ー¡Ahora, ataca! ¡No dejes que los insectos piratas entren a robarse nuestro tesoro!
La madre del niño jugando en el jardín reía a través de la ventana, viendo como su pequeño se divertía con su peluche que tiene desde que es un bebé.
ーAy no, vienen para acá. ¡Shiber, defiende!ーlanzó un pequeño gritito y puso a su peluche de perro Shiba Inu frente a una montaña de tierra que simulaba ser una isla. Comenzó a pegarlo al suelo, "matando" a los insectos indefensos que pasaban por ahí.
Y así pasaron los minutos, veinte aproximadamente en donde se basó en puros gritos, exclamaciones, golpes inocentes y risas por parte del pequeño sentado en la tierra.
ーSannie, vamosーsu madre interrumpió su gran momento. Se giró a verla sorprendido.
ー¿A dónde vamos, mami?ーpreguntó levantándose mientras agarraba a Shiber.
ーVoy a conocer a los nuevos vecinosーlos ojitos de San brillaron y su sonrisa se volvió grande, provocando que sus hoyuelos aparecieran.
ー¡Que bien! ¿Tendré un nuevo amigo, mami?ーle preguntó tomándola de la mano a la par que salían de la casa. La mayor soltó una risita y asintió.
ーLo más probable, cariño.
San no dejaba de saltar en todo el camino y le hacía preguntas a su madre como "¿crees que le gusten los peluches?" o "¿querrá ser mi amigo?" a lo que su madre sólo le respondía con ternura "lo más probable".
Detuvieron su andar al llegar a un parque con distintos juegos para pequeños, desde columpios, sube y baja, resbaladillas hasta caballitos, pasamanos y una caja de arena. San dió unos cuantos saltitos con sus manos en puños y sus ojitos mirando a todos lados ansioso. Su madre le permitió ir sólo debido a que ella esperaría allí mismo a su nueva vecina. Sentado en la caja de arena, continuó con su juego reciente junto a su inseparable Shiber.
Quizás pasaron 30 o 40 minutos para que San escuchara a su mamá llamándole. Corrió lo más que sus piernecitas pudieron y le sonrió al llegar a su lado. Desvío su mirada y vio a otra señora junto a su madre, a lo que supuso era la nueva vecina.
ーCariño, ella es Moonil, será nuestra vecina junto a su hija.
San frunció leve el ceño, ¿Ser amigo de una chica? Nunca lo había logrado, por más que ha intentado, siempre ha sido rechazado por sus compañeras de jardín por ser algo hiperactivo y juguetón. Aún así, se armó de valor y dando un paso en frente extendió su pequeña mano hacia la otra adulta.
ー¡Mucho gusto señora! Me llamo Choi Sanーsonrió mostrando su dentadura incompleta. La contraria rió de ternura y aceptó el saludo del infante.
ーEl gusto es mío, pequeño. Te presento a Charlotte. Saluda cieloーy dándose vuelta, tomó la mano de otra pequeña.
Salió de su "escondite" algo tímida. Su cabello era algo anaranjado al igual que el de su madre, sus ojos eran grandes y de color avellana, cosa que hizo que se vieran mucho más claros al sol. Unas cuantas pecas se podían notar sobre sus pómulos, dándole un aspecto inocente y adorable. La pequeña vestía con unos shorts rosa junto a una polera con duraznitos plasmados en ella.
ーM-mucho gusto...ーpronunció algo bajito mientras esbozaba una leve sonrisa. Extendió su manito, esperando que fuera tomada por el chico. San, con toda la valentía reunida, se acercó y le tomó la mano sonriente.
ー¡Vamos a jugar Charlotte, estoy seguro que te gustará la caja de arena!ーy sin más, se la llevó a la cajita de arena. Las madres rieron y se sentaron en una banca que quedaba con vista a sus hijos.
ー¿Te gustan los peluches, Charlotte? -le preguntó sin más preámbulos el chico. Charlotte asintió sentándose rápidamente en toda la arena de él lugar.
San sacó a Shiber de detrás suyo mientras decía "¡Ta-da!" como si de una entrada triunfal se tratase. Sin duda, ese peluche ha significado mucho para él, era su único amigo cuando en el jardín de infantes le molestaban por su gran personalidad. ¿Muy estúpida, no? Las personas ya no hayan ningún otro motivo para molestar que se burlan hasta de las virtudes. Uno de los recuerdos que tiene -con algo de vergüenza- es cuando por las noches lloraba en silencio en su habitación llena de peluches y estrellitas que decoraban el techo, simulando el mismísimo cielo. Se aferraba a su peluche y sorbiendo su pequeña naricita, le decía "Todo pasará ¿verdad, Shiber? Pronto tendré muchos amiguitos que me protegerán".
La pequeña abrió sus ojos y quiso tomar el peluche, más su timidez aún seguía en pie.
ーSe llama Shiber, y quiere ser tu amigoーse puso el peluche en el rostro y simuló hablar como talー. ¿Quieres ser mi amiga, Charlotte? ¡Woof!
La pequeña rió y finalmente, habló más claro.
ー¡Claro que quiero ser tu amiga!ーpuso sus manos en las "mejillas" de Shiber y las apretujó con cuidado.
ー¿¡En serio!?ーmedio gritó San feliz. La contraria asintió riendoー. Tengo una amiguita ahora!ーcelebró sonriente.
Y así concluyó la tarde, basada en juegos sobre ataques a un castillo, risas por doquier, charlas animadas y sonrisas incompletas por parte de ambos. Las madres se hicieron buenas amigas, por lo que se reunieron en la casa de la mamá de Charlotte a tomar el té. Los pequeños subían por las escaleras felices, saltando de escalón en escalón con los pies juntos mientras soltaban risitas.
ーY esta es mi habitaciónーhabló Charlotte abriendo la puerta. San quedó embobado; había una gran cantidad de peluches, de todos los tamaños, colores, materiales, formas y más posibles sobre unos estantes colgando de la pared. La habitación morado pastel se veía muy simple a primera vista, sin embargo al adentrarse es como entrar en una jungla; al parecer a la pequeña Charlotte le gustan los juguetes. San miraba de un lado a otro sin poder creer lo que veía ¿Acaso era un sueño hecho realidad? Si ese fuera el caso, no tendría ni la más mínima intención de despertar.
🌱 Sin duda, este era el comienzo de una gran amistad. Una de las que son únicas, brillantes, puras y lo más importante, una de las cuales se encuentran una vez en la vida 🌱
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꒰ ﹫ : 𝗣𝗟𝗔𝗬𝗚𝗥𝗢𝗨𝗡𝗗!
Short Storyㅡ¡se bienvenida a mi patio de juegos! ━━━━━━━━━━━━━ soft story inspiración y relación con la canción "Welcome To My Playground" de NCT 127 two shot fecha de publicación: 08/03/2019