Pruebame

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Había estado siguiendo el rastro del rubio, sabía cada lugar, cada hotel, cada cantina que en los meses pasado habían sido su refugio intentando apagar aquel ardor en su alma y corazón, el haber perdido al ser humano que más ha amado, el dejarlo en las manos de otro y ver como poco a poco aquel que creías tu amigo toma lo que amas partía su corazón lentamente no podía odiarlo, él lo protegía como rayos podría hacerlo.

Ash había soltado y cortado tantas veces el hilo que los unía,que llegó al grado de desebrarse, lo peor fue cuando probó unirlo a alguien más, si bien Eiji nunca se lo permitió en una de sus jugadas más crueles lo había unido a sing. Quien creía que sólo sería un consuelo, que sólo se veían como amigo y nada más había comenzado a madurar y a notar la hermosura del alma del mayor incluso si sólo eran llamadas y vídeos podía notarse que el más joven ya no sólo lo veía como un amigo.

Ver con tu lazo se borraba y uno nuevo se forjaba era demasiado, quizás no había visto a Eiji con Sing pero el ir a visitar a tu amigo y escucharlo charlar tan dulcemente con el amor de tu vida, regalándole palabras tan dulces como la miel, similares a las tuyas y escuchar la risa que creías sólo tuya para otro era devastador, por lo cual el alcohol, el sexo y cualquier actividad que sacará de su mente el recuerdo de su amado era la elección más fácil y perfecta; sin embargo su cuerpo lo pedía a gritos, ese vacío que crecía en su alma y cuerpo pedía que se uniera a el, algo que deseaba tanto y no pudo por el miedo de perderlo.

Miedo de volverse lo que tanto odiaba aquellos despreciables cerdos que abusaron, usaron su cuerpo cómo podría si quiera pensar así de Eiji pero era imposible, esa imagen rondaba su mente y ahora se volvía una escusa para usar a cualquier hombre que se pareciera a su precioso japonés, llevarlo a la cama y luego votarlos sintiéndote una basura por hacerlo, el volverse una "puta" por tu propia necesidad.

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En eso piensas no es verdad -Un chino de cabello largo admiraba las fotos y vídeos tomados por su investigador-no debo dudar es mi momento... por fin puedo tomar lo que debió ser mío, desde que te Vi lo supe Ash...no Aslan- saborear aquel nombre era una delicia en sus labios
-Hoy por fin estaremos juntos...-acaricio aquella foto.

Esa noche el lince volvió a la caza empezando a ligar con cierto tímido extranjero que se encontró.

-¿Eres más joven que yo?- El otro sólo miró al rubio cabizbajo

-¿Entonces qué haces aquí? un pequeño conejo, no deberias venir en temporada de caza podrían comerte- se atrevió a acariciar su rostro, la piel no era igual ni la profundidad de los ojos de aquel chico pero se veía esa pureza tan anhelada para el otro. Pero de pronto alguien llamó su atención, no, más bien una silueta fue quien lo atrajo entre las luces y bailes pudo distinguir un chico de cabello negro corto, piel blanca, ropa algo casual, mál escogida quizás, pero tenía ese toque que rozaba en la inocencia se parecía tanto a él, pero tenía que seguir no podía ser, él no vendría aquí no de nuevo pero si lo era quería verlo aunque fuera solo un momento tenía ganas de verlo...

Siguió aquel chico sin poder alcanzarlo,parecía que incluso los que le rodeaban impedían su reunión con fuerza consigio alcanzarlo, hasta llegar a la zona privada y encontrarse con él, debido a la poca luz apenas podía ver su silueta así que se atrevió a llamarlo

-E...Eiji... ¿eres tú?- tenía miedo de saber, pero quería hacerlo, aún cuando el alcohol que había ingerido lo hiciera ver visiones esto era demasiado, el otro no contesto solo ladeó la cabeza suavemente y abrió sus brazos, quizás todo era un sueño pues su cuerpo se sentía tan tranquilo y sereno como si el aire lo durmiera callo entre los brazos del otro, no era el aroma que recordaba dulce y cálido, pero no era un mal aroma... era más intenso y más fuerte, se dejó llevar cuando aquellas manos le rodearon y acariciaron su cabello y espalda.

-Ash... Aslan...- no podía escuchar bien, quizás solo era su imaginación pero aquella forma de llamar su nombre era demasiado, su cuerpo se adormecía apenas podía distinguir pero sus ganas de besar a aquel chico fueron demasiadas. Se levantó poniendo sus manos en su hombro y le besó, un cálido manjar sentía que se derretía con el más suave roce de sus bocas poco a poco fue demandando más atención su mano bajo las ropas del otro, podía oír los gemidos suaves y nada más, no le importaba si los descubrían lo necesitaba tanto, sentir su calor su sabor no podía perderlo.

Aquel beso le hizo desear más, bajo sus labios por su cuello dejando pequeñas marcas de besos lamiendo, saboreando cada gota de sudor de cada rincón de su piel, el lugar se llenó pronto con gemidos y suaves balbuceos no importaba si no le veía bien, con sentirlo era suficiente.

Succionó su hombro marcándolo por igual, su aroma era delicado como el de Eiji no le importaría si fuera un sueño lo disfrutaría, bajo a sus tetillas, eran tan suaves y dulces cual caramelos los devoró -Parecen botones de goma... No los usas mucho verdad...-

El otro sólo negaba con la cabeza, he intentaba no dejar salir su voz solo jadeos, por alguna razón sentía que le conocía pero eso no importaba, lento y sensual comenzó a bajar su lengua por su abdomen, cada movimiento del otro se hacía más y más fuerte, aún cuando debido a la calentura a estas alturas poco le importaba quién fuera, bajo el cierre del otro abriendo paso a su miembro, el cual no dudo en lamer y morder suavemente sacándole jadeos y gemidos ya mas fuertes al ajeno

-Mmmm Ash... No...- al sentir como el rubio metió su miembro en la boca no pudo contenerse, se encorvó, dicho movimiento provocó que la peluca que usaba, cayera y dejaba libre su cabello largo.

El rubio al sentir que algo rosaba su rostro alzó la mirada para notar ese cabello y alejarse bastante sorprendido de él -¿Yut?...

Continuará-

Espero les guste y especial agradecimiento a mi editora

RNutshell

Muchas gracias.

甜毒 Dulce VenenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora