CAPÍTULO DIEZ:
LA FORMACIÓN DEL EQUIPO.
Después de optar porque el plan a seguir sería juntar tantos testigos como les fuera posible, la familia se dividió en grupos para ir a distintos lugares. Mientras tanto, Jasmine no sabía qué hacer.
—Entonces, ¿qué vamos a hacer?—, inquirió la morena a Jacob.
—Primero, voy a sacarte de aquí—, contestó el alfa, tomando su mochila y colgándola de un hombro.
Jasmine alzó las cejas —. ¿Disculpa?
Jacob suspiró, dejando caer la mochila al suelo y agarrando a la chica por los hombros —. Esto es peligroso, Jas. Los Volturi no son alguien con quien jugar y--.
— ¿Dónde piensas dejarme? ¿Con Sam?—, se burló la chica.
—En Seattle. Vas a terminar ahí tarde o temprano de todos modos.
Jasmine frunció el ceño —. Jacob, la vez pasada fue igual y me quedé. ¿Adivina qué? No me pasó nada.
Jacob volvió a suspirar, soltando a Jasmine y dando un paso atrás. Fue entonces cuando Edward decidió intervenir —. Jas, esta vez Jacob tiene razón. Sam no es Aro. Ni Sam ni ninguno de ellos iba a hacerte un daño real, mientras que los Volturi van a querer asesinarte en cuanto descubran que eres humana y sabes de nuestra existencia. Es incluso un crimen dejar que lo sepas--.
—Muérdeme, entonces.
Tanto Edward como Jacob abrieron los ojos. El lobo negó fervientemente —. Estás loca.
El vampiro chasqueó la lengua —. Jas, eres descendiente de los Quileute. Si te muerdo podrías morir.., no sabemos qué podría pasarte. Lo mejor será que vuelvas a Seattle--.
— ¡Yo salvé a Renesmee!—, exclamó Jasmine, dejando sin palabras a ambos. Ella no quería decir eso, especialmente porque sabía que Renesmee fue salvada por el trabajo en equipo por parte de todos. No obstante, parecía que no tenía otra opción —. Si no hubiera sido por mí, Sam la habría matado o ustedes habrían matado a los lobos, y sé que no quieren tener una guerra con ellos. Si no fuera por mí, ahora todo sería incluso más caótico de lo que ya es. Así que, les pido el favor, que dejen quedarme.
Edward miró a Jacob un momento, no podía negarle un favor a la chica que había salvado a su familia. Jacob se llevó las manos a la cara, molesto porque la chica de la que estaba enamorado fuera tan necia.
—Está bien—, cedió el vampiro.
—Maldita testaruda, tú vienes conmigo—, bufó Jacob, tomándola del brazo y tirando de ella con suavidad —. No te separarás de mí.
—Lo que digas, gruñón—, contestó Jasmine con una pequeña sonrisa, percatándose que se había salido con la suya.
No obstante, su gesto no duró. Jacob se giró hacia la ventana y ella lo siguió, encontrándose con su hermano en la puerta de la residencia.
—Alice me pidió que les diera eso—, anunció Sam, entregando un papel a Carlisle —. Ella y Jasper cruzaron nuestras tierras anoche.
Jasmine frunció el ceño mientras evitaba la mirada de su hermano mayor. Jacob envolvía su cintura con su brazo, mientras que con su mano acariciaba la piel desnuda que era expuesta por su top debajo de su campera deportiva. Se sentía más relajada al estar en contacto con el lobo, pero aún así le molestaba que Sam la mirara fijamente, incluso cuando hablaba con Carlisle.
—Carlisle—, llamó Esme —. ¿Qué pasa?
—Nos dejaron—, anunció.
— ¿Por qué?—, inquirió Rosalie.
Carlisle volvió a mirar la nota —. Ella no lo dijo.
Bella se acercó —. ¿Puedo verlo?
Jasmine suspiró y, sin querer, cruzó su mirada con Sam. Su hermano inmediatamente se enderezó y abrió la boca, intentando entablar una conversación con ella. Sin más, la morena se giró e ingresó de vuelta a la residencia Cullen. No tenía nada que hablar con él.
Edward fue el primero en descender del vehículo. Jasmine comenzó a subirse el cierre de su chaqueta mientras Bella y Jacob escuchaban la conversación entre el vampiro y el clan Denali. Renesmee miró a la morena, quien le ofreció una sonrisa, antes de mirar a los vampiros.
— ¿Qué pasa si no les caigo bien?
—Te adorarán—, aseguró Jasmine, acariciando la mejilla de la niña.
Bella asintió —. Lo harán. Una vez que te entiendan.
—Es sólo que no han conocido a nadie como tú—, sonrió Jacob, apretando la mano de Jasmine entre las suyas. La chica lo miró un momento, una sonrisa formándose en su rostro inconscientemente antes de mirar a Bella.
La neófita asintió —. Vamos.
Bella y Jacob fueron los primeros en salir, siendo acompañados por Jasmine y Renesmee. En cuanto vieron a la niña, el clan de vampiros se aterró. La morena lo notó desde su lugar y rápidamente tomó la mano de la niña, atrayendo su atención y sonriéndole con confianza.
Mientras Bella y Edward discutían con el clan, Jasmine se había sentado sobre la nieve para estar a la altura de Renesmee. Ella comenzó a acomodar su abrigo y preguntarle si tenía frío, su intención era distraerla a pesar que sabía que podía escuchar todo perfectamente.
Jacob observó con una mueca que el pantalón de Jasmine no tardó en empaparse debido a la nieve que cubría el suelo. El chico se agachó y captó la atención de ambas chicas al ofrecerle su mano a la humana, bajando su mirada con las cejas alzadas hacia sus piernas.
Renesmee rió cuando notó el pantalón mojado de la chica —. ¡Te empapaste, tía!—, señaló con una sonrisa.
Jasmine se levantó y le dedicó una mirada divertida a Jacob antes de sonreírle a la híbrida —. Será mejor que te comportes o voy a hacer que termines igual que yo.
—No—, negó Renesmee, los bucles de su cabello rebotaban sin control mientras reía. Estaba lista para salir corriendo si la humana comenzaba a perseguirla.
Jacob rió, listo para comentar sobre la situación cuando el grupo miró hacia ellos y aclaró la garganta. Entonces, Jacob cargó a Renesmee entre sus brazos y Jasmine le ofreció su mano mientras se acercaban.
En cuanto se acercaron al clan, Renesmee colocó su mano sobre la pálida piel de Tanya. Jasmine observaba atenta cuando la voz de Edward inundó su mente, "gracias". Ella miró al vampiro y le sonrió ligeramente.
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FLOR SALVAJE
FanfictionJACOB BLACK.| la mujer más peligrosa de todas es la que se rehúsa a depender de una espada para ser salvada, porque ella tiene la propia.