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Están en los últimos días de febrero y por tanto el invierno se acaba para Japón Kagami solo quiere gritar un "POR FIN" debido a eso al llegar a su salón se extraña al no ver esta vez una carta y pronto su mirada se desilusiona era obvio que solo era una broma y quizás cuantas más le harían.

Suspira cansado y deja que su mal humor se apodere del todo el resto de la jornada, hasta que toca el último descanso piensa que quizás es chico de las cartas tenga cosas que hacer, así que solo espera.

Cuando vuelve al salón es grande su sorpresa al ver aquella carta en su mesa, corre de forma rápida saliendo de su salón buscando con la mirada algún indicio, pero parece que fuera nulo hace una mueca decepcionada y se dispone a entrar nuevamente a su salón.

Una cabellera azulada se hace presente y se rasca la oreja de forma desinteresada.

Jodida mierda eso estuvo muy cerca.. –el moreno suspira, pero no se salva del susto propinado por la sombra de Seirin–

¿Qué haces aquí, Aomine-kun?

AH!? mierda, Tetsu deja de aparecer de la nada. –el moreno suda frío y intenta maquinar una excusa perfecta para escaparse–

Viniste a dejarle una carta, a Kagami -kun de nuevo – las palabras murieron en la boca del moreno, las afirmaciones más que preguntas por aquello lo habían dejado bastante pasmado–

No sé, a qué te refieres. –dicto de forma rápida haciéndolo sonar un poco débil –

....  –El más bajo escanea con la mirada al más alto era tan obvio mintiendo suspiro por el momento lo dejaría pasar sabía lo esperanzado que estaba su luz con esto así que solo hizo el tonto– Óh, entonces qué haces aquí en Seirin. No tenemos juego de práctica con Tōō. Tú dejaste claro que odias caminar, sin embargo cruzaste media ciudad para llegar aquí y nisiquiera estás con Momoi-san.

El moreno se queda sin escusas que dar y suelta todo lo más rápido posible para librarse de la mirada recriminatoria de su ex sombra.

—Estoy enamorado de Kagami. Tanto que no sé cómo decirlo, así que sí cruzó media ciudad solo para llegar más temprano que el y dejar una carta siendo pareciendo una puberta enamorada. – Las mejillas del moreno se encienden y Kuroko no puede evitar sonreír sus luces ambos eran lindos juntos–.

Solo...no lastimes a Kagami-kun, te cortaría la polla si se que lo haces llorar o incluso te haría desaparecer.

– Aomine asiente algo aterrado mientras ve a su sombra irse suspira cansado la razón de por qué no pudo aquella mañana fue simple se había quedado dormido intentando estudiar para el examen de Biología no debía reprobar lo o iría a exámenes y clase extra.—

Pero se había tomado la molestia de salir de clases antes solo para poder ir a dejar la carta a su chico.

Entonces piensa que es mejor irse la idea es que el pelirrojo aún no sepa su identidad. Y se marcha de forma rápida.

"Me encanta que seas una bestia de baloncesto eso es jodidamente atractivo por cierto bebé no soy un acosador solo soy tu admirador. Te daré una pista sobre mi .Nadie ha podido vencerme como lo has hecho tú."

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Cartas de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora