- ̗̀❀˖◦̥̥̥̥ el diario de feelings.

01; cuándo comenzó a ocurrir.

Ese día se despertó más temprano que de costumbre; estiró los brazos al aire y bostezó suavemente. Podía escuchar que algo se freía en el aceite desde la cocina, el aroma a comida que se filtraba por su puerta lo delataba. "Seguro es mamá".
Feelings sonrió; su madre estaba haciedo el desayuno.

No todas las crew's tenían una mamá, se sentía afortunado.

A tientas se levantó de la cama, había dormido con pantalón, camiseta e incluso zapatos puestos gracias a jugar cierto videojuego hasta tarde, se encogió de hombros, así no necesitaba vestirse.
Sólo estiró una de sus manos para tomar la chaqueta de colores sobre la silla que tenía junto a su cama, abrió la puerta de su habitación y se la colocó mientras bajaba las escaleras.

Un par de gritos y quejas se escucharon tras cada escalón que bajaba. Una voz masculina y otra femenina.

Bajó los últimos dos escalones de un salto, y al incorporarse pudo ver que ocurría; eran su hermano y su hermana, porque sí, feelings tenía dos hermanos.
También se sentía afortunado por ello, realmente, pocas eran las crew's que tenían una familia tan "numerosa" cómo lo era la suya.

─ ¡te digo que no soy gay! ─su hermano mayor se cubría con ambos brazos, pues la joven de cabello castaño tenía uno de sus zapatos en mano, apuntándole.

─ ¡Que yo te ví, no me mientas! ─y prontamente, el zapato se estrelló varias veces contra toda área disponible del más grande de los tres hermanos presentes; el menor, feelings, sólo observaba.
Normalmente una escena así le habría hecho reir, o quizá lograría arrancarle una sonrisa, pero no, no sentía gracia, el panorama no le había causado nada.

Tocó su propio pecho, ladeó la cabeza y esperó unos segundos, quizá su carcajada se había atorado en algún lado.
Pero no, nada.
Encogió sus hombros. Luego de la escuela visitaría al doctor, al fin y al cabo, era algo que todas las crew's debían hacer almenos un par de veces a la semana.

La despedida de su madre fue rápida cómo siempre, un beso en la mejilla, un abrazo, y un cariñoso "pórtate bien, o me las arreglaré contigo", ¿por qué nunca escuchaba que a sus hermanos les dijera lo mismo? Ellos ya tenían la ventaja de poder retrasarse a llegar a la escuela, ¿también se libraban de los castigos?

❍

"Crew's School", esperaba no ser el único al que aquel nombre le sonaba extraño.

Subió dos pisos entre pasillos y escaleras sin mucha prisa, en las paredes había un par de folletos pegados, "club de arte", "club viola-botones", "club de deporte", "club de desvirgues". Eran los mismos clubs que encontrarías en cualquier escuela, quizá por ello no le atraían.

Reconoció la puerta de su salón de forma prácticamente automática, entró, se encaminó a su asiento y... oh, ahí estaba otravez.

Sus ojos se rodaron en un gesto de puro fastidio.
No sólo tenía familia, había un par de personas fuera de los lazos sanguíneos que estaban ligados con él;
había un chico que lo odiaba; una chica que parecía tenerle amor y lo defendía del que lo odiaba; un chico que no lo defendía del que lo odiaba ni decía amarle pero que tal parece lo admiraba; una chica que no lo odiaba, no lo amaba ni lo defendía u admiraba, pero le tenía miedo; otra chica que no lo odiaba, no lo amaba ni lo defendía, tampoco lo admiraba y mucho menos le tenía miedo, pero decía ser la que lo hacía heterosexual; otro chico que no lo odiaba ni lo amaba, no le admiraba ni lo temía y tampoco lo heterosexualizaba, sólo lo toleraba; y una chica que no lo odiaba ni lo amaba, y tampoco lo admiraba o le temía, mucho menos lo hacía heterosexual, o lo toleraba, ella sólo le preguntaba a todos los demás "¿que carajos es la crew feelings?" Porque no sabía.

Aunque, volvamos con el que lo odiaba.

Ese muchacho se tomaba la tarea de diariamente ir y escribir un par de cosas poco gratas en su pupitre, sin contar el que le dejaba una carta con una de las razones del porqué lo odiaba, cada día era una razón diferente.
Respiró hondo, buscó serenidad dentro suyo y no arrugó el papel, sólo lo dejó por ahí.

─ ¿otra más? ─se escuchó detrás suyo.
El muchacho dueño de aquella voz se sentaba en el puesto de atrás, era "ft-".

Le ganaba en altura por un centímetro y medio y a simple vista podías notar que era más desordenado que él, siempre tenía alguna venda o curita en alguna parte visible del cuerpo... y en las que no seguramente también, se atrevía a apostarlo.

─ ¿adivina qué? Ayer aprendí otra pirueta, tomas impulso, saltas y... ─y también hablaba mucho, era demasiado activo.
Cada crew era diferente, con una personalidad irrepetible. Si tuviera que describir la de ft- podría tomar "indomable", "alocado" o quizá "tonto". ¡y no era por ser grosero! El era amigo suyo, pero también era increíblemente descuidado, incluso torpe, todas las vendas de colores en su rostro, piernas y manos lo reafirmaban.
Aunque era comprensible el porqué.

Así cómo cada crew era diferente, cada una tenía diferente energía, la energía con la que corres, ríes, gritas, esa energía. le llamaban "integrantes", aunque los doctores preferían usar "usuarios".

─ ...pero aprendí que esa pirueta no puede hacerse dentro de casa, me caí de las escaleras y cuándo me levanté volví a subir para intentarlo otravez y...─ y podía notarse que ft- tenía mucho de eso.

─ hey, ya entendí, no tienes que-...

─ ¡mira, voy a enseñarte! ¡vamos al jardín! ¡alcánzame! ─el más alto hechó a correr, salió del salón y se quedó ahí, mirando a feelings con una sonrisa ansiosa desde la puerta.

Feelings admitía que algunas veces la actitud aniñada contraria le daba ternura, rodó los ojos por segunda vez, aunque ahora estaba sonriendo.
Se levantó de su asiento y en cuánto tal cosa ocurrió ft- volvió a correr por el pasillo, feelings fue tras él.

El chico de las vendas siempre había sido más rápido, pero no, esta vez juraría que iba a alcanzarlo antes de cruzar la puerta que llevaba al patio.
Presionó el paso e intentó correr más rápido; de pronto sintió algo extraño.

Algo parecido al flash de una cámara lo cegó por un momento, no sintió sus piernas tocar el suelo o volver a moverse, no podía decir si seguía corriendo, porque no lo sentía. De hecho, tampoco sintió el momento en el que cayó al suelo, y se quedó inconsciente.

─────

.
.
.
.
.
.
.
.
.
/rUN.