Dos

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Sabía que sería yo. Mi corazón palpita rápido, hago dos respiraciones profundas, levanto mi cabeza y abro los ojos. Me percato de que toda la atención está en mí y entiendo que debo ir. Salgo al pasillo y me arreglo el cabello, sería imposible que James no me viera. Subo al escenario y me pierdo de este mundo. Clavo mi mirada en la de mi mamá, noto como lucha para parecer fuerte, yo lo hago también. Vuelvo mi atención hacia mis amigas, Yara y Lecky. Son las únicas a las que he logrado hablarles en la escuela. Pero no fue ahí donde nos conocimos, no, ellas viven cerca de la casa de James. A mi me gustaba ir a caminar por ahí y un día comenzamos a hablar, se dieron cuenta de que no era lo que todo el mundo creía. Volteo también a ver a Mo ¿a qué se refería con tiempos difíciles? No importa, eso no importa ahora. Me concentro en planear una estrategia, tengo que volver, no me voy a rendir tan fácil.

Y entonces... la frase que más detesto me vuelve a la realidad.

-¡Felices Juegos de Hambre! ¡Y que la suerte esté siempre de su lado!- ¡JA! Que fácil es decirlo siendo del Capitolio.

Una mano me da la vuelta hacia el Edificio de Justicia y es ahí cuando reparo en quien es el otro, mi "compañero" de distrito, ese a quien me tendré que enfrentar tarde o temprano... ¡No puede ser! ¡La suerte nunca pudo estar tan menos de mi lado que en ese momento!

-Vamos querida, vamos. No podemos ir tarde, corre- Esa chica tan arreglada me habla con su irritante acento del Capitolio y me dirige hacia dentro. Le sigo el paso con la mirada hacia el frente, no lo quiero ver, no puedo verlo.

-Muy bien- Nos sienta a los dos en un sillón en una parte circular del lugar que está rodeado de puertas y nos mira con una enorme sonrisa.- Yo soy Fay, Fay Odile, pero eso ya deben de saberlo ¿verdad?-Ninguno de los dos responde. Su vos tan alegre me irrita tanto que quiero ignorarla, pero no puedo.- Ok, aquí esperaran mientras alguien viene a despedirse ¿sí? Y si quieren pasar un tiempo a solas pueden ir a los cuartos. Este de aquí,- Señala la puerta que tengo a mi izquierda- es para ti, James. Y este otro,- Señala la puerta de la derecha- Es para... ¿Milla, cierto?- Los dos asentimos con la cabeza.- ¡Maravilloso! Entonces volveré por ustedes en un rato.- Pasa por el lado de James y entra a una puerta que queda justo detrás de nosotros.

-Hola- Siento como la cara de James gira hacia a mi. No, no puedo, no puedo quererlo, no justo ahora.- Am... ¿piensas quedarte a esperar aquí?- Volteo a verlo con la incredulidad de que me esté hablando. Y me sorprendo cuando me encuentro con que él está sonriendo ¿Pero es que no entiende la situación?- O... ¿entraras al cuarto que dijo Fay?- No puedo seguir mirando su sonrisa, es tan encantadora. Volteo hacia el frente sin responderle y con una expresión fría, no puedo caer en este momento.

James se inclinó para tomar mis cosas y me sonrió << ¿Te acompaño a tu casa?>> ¿Acaso sí iba para burlarse? Jamás me había fijado en su sonrisa y eso me desarmó, se me subieron los colores al rostro. No quería que se notara que me había debilitado con solo un pequeño arco en sus labios. Tomé todo lo que pude y me levanté rápido <<No>> Ni siquiera sé si me escuchó. Corrí, corrí hasta que llegué a mi casa y jamás me volvió a hablar.

¡NO! Demonios, estoy pensando en él, no puedo quedarme aquí a lado suyo. Me levanto de golpe y voy directo a la puerta, la cierro con una fuerza increíble. Lo primero que veo es un sillón de piel, me acuesto y rompo a llorar. Saco todas las lágrimas que me he guardado durante años, por mi padre, por lo juegos, por Yara y Lecky, por mi mamá, por James...

No han pasado ni dos minutos cuando tocan la puerta y me siento lo más rápido que puedo, me limpio las lágrimas a pesar de que será imposible borrar la huella de mi llanto. Me preparo y finjo ser fuerte para recibir a mi visitante, me siento débil cuando abre la puerta y me brinda una sonrisa de compasión. Moller Stub, está en el umbral de la puerta para despedirse, a decir verdad jamás me hubiera esperado su visita.

I'm not the MokingjayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora