Un Sueño Hecho Realidad. Taemin SHINee Y Tu

Sebastian

Había pasado ya un año desde la boda soñada de Taemin y (TN) y en ese transcurso la chica había quedado embarazada de un bebé del cual no deseaban saber su género solo querían tenerlo ya entre sus brazos.

Justo el día 11 de Diciembre la vida y el destino les sonrieron a todos ya que el pequeño que tanto habían añorado ver había nacido el mismo día un año atrás en el cual Taemin y (TN) habían unido su vida en un matrimonio. El bebé con un parecido sorprendentemente igualitario con ambos fue llamado por petición de ambos, Sebastian Lee un pequeño de ojos grises y sonrisa de ensueño el cual enamoro por completo a todos los presentes.

-Hola Sebastian- Taemin se acercó a él dándole su dedo índice el cual tomo el pequeño.

-Hola amor- (TN) después de las 12 horas de parto pudo sonreírle a su pequeño bebé. Beso a Taemin y le tendió a Sebastian -Cargalo.

-No, no- en su temor de poder llegar a tirar al bebé retrocedió golpeándose la espalda baja con una mesa provocando una risa cansada por parte de su esposa.

-No se va a romper, no inventes- con esa sonrisa que enamoro a su actual esposo logró convencerlo dándole al pequeño.

-Es tan... Delicado, sin duda alguna se parece a ti- mencionó safandose del problema.

-Sabes que no pero si así lo quieres...- una risa un poco burlona salió de su boca provocando que Taemin se sonrojara.

Las enfermeras dieron paso a los demás y el bebé paso de uno en uno hasta llegar de nuevo a las manos de su madre.

-Prometo contarte todo lo que hay afuera, todos aquellos árboles, algunos tan altos que no encuentras su fin, te contaré de lo hermoso que se veía el mar junto con la noche, te diré con detalle cómo se veía el cielo en las noches aquella vez que con tus tías fui secretamente hasta aquel bosque tan hermoso que parecía de ensueño, te diré a detalle cómo es el cantar de los pájaros en noches hermosas y como podíamos ver a las águilas surcar el cielo en las montañas, y más que nada, te prometo que saldremos de aquí, te prometo enseñarte el bosque, el mar y las montañas para que veas con tus ojos lo mismo que yo ví con los míos- los ojos de la chica estaban llenos de lágrimas y una sonrisa adornaba sus ojos. Todos estaban sorprendidos como nunca ya que jamás habían escuchado palabras tan dedicadas como esas y menos aún de la boca de (TN).

-Coño, yo no quería llorar- la voz de Fernanda se hizo presente en aquel lugar -¡Dijiste que somos sus tías!- su voz sonaba feliz y una sonrisa lo demostraba.

Sebastián sería uno de los pocos niños de la nueva generación, una generación con más ansias que ninguna otra ya que anhelaban ver el exterior más que cualquier cosa en toda su vida.