Encontrar el amor en la oscuridad

capitulo27

De vuelta en la mansión Varia, Squalo regresó de su misión como de costumbre. Xanxus estaba causando un disturbio con el alboroto de que el bistec y el tequila no estaban a la altura de lo normal. Lussuria siempre fue la única que salió ilesa y Squalo suspiró ante la idea de necesitar reclutar nuevos miembros ya que cinco de los veinte hombres que Xanxus usaba como sacos de boxeo no iban a lograrlo.

"En serio, ¿no puede hacer las cosas más sutilmente? A este ritmo, la población italiana no va a reponer la cantidad de hombres que necesitamos en la sede de la Varia. Creo que tenemos que decirle a Vongola que almacene más bolsas de cadáveres". Después de pensar un poco, Squalo agregó analgésicos a la lista de cosas para solicitar a Vongola.

Xanxus sabía que su tiburón regresaría de su misión. Como de costumbre, tuvo éxito y Xanxus eligió deliberadamente hoy para matar a los subordinados. "Veamos cuánto tiempo va a despotricar hoy antes de que pueda callarlo", sonrió Xanxus al pensar eso. Provocar a Squalo era uno de los pasados ​​favoritos del jefe de Varia. "No hay forma de que dure más de cinco segundos".

Fiel a sus palabras, Squalo saltó desde la ventana en lugar de romper la puerta principal como su entrada habitual. El comandante de pelo largo se acercó al jefe de Varia y comenzó a despotricar sobre la baja tasa de natalidad en Italia, así como por el limitado suministro de bolsas para cadáveres. Xanxus sonrió internamente mientras mantenía el ceño fruncido en su rostro. Siempre enojaba más a Squalo cuando Xanxus actuaba indiferente.

"¡Cállate basura!" Xanxus gruñó antes de tirar de los largos mechones plateados y acercar al otro hombre, silenciando eficientemente con un simple beso. El hombre de pelo largo nunca dejó de caer en este truco y simplemente se fundió en los labios abrasadores. El sabor del tequila hizo a Squalo ligeramente intoxicado y cuando se alejaron, sin aliento, la mente de Squalo ya se había convertido en un pedazo de blanco. Toda la ira anterior se desvaneció por completo, dejando solo un hambre primitiva por más.

Xanxus miró esos ojos feroces y amó todo lo que el hombre tenía para ofrecer, desde su mano izquierda hasta su devoción eterna, su boca y su mal genio. Xanxus cepilló suavemente el cabello de la cara de Squalo y el acto fue extremadamente tierno. Squalo sintió que su corazón daba un salto mortal. Algo sobre el jefe asesino de corazón frío haciendo un acto tan entrañable hizo que Squalo se derritiera. Este fue uno de los tiempos más raros que Squalo atesoró. El hombre frente a él no era su jefe o un asesino de sangre fría sino el hombre enamorado de otro. Squalo amaba este lado tierno de Xanxus, aunque prefería morir antes que admitirlo. Anhelaba que el otro hombre lo tratara como algo precioso, incluso si ambos sabían lo contrario.

Acariciando una mejilla, Xanxus se apoyó en un suave beso plantado. Sus labios apenas se rozaron y los párpados de Squalo se cerraron, disfrutando del calor debido a su proximidad. El momento duró un segundo demasiado tiempo y se escuchó una explosión desde debajo de ellos.

Xanxus maldijo en voz alta y Squalo rápidamente se alejó de él. Squalo hizo todo lo posible por parecer indiferente, pero Xanxus lo sabía mejor. Solo si uno conocía a Squalo el tiempo suficiente, podrían detectar un leve rubor en esas pálidas mejillas. Xanxus se rió en silencio ante la adorable pantalla que el tiburón le puso. Sus pasos estaban inquietos e inestables, aunque una persona normal pensaría lo contrario. Bajó las escaleras después de Squalo para investigar la fuente de la perturbación.

Xxx Destiny Aitsuji xxX

Levi se estaba quitando el polvo y levantándose de los escombros, mientras que Belphegor soltaba una risita junto a un Fran desinteresado. Lussuria estaba preocupada por la forma en que Levi resultó herido y se ofreció a curarlo usando su arma de la caja. Levi gruñó y golpeó al boxeador hasta que vio a Xanxus y Squalo bajando las escaleras.