoonnie... —

Ámame  [MYG+PJM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora