ORBES MIEL

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Ojos miel... esos ojos miel que le penetraban el alma, los que le daban una sensación de paz, la sensación de amor.

El amaba esos ojos solo que...había un problema... el Principe no reconocía al dueño de esas cuencas... ni de aquellos carnosos labios que lo besaban con dulzura entre sueños.

Los mismos ojos que ahora se ponían llorosos, los labios que ahora estaban contraídos en un grito, una sensación de pesadez apoderándose de el, su lobo gruñía y rasguñaba su interior en un afán de salir y destrozar todo lo que le estuviera molestando a su alma gemela.

Su alma gemela...tan siquiera podia ser aquello cierto?.

La sensación creció llevándolo mas hondo en el abismó, mas profundo, tan pesado que no podia ni respirar, se estaba ahogando en un mar de desolación.

Abrió la boca intentando respirar, su lobo rápidamente capto las señales era un sueño y el debía salir de ahi por que afuera algo mas grande lo esperaba.

- Principe!

-Yoongi! Principe Yoongi!

Dando una ultima bocarada el Principe abrió los ojos dándose cuenta de que estaba empapado por la sudoración.

Fijando rápidamente la mirada en la mujer frente a él una de las doncellas de su padre la Sultana Yoonji lo miraba con ojos más que sumidos en el miedo lo cuál hizo que su lobo se desentumiera.

-Sultana Yoonji que sucede ? - inquirió  con la preocupación colándose por sus ojos

La Sultana dio un respiro hondo intentando calmar su respiración o se pondría a llorar ahi mismo, la sanación de nervios la sobre pasaba.

-Tienes que apresurarte y venir conmigo, no se que pasa pero todo es un caos- La Sultana lo ayudo a levantarse y ponerse una capa en cima para cubrirlo del frio.

Yoongi no entendía nada pero siguió a la Sultana cuando esta lo guio por los pasillos solitarios, el silencio a esas horas en el palacio no le daba buena espina, cuando se dio cuenta estaban llegando al cuarto de su hermano Hoseok pero rápidamente se quedaron quietos detrás de una pared al escuchar gritos y la voz de su padre y hermano saliendo dentro las gruesas paredes.

- No dejen que mi hijo salga por nada ! Vayan por Yoongi y llévenlo donde sus demás hermanos- los pasos de el Sultan se escuchaban lejos.

Dejando pasar unos minutos Yoongi asomo de nuevo su cabeza noto que en la puerta delante de dos guardias el General Hyunwoo

-El General esta ahi tal vez el me pueda decir que pasa- Pero antes de dar un paso ya había sido enviado de vuelta por la Sultana.

- A ti te están buscando yo ire a preguntarle.

La miro caminar y entablar una conversación con el General este se inclino y murmuro algo en su oído la cara de la sultana al volver no le daba buena espina.

- Y bien?

- El Sultan Jinhee a ordenado un fratricidio en nombre se Hoseok - La Sultana se veía muy concentrada en no derramar lagrimas- Jungkook, el Doncel Zico y Soobin el planea matarlos.

- No si los saco de aquí antes- La sangre dentro de el comenzaba a calentarse, casi podia sentirla burbujear- donde están ?

- El General solo me dijo algo sobre una torre pero el no esta seguro de cual.

- Es la torre de los lamentos.

- Como lo sabes?

- Por que la ultima vez también paso ahi.

Apenas terminar el príncipe tomo carrera hacia la torre mas alta de todo el palacio.

No permitiría que su padre volviese a matar a otro de sus hermanos no dejaría que más sangre se derramará era momento de que el sultanato de su padre llegara a su fin.

Al llegar a la torre obscura, fría y tenebrosa, el solo vera la puerta de fierro que se encontraba abierta hizo que sus vellos se erizarán, pero no era momento de que sus pesadillas se adueñaran de el era momento de salvar a sus hermanos.

Subió las escaleras corriendo y mientras más se acercaba al  a la cima de la torre su corazón más se aceleraba pues escuchaba los llantos erráticos de los cachorros. El joven alfa solo esperaba que su padre no estuviera ahí, esperaba poder salvar a sus hermanos y no fallar como lo hizo con los otros.

Al llegar a el único cuarto de aquella torre pudo divisar que la puerta estaba abierta su motivación creció y se empujó hacia delante quedando dentro del cuarto dónde pudo distinguir las pequeñas figuras que se abrazaban al pobre omega en el piso.

- que mierda creen que están haciendo?- pregunto a los verdugos de su padre los cuáles estaban dispersos estratégicamente en toda la habitación - largo - demandó mientras se acercaba hacia el omega que tenía 5 meses de estado.

- eh dicho largo- el gruñido más su voz fue suficiente para que todos los alfas, betas y omegas que estaban en esa habitación inclinaran la cabeza dejando el cuello a la vista - si no se largan ahora los mataré con mis dientes  - todos los verdugos salieron de ahí si levantar la cabeza ninguno siquiera se atrevió a contradecir o mirar al joven alfa no era un secreto para todos en aquel reino que el hijo ahora mayor del Sultán Jinhee era nada más y nada menos que un alfa puro, era el hijo de dos alfas.

Apenas todos huyeron de ahí el alfa se acercó con cuidado a los tres bultos tambaleantes que gimoteaban de terror .

- shhh tranquilos no les haré daño, pueden confiar en mí - dijo estirando una mano suavemente a la cual rápidamente el docel Zico se pegó a esta como garrapata.

- mi querido príncipe debe marcharse  ahora, sabe que su padre el Sultán estará molesto por interrumpir en la ejecución- un sollozó salió de entre los labios de aquel omega- por favor llévese a los príncipes antes de que sea tarde.

- ya es tarde- una voz gruesa y profunda se escuchó detrás del príncipe Yoongi, la pura voz fue suficiente para que el alfa dentro de él tomara el control de la situación tornando sus ojos de un potente color rojo.

El alfa de cabellos negros soltó la mano del omega con delicadeza y se volteó dando un suspiro.

- creí haberle advertido que no volviese a querer dañar a mis hermanos- el chico sin ninguna preocupación camino a su padre que se encontraba inmóvil junto a su guardia de confianza detrás de la puerta- te dije que la próxima vez que te atrevieras a tocar a mis hermanos te mataría-  el gruñido que agrego al final fue suficiente para que detrás de él se escucharán el ruido de las rodillas chocar con el piso y a su padre inclinar la cabeza aunque lo disimulo rascandose el cuello, el guardia bajo totalmente la cabeza y retrocedió unos pasos.

- no me hables en ese tono- el Sultán Jinhee intentaba mantenerse firme pero estaba perdiendo ante la mirada penetrante de su hijo- yo hago lo que ve venga en gana con mis hijos por qué yo soy el Sultán del mundo- intento hablar con la misma fuerza y poder que su hijo más al ver que este no cambiaba su pocision de defensa trago saliva duramente.

- tu no eres más el Sultán deja que ellos se vayan y arreglaremos esto de una vez- el alfa antes de darce la vuelta para tomar al omega y sus hermanos volvió a su padre- de esto solo saldrá uno vivo.

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