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CAPÍTULO SIETE: TODO ENCUENTRA SU FINAL.
Cuando volvieron a la residencia Cullen, Jasmine optó por quedarse fuera mientras Jacob ingresó para asegurarse que todo haya salido bien. La morena se sentó sobre el suelo, dejando que su vista se perdiera en el bosque.
Leah y Seth se sentaron a los lados de la chica.
— ¿Estás bien?—, inquirió Leah.
Seth suspiró, escogiendo sus palabras cuidadosamente —. ¿Estás enojada con Jake?
—Sí, pero no porque se imprimó—, admitió Jasmine y suspiró —. Quiero decir, me tomó por sorpresa. Pero sé que no tiene control sobre eso. Estoy molesta con él porque no me lo dijo. Debería habérmelo dicho en cuanto pasó.., ¿cuándo pasó?
—El día siguiente al que llegaste—, respondió Leah —. Cuando estábamos en la playa.
—Por eso se fue rápido—, agregó Seth y Jasmine asintió.
Ahora tenía sentido. Todo tenía un poco más de sentido, de hecho. El por qué Jacob de repente insistía tanto en mantenerla segura, por qué pasaba tanto tiempo con ella y por qué siempre la defendía.
—Tal vez debería entrar y disculparme con él.
— ¿Disculparte?—, repitió Leah.
Jasmine asintió —. No quiero que crea que estoy enojada con él por haber imprimado en mí.
Seth asintió —. Es una buena idea, pero ahora no es el momento adecuado.
— ¿Por qué no?
—Bella está dando a luz—, explicó Seth.
Jasmine se levantó —. ¿Qué?
—Ni siquiera pienses en entrar ahí—, negó Leah, levantándose y aferrándose a su mano —. Están perdiendo el control ahí dentro.
Jasmine miró a Seth, en busca de apoyo pero en su lugar el chico apoyó a su hermana —. El único en control es Edward. Rosalie y Alice están en otras habitaciones. Si te las cruzas al entrar, tal vez--.
—Está bien—, asintió la morena, volviendo a sentarse y mirando a ambos —. Jacob va a estar bien, ¿no?
—El olor a lobo es suficiente para mantenerlos alejados de su sangre.
—Lo sé pero, ¿están seguros?
—Tranquila—, le sonrió Seth —. Si no estuviéramos seguros, no estaríamos aquí contigo.
Los tres se mantuvieron cerca de la puerta del lugar cuando, de un momento a otro, Jacob salió y abrazó a Jasmine, escondiendo su rostro en su cuello —. No sobrevivió.
Jasmine sintió las lágrimas comenzar a formarse en sus ojos antes de abrazar a Jacob. Aunque no conocía a Bella tanto como los demás, saber que había fallecido le dolía. Ella siempre había sido demasiado sensible cuando se relacionaba con la muerte.
Todos se mantuvieron en silencio mientras ambos se aferraban el uno al otro con fuerza. No obstante, su momento fue interrumpido cuando Jacob alzó la cabeza y escuchó a los lobos acercarse.
— ¡Están viniendo!—, exclamó y se separó de la morena —. Ve adentro, ¡ahora!
—Pero--.
Jacob la tomó por los brazos —. Jas, por favor.
La chica asintió con un suspiro e ingresó al lugar, encontrándose con Rosalie sosteniendo un bebé entre sus brazos. Ella le sonrió a la rubia.
—Ella es Renesmee—, le presentó Rosalie a Jasmine y la chica sonrió. A pesar que le pareció extraño el nombre, no pudo evitar pensar que no podía ser mejor puesto que era un nombre único para alguien único.
—Es hermosa—, sonrió Jasmine cuando la bebé abrió sus ojos y la miró. Ella jadeó al notar sus ojos marrones. Rápidamente ella se acercó y Rosalie la miró extrañada, pero dejó que acercara su oído al pecho de la niña —. Tiene latidos. Tiene un corazón y hay sangre corriendo por sus venas.
Renesmee soltó una risa que sonó como música y estiró su mano hacia la morena, atrapando su dedo con su mano y apretándolo. Jasmine notó cómo la pequeña mano se ponía más roja y confirmó que no era su imaginación. Tal vez no era completamente humana, pero su corazón bombeaba sangre.
Jasmine hizo que Renesmee la soltara antes de salir corriendo —. ¡Basta!
Todos se detuvieron, mirando a la chica que avanzó y se colocó frente al grupo de vampiros y tres licántropos. Ella escuchó el gruñido de Jacob y casi pudo escuchar en su cabeza su voz diciendo "te dije que te quedaras adentro".
Jacob se acercó a ella, aún en su forma lobuna, y Jasmine colocó su mano sobre su cuello, intentando calmarlo. Sam se acercó, mirándola con atención.
—Ella tiene pulso—, anunció —. Hay sangre corriendo por sus venas. Si se esfuerzan en escucharla, van a encontrar los latidos de su corazón.
Sam dio un paso atrás, soltando un sonido que simulaba un quejido. Jasmine lo miró un momento antes de mirar al resto de la manada —. No pueden matarla. Si lo hacen, estarían asesinando una parte de lo que juraron proteger.
El lobo grande y azabache comenzó a retroceder, sus orejas bajas. Soltó un último quejido antes de girarse y retirarse, siendo seguido por su manada.
Jasmine suspiró aliviada mientras observaba a los lobos marcharse. Jacob se removió a su lado y ella le acarició la cabeza. Todo había acabado.
— ¿Quién creyó que sería la humana la que nos salvaría?—, comentó Emmett.
Jasmine se giró y le sonrió, encontrándose con sus ojos ahora dorados —. Realmente prefiero ese look en ti.
Emmett sonrió sin mostrar los dientes, aún así sus hoyuelos se marcaban —. Lo siento por lo de antes.
