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Los dos chicos caminaron a la habitación de Michael, Audrey lo esperaba afuera mientras este se vestía. Luego salieron de la institución y caminaron hasta una heladería.

--Me da dos conos. Uno de cereza y otro de... --se giró a ver a Audrey y esta le indicó que quería uno del mismo sabor --dos de cereza.

Después de eso fueron hasta un parque cerca de allí y se sentaron en la sombra de un árbol.

--Y dime,Audrey ¿Qué tan difícil ha sido la vida siendo muda? --dijo el chico mientras disfrutaba su cono.

--Demasiado,podría decir. Desde niña me las he liado yo y mis padres para tener una educación justa, o para no sufrir bullying. Por suerte llegué al instituto y ahora me encanta --escribió.

--Te entiendo. Yo también sufrí mucho bullying por ser sordo --Audrey lo miró sorprendida --Que suerte que seas muda,¿No? --rió.

--Así no te exaspera el no saber lo que digo --sonrió divertida.

--Así es.

Toda la tarde los dos tuvieron un lindo día, conocieron una nueva persona. A decir verdad, el hecho de convivir con personas con la misma discapacidad que tú, o con otra, te hace valorarte más y valorarlas a ellas, muchas veces los bullys no saben qué tanto daño hacen a alguien por alguno de sus "defectos" por el hecho de que ellos no lo padecen, pero si tan sólo todos fuéramos un poco más empáticos, sólo un poco, tal vez no sería necesario el excluir a personas con discapacidad de quienes no la tienen, así nadie se sentiría discriminado.

Eran tan sólo las seis de la tarde cuando Audrey se encontraba en su habitación sola, su compañera Marie aún no llegaba.
Tocaron la puerta y Audrey abrió.

--Hola --sonrió --Tú asesora me dijo que estabas aquí y pues tal vez no te importe que estudiemos un poco,ya que no estás haciendo nada.

Audrey asintió y permitió a Romeo entrar. Se sentaron en la cama de Audrey y comenzaron. Esta vez,Romeo le enseñaba a Audrey algunas palabras básicas ya sea de saludo, de despedida, gracias o de nada, etc.

--"Te quiero" --tomaba Romeo la mano de la chica corrigiéndole --No,no. Es te-quie-ro --volvió a corregir.

--Al parecer "Te quiero" es más complicado decir de lo que suele sentirse --escribió Audrey.

--Sí, al parecer --sonrió.

--¿Tú quieres a alguien? --escribió Audrey poco disimulada.

--Ehh,sí. A mi madre --dijo burlón.

--¿Crees que alguien quiera a una persona como yo? Siendo que es complicado mantener una conversación conmigo. Imagina, que exasperante sería el sólo ver con señas un "Te quiero" y no escucharlo con sinceridad de esa persona.

--El amor no discrimina, Audrey. Pronto alguien se enamorará de ti y no le importará el que no hables,confiará en ti y en lo que siente y con eso le bastará --sonrió Romeo.

Lo que los Mudos SabenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora