Prólogo

805 99 19
                                    

Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, sólo el amor que les tengo.

---

«Si, si, si» piensa Monoma, viendo la espalda de Shinsou cuándo corren detrás de un villano «Esta es mi oportunidad».

Una heroína se interesó en  sus particulares, así que finalmente habían entrado al campo de batalla; haciendo trabajos como sus pasantes. A Shinsou generalmente lo llevaban a tomas de rehenes, para negociar con el secuestrador. A él, en cambio, lo dirigían a trabajos más variados; todo aquél en que necesiten apoyo, prácticamente. Aquél que pueda copiar el quirk de sus compañeros nunca estaba de más, y eso era algo de lo que se enorgullecía.

El día de hoy, cuándo finalmente ambos habían terminado el trabajo asignado y con eso, la semana de prácticas; ambos volvían a la agencia, cruzándose al otro una calle antes de llegar.

—Shinsou-kun, ¿Cómo estuvo tu día? —pregunta Monoma al doblar en una esquina.

—Igual que los otros, supongo —responde mientras rasca su cuello, Monoma lo observa levantar la mirada y a sus ojos centrarse en algo, mientras su cuerpo se mantiene en el lugar—. Mira.

El rubio lo hace, y entiende. Frente a la agencia a dónde se dirigían había un Banco, donde pareciera que unos malhechores habían intentado robar. La policía ya estaba en escena, llevándose a los culpables; pero en un descuido uno de ellos se había soltado y escapado.

—Adelantate —atina a decir Monoma, Shinsou afirma con la cabeza y va detrás del criminal. Él va primero a otro lugar, mientras llama a la heroína bajo quien estaban a cargo para ponerla al día.

«Está realmente acostumbrado» piensa Shinsou, corriendo detrás del ladrón. Viendo como salta sobre cualquier obstáculo que le pueda aparecer. Ya intentó usar su quirk contra él, pero no importaba lo que intentara; no respondía a sus palabras. También probó por atrápalo con la cinta, pero este esquivaba todos los ataques mientras seguía corriendo.

Un par de minutos después, y él sigue corriendo, notando como poco a poco le gana distancia. No tiene tiempo de celebrar, porque el villano también lo nota; dándose vuelta para hacer su ataque. Cuándo ve como pone ambas manos en su pecho, tierra se levanta del piso para atrapar la pierna del criminal.

—¡Atrapalo! —grita Monoma desde atrás. Cuándo Shinsou aprovecha la inmovilidad del malhechor y lo hace, su compañero pasa a su lado y se dirige al ataque. Dándole una pequeña descarga eléctrica cuando este intentaba soltarse.

Hitoshi se acerca hasta Monoma, escuchando la sirena policial acercándose. El rubio se arreglaba su fino cabello detrás de la oreja; mientras observa al ladrón.

—Debe ser terrible —ríe Monoma con burla— ser vencido por lo ataques de sus compañeros. Pero que pena me da.

—Púdrete enfermo —susurra el villano, para luego sentir una agarre más fuerte de las cintas que lo atan. Monoma entonces gira el rostro para observar a Shinsou, mostrándole una de aquéllas sonrisas burlonas que lo caracterizan.

Hitoshi llega hasta su compañero, bajando la vista un momento para comprobar de que las heridas del villano no sean serias; cruzando con su mirada. Oscura, aterradora. Con los labios levemente curvados en una sonrisa. Luego vuelve a levantar la mirada, hacia Monoma; y su visión se vuelve borrosa.

Frente a si tiene a Monoma, pero no ¿Es alguien más? Es otro Monoma. Este también sonríe, pero de forma dulce; suave. Con una mirada tranquila. Lleva ropa de otro tiempo, que pareciera de la realeza. Una mano se eleva, con una larga manga púrpura cayendo por su brazo. La mano llega hasta la mejilla, y acaricia. Viendo como estas se tiñen de un tono rosado, su cabeza palpita mientras siente un toque —primero suave, luego firme— contra su nuca. Lo último que recuerda son los enormes ojos grises acercándose.

Monoma observa a Shinsou, cuándo este le devuelve la mirada; nota como sus ojos se ponen en blanco, y su cuerpo comienza a tambalearse. Llegando justo a tiempo para sostenerlo antes de que caiga, escuchando la sonrisa del ladrón desde el piso.

Memorias en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora