Mav
Cuando llegó el amanecer, sabía a donde tenía que ir, pero por una razón quería permanecer ahí en esa habitación y esa razón era Bucky. Había llegado a estar en un estado de duermevela cuando me despertaron sus gritos. Su respiración era agitada y su cuerpo temblaba.
Estaba teniendo evidentemente otra de sus típicas pesadillas. Entonces me quité mi guante derecho, me acerqué a su cama, me senté y puse mi mano en su frente, como lo había echo antes.
Era la tercera vez que tocaba a Bucky para poder calmarlo, y cada vez se volvía más doloroso, pero más adictivo. Absorber por un momento todo aquel torbellino de emociones caóticas que él atravesaba me causaba una sensación profunda de pesar y angustia, que tardaba en irse. Nadie en el mundo tenía una mínima noción de lo que Bucky Barnes había sufrido, nadie, ni siquiera el mismo Steve.
Lo que esos hombres hicieron con él, cual rata de laboratorio, fue siniestro. El nunca iba a olvidarlo, nunca iba a borrarlo de su mente. Si tan solo él pudiera olvidar.
Yo me pasé un par de horas tratando de calmarme, mientras él dormía plácidamente. Y lo observé dormir, como si él nunca hubiera estado roto, y me hizo sentir bien en gran parte. Si no podía hacer que Bucky olvidara, al menos iba a intentar mitigar.
Y lo observé dormir, por largas horas. Sabiendo que tenía que irme antes de que Steve despertara. Pero yo ya conocía una parte del cerebro de Bucky, una parte de sus recuerdos, de su pasado y de su dolor, yo me estaba convirtiendo intencionalmente en una parte de él, en su Pepe Grillo, en su sombra, y Bucky lo sabía. Y agradecía profundamente que me dejara ser parte de eso, aunque él no lo dijera nunca. Era una señal de cuan desesperadamente estaba buscando ayuda.
Había algo en él, algo que no podía discernir, que me llamaba para que me quedara, para que no lo dejara morir. Y ese algo se convertía rápidamente en algo más fuerte que yo. No sabía si era mi poder, mi misión, o que cosa. Y no se trataba de algo físico, novelesco, romántico o poético, sino algo más...espiritual, sensorial.
También debía admitir que cada vez que tocaba a Bucky me ponía enferma, me quemaba, me ponía negra. Era Bucky tratando de luchar para no perderse, era Bucky gritando por ayuda, era Bucky muriendo lento. Y no iba a permitir eso. No lo dejaría morir.
Trabajaría en buscar formas, maneras, terapias, de que él pudiera recomponerse, y no lo abandonaría. No iba a permitir que él se sintiera solo. Entonces se me ocurrieron varias ideas.
***************
_Me gustaría hablar contigo luego del desayuno_ le dije a Steve, quien había llegado a la cocina primero que nadie.
_Estaré entrenando solo toda la mañana, puedes ir cuando desees_fue su respuesta.
Cuando todos terminaron de desayunar, excepto Bucky que no había bajado, Nat me ayudó a ordenar y cuando terminamos me dirigí al gimnasio, donde los héroes entrenaban.
_Es sobre Bucky_ dije sentándome sobre una colchoneta. Steve hizo lo mismo.
_¿Él hizo algo malo?_ frunció el ceño.
_No, él no haría nada malo, somos amigos_ Steve se relajó y sonrió de medio lado.
_Pasan tiempo juntos, ¿lo ayudas cierto?_
_Sí, estamos aprendiendo a derivar recuerdos y pesadillas, para que pueda dormir y también le estoy enseñando a meditar, para que no se sienta tan frustrado todo el tiempo_ dije con una sonrisa, al recordar los gestos de desagrado de Bucky.
_Eso es muy bueno Mav, Bucky no ha tenido buenos recuerdos en los últimos setenta años... y eso es mucho tiempo_dijo con pesar y bajó la mirada al suelo.
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FIX ME - Bucky Barnes y tú-
RomanceUniverso paralelo. Bucky ha recuperado su memoria, sus recuerdos, su pasado, y con ello su dolor. Se ha unido a los Vengadores y convivirá con ellos en la torre donde nadie parece percibir el tormentoso caos que hay en su cabeza. Demasiados héroe...