Epilogo

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21 de enero del 2019

Querida Luna:

Ya va ser un año desde que te fuiste, ¿me recuerdas? Porque yo sí, lo hago cada minuto de mi vida. Es la primera vez que me animo a escribirte, y lo hago mediante este medio ya que prefiero evitar que tu esposo vea un e-mail o algún mensaje. Estoy seguro que no correre riesgos por acá, o eso espero.

Tu vida allá debe ser fascinante, ojalá algún dia pueda ir con Emilia. Y sí, creo que debo decírtelo, volví con ella, me di cuenta poco tiempo después de que te fueras que ella siempre había estado ahí cuando la necesitaba, lo estuvo cuando papá murió y era hora de que le diera una mano. Respecto a mí, terminé la universidad, hice mi tesis y ahora soy yo quien lleva las riendas del bufete.

¿Lo ves? La vida me sonríe, estoy obteniendo todo el dinero que algún dia soñé con recibir, y no solo porque Frank se marchó, sino por mi mismo esfuerzo. Recuerdo que papá siempre decía que yo llegaría lejos, afirmación que yo nunca creí, pero recién puedo ver que tenía razón, solo hacia falta creer en mí.

¿Como está mi hermano? Se le extraña por acá, sobre todo mamá, después de todo su hijo favorito se fue a hacer una nueva vida. ¿Como estas tú? Te recuerdo con esa sonrisa que te caracterizaba, con ese brillo en los ojos cuando hablabas de algo que te entusiasmaba, o esos finos modales, muchos mejores que los míos.

Me acabas de sacar una sonrisa mientras escribo esto. Te extraño, Luna, y no sabes cuanto me duele saber que no volveré a verte, o al menos no muy pronto. Y si algún día se animan a venir, no tengo ni idea de como reaccionaría. Aveces me pregunto si tú me extrañas con la misma fuerza en la que yo te extraño a ti. A lo mejor sí, o a lo mejor no.

Para ser sincero no sé que mas escribir, no me cabría este simple papel para decirte todo lo que necesito. Nunca he sido tan bueno con las palabras, y creo que lo sabes. He estado pensando estos últimos días acerca de lo que hubiera sido nuestras vidas si nos hubiéramos encontrado en otras circunstancias. Quizá, y solo quizá, podrías haber sido completamente mía. Y me siento terriblemente culpable por haberle hecho eso a mi hermano.

Pero, por mas egoísta que suene, no me arrepiento de nada. Fue la mejor estapa de mi vida, etapa que fue cerrada pero no cicatrizada. Emilia me hace bien, es una preciosa mujer y sé que con el tiempo logrará llenar mi corazón. Aunque me asusta, no quiero olvidarte, no quiero hacerlo. Y tengo miedo de que tú lo hagas.

Me prometiste que nunca lo harías pero ¿romperias esa promesa? Luna, mi querida Luna ¿por que nuestra relación nunca pudo concretarse? Yo estaba dispuesto a esperarte, sin embargo, tu ambición pudo más, mucho mas de lo que decías quererme. Y no te juzgo, no soy nadie para hacerlo.

Lo siento, no me queda mas tiempo para seguir escribiendo, debo salir, en veinte minutos tengo una reunión con un cliente, y se enoja mucho cuando lo haces esperar. Espero que estes siendo feliz, siempre quisiste esa vida y ahora la tienes. Me alegro por ti, y si y mi hermano son felices, yo también.

Ambiciosa |Lutteo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora