Aviones y barreras metaforicas

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Despegó el avión y yo sentí que me quedaba abajo. Miraba a todos despedirme desde alla y sentía un ancla intentando tirarme hacia el suelo. Subimos de golpe, como si el piloto solo quisiera callarnos y que dejaramos de joder. Pero nos habían hecho esperar dos horas y algo más en el aeropuerto y teníamos trece años; estabamos en nuestro pleno derecho.
Pronto atravesamos las nubes y ese cielo gris que se veía desde abajo se volvió blanco de repente. Me costó convencerme de que esas nubes eran la misma masa oscura que se veía desde el suelo.
Pronto mis compañeros de clase se empezaron a quejar de que no oían bien. Yo les avise. Justo antes de que el avión despegue, grité a voz en cuello "¡¡¡MASTIQUEN!!!", humillandome frente a desconocidos que no me imteresaban, pero aparentemente no me escucharon. Ahora estoy diciendoles a todos que traguen saliva y ya esta, se les va a ir. Tampoco escuchan.
Eso era algo a lo que ya me había acostumbrado, pero no evitaba que me hiciera rabiar. Ellos sabían que yo sabía que hacer, y me ignoraban solo porque se creían superiores a mi. Y lo eran, en varios sentidos, pero a veces deberían rebajarse a escuchar los consejos de la rara de la clase por el bien de sus oídos. Lo bueno era que mis compañeros de asiento eran Matías y Lara, los genios de la clase que vivían discutiendo en broma y que para mí se gustaban.
Y al final me aburrí de sus discusiones y me puse a mirar por la ventana. Las nubes eran una masa compacta, tanto que podría jurar que si caia por ahí me atraparía esa barrera blanca. Dejé que mi imaginacion volara no se por cuánto tiempo, porque es lo que hago cuando no sé qué hacer. Divagar. Pensar en nuevas historias que escribir en Wattpad y que al final no publicaría. Recordar tonterías de mis amigas y reirme sola de ello, que total nadie me prestaba atención.
-¿De qué te reís?
O eso creia.
Me di vuelta para encontrarme a dos ojos negros mirandome. Una cara pecosa y delgada me miraba por encima del asiento. El cabello le llegaba hasta los hombros, y las puntas estaban teñidas de magenta. Era una chica, aparentemente de mi edad, colgada del respaldo de mi asiento y mirandome algo confundida.
- Algo que dijo una amiga mía una vez.
- ¿Cómo se llama?
- Luiza.
- ¿Y qué dijo?
- ¿Por qué queres saber?
- Perdón si te estoy molestando, es que estoy muy aburrida y mi hermano ya se durmió. Creí que también estabas aburrida ya que mirabas tanto por la ventana. Así que tal vez querrías hablar.
- No quiero hablar de mis amigas con una desconocida.
- No soy una desconocida.
- Sí.
- No.
- Sí.
- No. La gente no habla con desconocidos. La gente habla con gente que conoce.
- No te conozco.
- Conocés mi voz y cómo me veo. Y que tengo un hermano. Y que estoy volando en un avión justo ahora. Eso ya es conocerme, al menos eso pienso yo. Y vos no sos una desconocida para mí. Conozco tu voz y tu apariencia, sé que tenés una amiga llamada Luiza y que te reís sola cuando recordas algo gracioso, justo como yo hago. Y que estas en un avión justo ahora.
- Eso no es conocer. Conocer es... identificar a una persona. Saber quién es al verla u oirla.
- Si es por eso, un sordo y ciego no puede conocer a nadie. Debe ser triste la vida de una persona sorda y ciega.
Estaba a punto de discutirle ese argumento (aunque yo misma ya me hubiera enredado con su respuesta) cuando se encendieron las luces de los cinturones y ella se descolgó de mi asiento.
- señores pasajeros, estamos próximos al aterrizaje. Por favor, ponga derecho el respaldo de su asiento y abrochese el cinturón...
Mis compañeros empezaron a vitorear al piloto y a la "vocecita"como si acabaran de meter un gol decisivo para la argentina en el Mundial de Futbol.
Empezamos a atravesar las nubes hasta que pude ver un campo tras otro, un cuadrado de tierra atrás de otro de color similar, pero no identico. Era aburridísimo. Me puse a mirar hipnotizada un auto que se alejaba por entre los cuadraditos.
Al final la ciudad y el campo son casi lo mismo. Un cuadradito tras otro tras otro tras otro. Todos de colores parecidos pero ninguno igual al de al lado. Todos cerca, pero separados por una barrera, invisible o visible, que nosotros mismos ponemos. La única direrencia es que en la ciudad no te podes hipnotizar mirando un auto porque hay tantos que en dos segundos lo perdes de vista.
- Conocer es...- continué, mirando hacia el frente- no poner barreras entre uno mismo y la otra persona.
- ¿Y cómo se hace eso?
- Se empieza por llegar hasta la barrera y hacer que se encuentren, cada uno de su lado. Se sigue por saltar la barrera y pasar al otro lado, mostrando su inutilidad, y se logró cuando la otra persona también quiere saltarla y pasar de tu lado de la barrera. Entonces empieza a ser un estorbo, y se destruye.
- Hablas lindo. ¿Y la barrera, en este caso, viene a ser una metafora de...?
El avión ya había tocado el piso y estaba frenando en la pista. Sonreí.
- ...El respaldo del asiento.
Casi pude ver su sonrisa dibujada en mi mente mientras el avión se quedaba quieto y mis compañeros empezaban a aplaudir y a cantar como maníacos. Todas las personas comenzaron a bajar, dejandonos a mí y al grado últimos, como habían pedido los coordinadores. Cuando Matías se paró y empezó a avanzar, la chica se colgó de su asiento, lo inclinó hacia atras todo lo que pudo, pasó por encima de este y se sentó, mirandome.
- Me llamo Mica.- dijo.
- Un placer.
- Ahora te toca.
Ella volvió hacia atrás y me tironeó el brazo para que yo pasara. Lo hice y me senté a su lado, riendo.
- No tenía que ser tan literal.
- ¿Cómo te llamas?
- Lara.
- ¿Somos desconocidas?
- Supongo que ya no.
- Entonces bajemos, tu grado va a enojarse con vos si te tiene que esperar... O peor, podrían dejarte aca tirada en el aeropuerto...
- Tienen que ir a buscar las maletas antes de irse, y eso les va a tomar un tiempo.
- Dale, vamos.
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Ok... pues ahi lo tienen, historia corta, final abierto.

Se me ocurrió en el avión de camino a Córdoba durante mi viaje de egresados. Y obviamente la protagonista vengo a ser yo. Hasta que aparece Mica, todo ocurrio, incluida la risa por lo que dijo mi amiga. Y tambien lo de que grite MASTIQUEN!!! Y que por no escucharme algunos se quedaron sordos el resto del viaje. Les pasa por tarados >:v Aunque como una chica no escuchaba aprovecharon para joderla con su crush sin que se de cuenta de nada.

Pueden shippearlas si quieren, todos lo hacen de cualquier forma. O pueden quedarse como amigas. NO HABRA SECUELA QUE ESPECIFIQUE LO QUE PASA DESPUES. Eso queda a decision de su bonita imaginacion

Y no me tiren chanclas por todos los acentos que seguro me comi ;~;

-Wolfie fuera♡

historias cortas, finales abiertos y basuras varias :vDonde viven las historias. Descúbrelo ahora