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Era un día normal como todos el Zarist estaba en su oficina firmando los papeles que le correspondía en ese día.

El zarista estaba agotado ya que llevaba más de 8 horas haciendo esto y casi no había dormido la noche anterior.

Estaba cansado y un poco estresado de todo el trabajo.

Al cabo de unos cuantos minutos tocaron la puerta de su oficina.

-Señor alguien vino a visitarle. -

-Dejalo entrar. -

Después de eso se escuchó la puerta abrirse y cerrarse y luego unos pasos que se dirigían a su posición

El zarista levantó la mirada viendo quien era el que venia a interrumpir su trabajo.

-Qué haces aquí Kaiser?-

-Vine a hablar contigo Zarist. -

-No hay nada de que hablar entre nosotros, así que hazme el favor de retirarte si no tienes nada más que decir. -

El alemán se acercó más al escritorio del zar para poder apoyarse en este.

-Entonces dime que fue lo que hice para que me odies de esa forma?! -

El zar se sorprendió un poco ya que no se esperaba esta acción del contrario, pero su semblante cambió a uno serio y enojado.

-Tu sabes muy bien el por que te odio de esa forma. Así que deja de darle vueltas al asunto y retirarte de aquí por favor! -

-Eres consciente de que solo quiero arreglar este problema! -

-No me importa lo que intentes hacer, lo echo está echo y punto! -

La discusión continuó por unos cuantos minutos llegando a que ambos se agarraran a golpes en el lugar.

-Deja de jalarme el pelo maldita sea Kaiser! -

-Tu deja de moverte tan brusco! -

Ambos con esta pelea habían terminado en una posición un poco incómoda.

El zar al darse cuenta de la posición en la que estaban dejó de moverse y se sonrojó.

-Al fin dejaste de moverte. -

-Q-quitate de encima maldita sea! -

El alemán al darse cuenta de lo que estaba pasando se quito de inmediato de encima del zar.

-Perdón por eso. -

-Solo sal de aquí, no quiero verte en este momento. -

Dicho esto al alemán no le quedó de otra más que salir de la oficina e irse del lugar.

El zar se levantó de donde estaba y se acomodó la ropa y un poco el cabello, ya que esté era el que más estaba desarreglado.

-Dios no lo aguantó, juro que algun día tomaré mi venganza. -

Dicho esto empezó a recoger los papeles que habían salido volando en la pelea.

Al terminar de recogerlos y ponerlos en su lugar, fue de vuelta a sentarse para seguir haciendo en papeleo que anteriormente estaba realizando.

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Al cabo de 2 horas de terminar de hacer el papeleo, se levantó y salió de la oficina directo a su habitación.

Estaba cansado y lo único que este quería era por lo menos dormir un poco, ya que tenía que despertarse temprano para la reunión de mañana.

Al llegar y entrar a la habitación el zar fue a cambiarse por algo mas cómodo y fue directo a su cama para luego caer dormido sin darse cuenta de que alguien se asomaba por la puerta entreabierta.

-Te juro que haré lo posible para que puedas volver a confiar en mi. -

Después de esto el sujeto cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido y se retiró del lugar sin que los guardias se dieran cuenta.

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//Del Odio Al Amor//CountryHumans//(Pausada)(Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora