Crónicas de tres pendejas.

Los patines de Soy Luna

"Despierta ya estamos en Granada"

No estaba en Granada pero al menos ya había despertado, cuando mi hermosa alarma había terminado su función me estire tal princesa de Disney a la par que hermosas avecillas me rodeaban y entonaban una dulce melodía mientra que unas pequeñas ardillas que entraban por la ventana me ayudaban a tender la cama.

Si esas cosas pasaran tal vez yo no tuviera cara de culo todas las mañanas, a demás de que yo no tengo cama y duermo en una pinche colchoneta en el suelo, me levanto a una hora en la que ni siquiera las gallinas de mi vecino se despertaban y por donde vivo lo mas cercano a una ardilla que he visto es un raton que suele esconderse en la basura, a que triste mi vida.

Despues de quedarme viendo fijamente a un zapato y reflexionaba sobre posibles lugares donde se podria encontrar su compañero (ya saben lo típico), decidí que ya habia desperdiciado un buen de minutos que bien los hubiera aprovechado para ponerme el uniforme de la escuela. Me cambié, me puse los zapatos, me cepille los dientes y era bella (okay no), mientras me peinaba y miraba mi reflejo en el espejo noté que había algo espantoso horrible... Que digo horrible... Inombrable.

Yín: Enserio que fea me veo en las mañanas, admiro a todas esas personas que me dan los buenos días hacen que mi positivismo aumente al igual que mi autoestima.

Que nunca esta mal un poco de auto bullying.

Cuando por fin habia terminado de arreglarme, decidí revisar una última vez mi mochila para ver si no se me olvidaba nada...

Yín: Haber libro de Inglés, libreta, Matemáticas, Español, Historia, Uniforme de educación física, la chancla,  el celular...Sip creo que ya es todo.¡Mamá ya me voy nos vemos al ratoooo!

Mamá: ¡Kwan Yin ya callate son las 6 de la mañana!

Mira mamá no es mi culpa que decidieras inscribirme a la secundaria en la mañana y no en la tarde como yo queria.

Yin: ¡Yo también te quiero mami que tengas buen día!

Yo ya me iba llendo cuando recorde algo muy importante.

Mamá: Ya se me hacía tan raro que te fueras sin dinero, ten toma. Mi mamá extendió el dinero hacia mí y yo rápido lo tome.

Yín: Realmente no venía por eso pero gracias de todas formas.

Mamá: ¿Qué se te olvidaba entonces, la cartulina...?

Yín: Nop, los patines.

Mamá: ¿Los patines? Por que te vas a llevar los patines Yín.

Yín: Por que quiero presumirselos a todos mientras patino y canto "Libre soy, libre sooooy" en la clase de educación física.

Na mentira habia hecho una apuesta con mi amiga Eliza, si hacia todo eso me iba a comprar comida. Lo que uno hace por comida... ¡Peroo comida gratisss!

Mi madre me miro mientras negaba lentamente con su cabeza y se volvia a costar para seguir durmiendo y mas tarde llevar a mis hermanos a la primaria, mientras yo salia podia escuchar algo como "Y yo que creí que si nacía a los ocho meses y le faltaba oxígeno al nacer no le iba a afectar". Me pare en una esquina y me di cuenta que todavía no amanecía, tal vez era porque aun no acababa del todo invierno (aunque ni se notaba porque hacía un caloron que ganas no me faltaron para cantar tengo calocha), en eso me puse a pensar que estaba en una esquina y parecía de noche no me malinterpreten por favor estaba esperando el transporte público.