The coach's plays

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——Estaba a punto de ir a buscarte cuando leí tus mensajes.—— mi padre abrió la puerta de forma dramática y me apretó entre sus brazos con demasiada fuerza.——Ya he hablado con tu hermana, no se volverá a repetir.

——Sabes que encontrará otra forma de amargarme la vida.—— gruñí harta de pretender que no me importaba lo que me hiciera Raven o Eliza o cómo coño hubiera decidido llamarse está semana.

——Hudson.—— desvió la mirada hacia él y vi una pequeña sonrisa que se esforzaba en camuflar, había que tener mucha experiencia leyendo los gestos de mi padre para apreciarla.——Gracias por traerla.

——De nada, entrenador.—— dió media vuelta mientras se despedía con la mano.

——¿Dónde crees que vas?—— Hudson paró en seco.——¿Piensas que después de traer a mi hija a mí casa voy a dejar que camines kilómetros en medio de la noche para llegar a la tuya? Ya he llamado a tu madre, te quedarás a cenar aquí.

——¿Ha llamado a mi madre?—— él asintió.—— Entonces... vale.

——He pedido pizza, quizá se haya enfriado un poco pero podéis calentarla en el microondas.—— dicho esto, comenzó a subir las escaleras para llegar a la parte de arriba donde estaban las habitaciones.——Espero que vayáis a dormir pronto, porque mañana hay que madrugar.

Hudson y yo nos miramos confundidos, después vi la pantalla de mi móvil, habían pasado horas y ni siquiera nos habíamos dado cuenta.

——¿Te apetece pizza recalentada?—— sabía cuál era la respuesta, porque después de los entrenamientos hasta yo tenía hambre y ni hacía ni la mitad que los jugadores.

——Me comería un caballo ahora mismo.—— sonrió y fuimos hasta la cocina.