6| Un plan destinado a fallar

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Corría por el bosque como si de aquello dependiera mi vida

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Corría por el bosque como si de aquello dependiera mi vida.

Algunas ramas chocaban mi rostro y me lastimaban un poco. El frío me hacía sentir que me faltaban las extremidades y los zapatos que mi madre me había comprado a principio del año escolar se estaban arruinando por el barro, claramente no estaban hechos para correr.

Pero nada de eso me importaba. Créanme, nada de eso te importa si estás huyendo por tu vida.

Honestamente, en ese momento sentía que me encontraba en una de las situaciones más horribles que me había tocado vivir.

No, ni Voldemort ni ningún mortífago me estaban persiguiendo, por si eso es lo que creen. No es exactamente un peligro de muerte del que estaba huyendo en ese momento.

— ¡Detente, Astoria! —escuché de lejos.

Sabía exactamente de quién era esa voz. Era de la misma persona que huía.

Draco Malfoy.

Y estaba persiguiendome con la misma tenacidad con la que yo intentaba escapar de él.

Todo comenzó hacía un par de semanas atrás, el día siguiente que le había dejado los bombones impregnados de Amortentia por parte de Pansy Parkinson.

— ¿Crees que ya los comió? —me sobresaltó Elle, al ver que yo miraba a Malfoy sin perderme ni un detalle de lo que hacía.

—Eso trato de darme cuenta —murmuré.

—Deberías ir y hablarle para ver su reacción, ¿no crees?

Hice una mueca. Esperaba que desde temprano Malfoy estuviera detrás mío, o por lo menos que mostrara un mínimo de interés.

Junté bastante paciencia y esperé hasta el descanso de la tarde. Debía ir a la biblioteca a buscar información para un trabajo de herbología, y sabía que Malfoy estaría allí aprovechando su poder como prefecto para sacar misteriosos libros de la zona restringida.

Elle y yo estábamos sentadas estratégicamente en un sitio donde podiamos ver la puerta de entrada. Escribíamos en nuestros respectivos pergaminos, cuando Malfoy entró a la biblioteca.

Me felicité mentalmente por seguir los instintos que me habían dicho que él no iba a faltar ni siquiera está vez a sus encuentros con los libros prohibidos.

—De verdad ya te sabes todos sus horarios —murmuró Elle por lo bajo, divertida y un poco cínica.

—Su madre me pidió que lo vigilara, ¿que crees que hice primero? —respondí con la misma actitud sorna, sin despegar mis ojos del pergamino.

—Memorizar sus horarios.

—Claramente.

Tenía fe en que cuando Malfoy pasara diera indicios de algo. Sin embargo, el hurón pedante ni siquiera me miró.

ASTORIA ↬ {Draco Malfoy}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora