12Tradición estúpida y asquerosa

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Mi padre volvía a estar de buen humor, y no me extraña, porque no parábamos de cruzar la última línea

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Mi padre volvía a estar de buen humor, y no me extraña, porque no parábamos de cruzar la última línea.

Ahora era el turno de Daniel, el kicker y mi mejor amigo, cogió carrerilla hasta llegar donde el holder sujetaba el balón. La pateó algo ladeada. Mi padre me tomó la mano, estaba sudando por los nervios. Sin embargo, el balón entró sin rozar el palo de la portería.
El árbitro pitó el final del partido, habíamos ganado con diferencia.

--¡¡¡Síiiii!!!-- chilló el entrenador emocionado, quitándose el gorro.

Ares salió del campo hacia las gradas y decidí aprovechar el momento. Pero no me esperaba lo que encontré al llegar al lateral entre gritos de celebración.

Solté un grito mudo y me marché tratando de no hacer ruido. Por eso Hudson había vuelto a no pasarle el balón, aquella era la chica.

Volví al campo, por suerte, nadie se había percatado de mi presencia, aún estaban celebrando.

Entonces vi al entrenador subir a la grada y besar apasionadamente a mi profesora de química.

--¡¿Papá?!-- él sonrió y me saludó con la mano. Maldita tradición estúpida y asquerosa.

Las animadoras se lanzaron hacia los jugadores, el quarterback estaba totalmente rodeada, aquello debía ser el paraíso para Hudson.

--¿Aún no has besado a nadie?-- me di la vuelta para encontrar a London, tenía marcas de carmín por toda la cara.

--Se me han adelantado...-- al ver su reacción de sorpresa comprendí que él creyó que me estaba refiriendo a él y no a Ares.
Paré para analizar la situación, el banquillo estaba lleno de señoras mayores (que debían ser familiares de los jugadores) muy maquilladas, y de ahí venía London.

Entonces, él rodeó mi cintura para pegarme contra la suya. Apartó el cabello de mi cara y antes de darme cuenta sus labios acariciaban los míos. No era una tradición tan horrible después de todo.

 No era una tradición tan horrible después de todo

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