Capitulo 3: Visita inesperada y malas noticias 3/3

75 9 12
                                    

Pov Ross

¡Dios, éste hombre! Si él supiera todo lo que está en juego si abro la boca.
Las personas que me agarraron justamente cuando venía hacia acá, me golpearon y amenazaron; me dijeron que si le decía algo a Aarón de lo que ellos me dijeron que no sólo me van a matar a mí sino a Aarón y a su familia. Es por eso que no quiero abrir la boca, si lo hago seguramente ésto puede empeorar. Después de haberme dicho eso pensé que me iban a dejar ir, pero no, me golpearon más todavía. Vine hasta acá como pude y ahora éste hombre me está presionando.
Siento que en cualquier momento comenzaré a hablar, y él me conoce muy bien, bastó con decir algo sobre la seguridad de él y su familia que tuvo algunas reacciones instintivas como por ejemplo; abrir los ojos cual huevo frito. Cuando me oí decir eso me puse rígido y mi cuerpo entero se tensó —me di una patada en el culo mentalmente—, Puedo apostar a que se dió cuenta, además soy tan estúpido que me he reído de una manera nerviosa... ¡Mierda! Aarón sabe que cuando me río así y sin ninguna razón, algo anda mal...

Pov Ilse

Vengo con mamá aun lado de mi para ver en donde están papá y mi tío, nos
alcanzo a distinguirlos entre los que estan en la sala, supongo que siguen en el despacho.
- Mamá, ire a ver en donde se encuentran papá y el tio Ross - le comento a ella para que no se preocupe debido a que sigue demasiado tensa con todo esto. - vamos hija te acompaño - me responde mi madre, yo solo asiento.
Pero haciendo memoria y analizando a las personas que se encontraban en la sala no pude localizar a Keren ni a Natasha me pregunto en donde estarán....

Cuando mama y yo estamos ya por entrar al despacho Astrid una de mis hermanas llama a mamá para que vea un asunto importante con ella .- hija ahora vuelvo, busca a tu papá y a tu tío- me dice mientras Astrid se la lleva bajando las escaleras que hace unos minutos subíamos. Me deja sola, mientras yo aun me dirijo al despacho antes de llegar empiezo a oír un poco de lo que estan hablando papá y tío Ross, pero mas bien hablando parece que estan gritando.
-Entiende Aarón no te lo puedo decir es por el bien de la familia. No quiero que les pase nada malo a las niñas!. - le dice el tio Ross a mi padre.  -tu me dirás que esta pasando o te juro que..-  En ese momento entro al despacho para evitar una discusión mas fuerte entre papá y tio Ross.
Ambos miran asombrados por el hecho de haber entrado sin tocar la puerta. - hola- solo me limito a decir eso. Parece que a papá y mi tío se incomodan ante mi llagada. -hija en donde estan tus hermanas y tu madre? - me pregunta papá. - ellas se encuentran en la sala padre. Vine a  buscarlos porqué ya estabamos preocupadas debido a que no bajaban- acoto respondiéndole  a mi padre mientras me dirijo para abrazar al mi tio. - hola tio como sigues?- le digo mientras acercó mi brazo a su hombro derecho. Algo extraño pasa en mí cuando mi mano toca su hombro , de un momento a otro todo se oscurece y observó miles de pensamientos, de ideas, miles de recuerdos pasan frente a mi, entre todos esos momentos que observó puedo distinguir al tio Ross tratando de esconder algo, no alcanzo a distinguir que es ese algo debido a que ese recuerdo se esfuma, aparece otro recuerdo y veo que unas personas se acercan a mi tio  y lo comienzan a golpear, prestó demasiada atención a esa escena y no, no logró ver los rostros de esas personas. De pronto vuelvo a la realidad, me doy cuenta que mi padre lleva minutos hablandome - Hija - solo alcanzo a escuchar eso debido a que sigo pensando que demonios me acaba de ocurrir. -Ilse! Estas bien- reaccionó porque mi padre casi me esta gritando. - Eh.... Si papá estoy bien, vamos a la sala que mamá debe estar esperándonos- me limito a responder a mi papá.- Esta bien, ayudame con  Ross- me dice mi padre, yo solo asiento. - Que situación mas extraña- pienso - definitivamente esto lo hablare con mi abuela...
----------------------------------------------------
Pov Natasha

Me encontraba afuera de casa meditando en todo lo que habia pasado, eran aproximadamente los once de la noche, hacía algo de frío, el cielo estaba asombrosamente negro con matices azules y estrellado, la luna llena era la única que alumbraba un poco, estaba sentada en una roca mirando al oscuro bosque cuando algo llamó mí atención; había un venado atrapado entre unas ramas, decidí en ir a ayudarlo, gracias al Dios me fue muy fácil hacerlo. Cuando ya estuvo libre me alegré por haberle salvado la vida, cuando quise dar media vuelta para volver a dónde estaba, me empezé a sentir mareada... sentí que mi cabeza daba mil vueltas, un sudor frío me recorrió la espalda, mis manos empezaron a sudar y mi aire empezó a faltarme.
Me senté en un tronco que estaba a mí lado y no recuerdo más...
Pensé haberme quedado dormida cuando me di cuenta que estaba aún en el tronco, cuando me levanté para volver a casa sentí mis pies... ¡Oh, Dios Mio! mis pies ahora eran patitas, con garras, mi cuerpo estaba lleno de plumas y era muy pequeña —bueno, ni en mis sueños puedo ser grande, ¡Mierda, lo que estoy pensando ahora!—, me acerqué como pude, tambaleándome y con sumo cuidado, ya que esto es nuevo para mí, a un lago que había a unos metros, y vi mi rostro en el reflejo del agua, ¡oh, Dios! esto era aún peor, ¡era una lechuza! ¡¿Por qué grito?! ¡Ay no, ésto no está bien! ¿Qué hago? ¿En qué momento había pasado ésto? —inhala y exhala, respiro y suelto, uno, dos... Mierda esto no me calma—, Bien, tranquila, Natasha, vos podés, ¡Y me sigo hablando sola!... Si soy una lechuza, puedo volar, ¡Oh, mierda, puedo volar! Okey, basta, a la cuenta de tres... Uno, uno y medio, dos, dos y un cuatro, dos y medio y... ¡Tres!... salí corriendo, abrí mis alas y logré un poco de vuelo –digo poco porque por la emoción del momento me olvidé de mirar al frente y me estrellé contra un árbol y termine desmayada. Y sí, ni siendo lechuza dejo mí boludez de lado–,  A la mañana siguiente amanecí desnuda, ¡sí, desnuda! en pleno bosque, ¿cómo había podido estar desnuda en pleno bosque? a menos que... ¡Oh no, no puedes ser! todo lo que paso ayer no era un sueño, ¡fue real!
Tengo que contarle esto a la abue, quizá ella sepa que fue lo que me paso.

Saga #1 Los Sikuts: La gema escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora