let me decide

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—Lo extrañas ¿verdad?

Renjun negó con la cabeza la pregunta de Jeno mientras se acomodaba en el pecho de este.

—No, entrañarlo es algo imposible, ninguno tuvo un contacto con él otro, tan solo pasamos tiempo juntos después de que Soonkyu nos ayudará; la mente crea fantasía, he imaginé compartiendo mi vida con él por lo que somos, una misma especie, creí que por eso deberiamos estar juntos pero me traicionó, me vendió a los Lee, y él huyó. Me dejó y yo me convertí en un ser roto que solo quería una familia, un lugar donde poder dar y recibir amor; sé que no nací para huir y esconderme de los humanos, mi propósito aquí aún lo busco y es muy difícil cuando me persiguen para su propia conveniencia.

—Estoy seguro que Jae-... él amó todo tiempo que pasaron juntos y quizá tenga una explicación de los hechos, ambos son líderes de un gran árbol que los humanos no tienen en pleno conocimiento, hay mucho quirópteros en el mundo, esperando a su rey tomar su lugar y no dejarse hundir por otra especie que solo se conduce a la extinción.

—Para haber nacido humano sabes que se siente ser un quiróptero en su totalidad, ¿duermes igual que nosotros? ¿bebes para sentirte satisfecho?

Jeno sonrió y sus ojos se hicieron lunas—. No recuerdo haber dormido desde que nací. Aunque en los laboratorios intentaron doparme no lo lograron, simplemente no duermo, es parte de ser caballero, mi deber es siempre estar pendiente de la realeza.

La luna en su punto alto dejó atravesar su luz por la ventana de la habitación. Revelando como el rey de poco cerraba los ojos por la suave caricia que recibía.

Perdón. Solo te protejo.

Al cabo de algunas horas de sueño, el rey se movió, susurrando palabras incompletas, Jeno lo vio retorcerse entre sus brazos, con miedo lo sacudió despacio, llamando su nombre.

—¿Renjun...?

Sangre y más sangre. Matando a su propia especie, a los humanos, era él destripando cuerpos como si fuera un juego.

¿Era una memoria o solo un juego de su mente?

—¿Injun...?

Balas, bombas o hasta armamento que nunca en su vida ha visto en su dirección. Le atacaban. Dos grupos, y ambos lo querían muerto.

Gritos y más gritos. Inocentes corriendo por su vidas pero estaba él, lleno de sangre humana y de los suyos, buscando que matar, se encontraba tan descontrolado por la sed de sangre, aquella era una guerra pero su pensamiento era que los humanos ya necesitaban escarmiento.

—¿Bebé...?

Y regresó. Es verdad, era otra época y ahora estaba con Jeno, escondidos de todos.

—Jeno... ¿los humanos merecen una oportunidad?

El muchacho ladeó la cabeza antes de responder.

—No lo sé, me han tratado bien. Aunque siguen buscando soluciones de algo que nunca tuvo ecuación.

—Si te dijera que son unos manipuladores y lo único buscan es su beneficio a costa de todos los demás, ¿me ayudarías a darles un pequeño regalo?

—¿Regalo? ¿Qué tipo de regalo?

—Una ecuación.

La sonrisa en pálido rostro de Renjun le dio satisfacción a Jeno, esa era la sonrisa que vio una vez, y claro que la sangre y los gritos de dolor lo acompañaban. Tal como aquel día en la masacre.

—Iré a donde tu desees. Pero, debes alimentarte primero, ¿hace cuanto no comes?

—No lo sé, perdí la noción del tiempo— se encogió los hombros—. ¿Dos o tres semanas? Los humanos saben agrios o ácidos, muy asquerosos. Y aun no quiero usar a Chenle y Jisung.

blood game ;; norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora