Estoy Contigo

¿Por qué sigues aquí?

Al momento en el que Poppy logró entrar en el bosque, algo en su interior comenzó a estrujarse. No le gustaba la idea de abandonar una fiesta, y no cualquier fiesta, si no la más importante de su vida.

(Tal vez aun pueda regresar). Pensó.

No. Ella había hecho una promesa y ella la cumpliría, aun si se lo prometió a quien no debía.

No estaba segura de cuanto tiempo había pasado, pues era difícil tomar en cuenta el tiempo cuando intentabas no perderte. Se preguntaba si alguien ya sabría de que se fue, si algún berteno o troll le dijo a sus amigos que salio en dirección al bosque ¡o si alguno de ellos la siguió! Sacudió su cabeza al darse cuenta de lo paranoica que sonaba.

 Tonto Ramón y las manías que le pegó.

Siguió su camino hasta que vio unos pequeños brillos en el suelo, sí, estaba en el camino correcto. Aquí fue donde tuvo su pequeño percance el día anterior con una de las criaturas que habitaban por estos rumbos.  Siguió aquel pequeño camino brillante hasta que no quedó más por seguir.

Sacó de su cabello ambos pequeños vasos de ponche mientras caminaba con sigilo.

-Hola-. Habló bajo. Lo que menos quería era llamar la atención de alguna criatura que estuviera por ahí.- ¿Hay alguien?

Unas cuantas hojas sonaron frente a ella. Tragó saliva, toda su seguridad se había esfumado en cuestión de segundos con sólo ver las ramas de los arbustos moverse. Pero después sus miedos se fueron al ver unos colores turquesas asomarse.

-Poppy, si volviste.

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En la fiesta las cosas continuaban  tranquilas. Habían comenzado algunos juegos de parejas para una mejor convivencia y era algo verdaderamente digno de ver.  Al tener diferentes tamaños y proporciones trolls y bertenos, tuvieron que cambiar algunas reglas, lo cual lo hizo más divertido.

Bridget, también se había unido a los juegos, pero al no ver a su mejor amiga se acercó a Ramón, quien se encontraba viendo divertidos como se montaba toda esa situación.

-Hey Ramón.

-Hola Bridget. ¿Puedo ayudarte con algo?

-Bueno, realmente sólo venia a preguntarte si has visto a Poppy. Están por iniciar otra ronda de juegos y quisiera tenerla como equipo-. Ella sonrío por la emoción, realmente le agradaba este tipo de actividades y compartirlo con su gran amiga rosada seria lo mejor del mundo.

-Lo siento Bridget, en realidad no la he visto desde que fue por...- Se mantuvo unos instantes en silencio-...su ponche-. Colocó una mano en su barbilla pensando. Esto no era normal en Poppy, si algo conocía muy bien él de ella (en realidad todos) era que jamás se perdería una ronda de juegos por nada en la vida. Y si no estaba con Bridget y sus otros amigos ¿dónde estaría?

-Oh bueno, tal vez este atendiendo algo de reina-. Bajó un poco su cabeza-. De acuerdo, si la vez podrías decirle que se una, claro, si ella quiere.

-Claro, no te preocupes.

-Gracias Ramón.

Él se despidió con su mano, aun teniendo su cabeza con mucho que pensar.

(¿Ahora en que te has metido Poppy?) Sabia de antemano que desconfiar de esa manera de ella no era bueno, pero sabiendo que en ocasiones resulta ser bastante impulsiva sólo hacia que estuviera intranquilo, y ahora viendo que se ha perdido los juegos de una fiesta hacia que sus sospechas aumentara más.