Los siguientes días Audrey pasó su tarde con sus ahora dos amigos Gibraham y Marie quienes se llevaban bien entre ellos dos.
El tutor de Audrey se llamaba Romeo, era tal vez de unos 25 años o más según la chica,él fue contratado personalmente para Audrey y que le enseñase el lenguaje de señas. Se reunían tres veces por semana, ya sea durante la mañana o en las tardes después de la comida.--Muy bien, Audrey empecemos por lo básico. El abecedario --este comenzó a pronunciar cada letra mientras que le mostraba a Audrey como figurarla con los dedos --No. "D" --tomaba la mano de Audrey corrigiéndola.
Las clases siempre duraban al rededor de tres horas.
El tutor de Audrey parecía ser muy paciente y amable con ella.--Enséñame a "decir" mi nombre. Por favor -- escribió Audrey en su ya mencionada libreta --Para cuando un chico lindo pregunte cómo me llamo --sonrió la chica.
--Pero si yo ya sé tu nombre --respondió Romeo sonrojando a Audrey --Sólo bromeo. Tienes que hacer así...
El día terminó fugaz, Audrey se encontraba en su habitación leyendo un libro cuando tocaron la puerta.
--¿Qué tal, tú eres Audrey? --preguntó una chica morena. Audrey asintió --Marie dice que si puedes ir a las duchas y llevarle su ropa que la ha olvidado.
Esta se fue y Audrey miró a la cama de su compañera donde efectivamente estaba su ropa. "¿Cómo es que olvidaría alguien su ropa?" pensó Audrey.
En fin, salió con esta hasta las duchas y busco a Marie. "Qué fácil sería solo gritar su nombre" pensó.--¡Audrey! ¡Audrey! --escuchó. Caminó más hasta ver a la pelinegra sentada con una toalla puesta. Audrey sólo le entregó la ropa y se decidió a volver --Espera,Audrey --se giró la chica --No quiero quedarme sola --rió.
Audrey asintió y se sentó en una banca cerca a esperar a su compañera quien se escondió en un baño para ponerse la ropa. No tardó más de cinco minutos cuando volvió a salir con una sonrisa a la chica quién le correspondió igual. Audrey se levantó para seguir a la pelinegra hasta la habitación pero esta resbaló por el suelo mojado, Audrey se apresuró a ayudarla a levantarse,sin embargo sólo logró caerse encima de la otra. Marie por impulso tomó la cintura de Audrey quien se sostenía con las manos, una a cada lado de Marie quien la examinaba.
Veía los ojos color miel de Audrey,sus delgados y rosados labios, la piel extremadamente blanca y un gesto serio en ella. Sonrió por impulso queriendo acercársele y besarla pero Audrey rápido se levanto. Le extendió una mano para ayudarla a levantarse y caminaron silenciosas a la habitación.
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Lo que los Mudos Saben
RomanceLos mudos pueden ser las perfectas personas para guardar secretos, o amores incorrectos.