Capítulo diez.
Raptor caminó renegando entre los árboles.
-Odio este bosque -exclamó cuando tropezó con un tronco.
Mientras se ponía de pie, vio caminar a una ancianita pequeña con una túnica.
-¡Hola, anciana! -la llamó, a lo que la ancianita se dio la vuelta. Raptor dejó de sonreír al ver el terrible aspecto de la mujer-. Dios Santo, eres horrible.
La bruja gruñó.
-¿Qué quieres? -preguntó con voz rasposa.
Raptor se acercó.
-¿Sabes e-el camino al palacio?
La bruja lo pensó.
-Es por... por allá -señaló hacia un camino-. Derecho, todo el tiempo.
El castaño le dio un vistazo y se regresó a la mujer.
-Ajá. Muchas gracias.
-Idiota -burló cuando se fue.
Le había dado el camino contrario.
El rey y la reina estaban enrollando el mapa, después de otra búsqueda fallida de su hijo.
-Su majestad -un tosido conocido llamó su atención: el mensajero real cruzó las puertas de la sala-. S-Su majestad -repitió, cansado y sin aire.
-¿Sabes? -le interrumpió el rey-. Para ser un mensajero, estás muy fuera de forma.
-El prín... -señaló algo a las puertas, pero no pudo terminar.
El rey y la reina se dieron la vuelta, viendo como entraban tres campesinos bañados en sudor y con las ropas mugrientas.
Éstos al estar cerca de los reyes, hicieron una reverencia, dejando ver detrás de ellos al príncipe Javier.
-¡Madre, padre! -exclamó él, corriendo para lanzarse en un abrazo. La reina analizó su rostro, estaba muy arañado y sucio, le dio un beso en la mejilla-. Quiero que conozcan a mis amigos. Y especialmente a uno de ellos. Si no fuera por Mike, no estaría aquí ahora.
El rey sonrió y les hizo una seña a los chicos para que se pusieran de pie. Ellos obedecieron y se acercaron a zancadas tímidas a los reyes.
-Si, si. Claro, imagino que has venido por la recompensa y...
-¿Recompensa? -interrumpió su hijo-. ¿Cuál recompensa?
El rey le dio un vistazo a su esposa antes de responder.
-Bueno, prometimos que.. quien te salvara, recibiría-..
-Gobernar un reino suena mucha responsabilidad para un simple mozo de labranza y, bueno... lo único que pido es suficiente dinero para salvar nuestra granja.
Javier le lanzó una mirada enorgullecida.
-Por supuesto -respondió el rey.
-Disculpe, su alteza -interfirió el menor de los hermanos, llamando la atención de todos-, ¿eso significa que hay una vacante como rey y esposo de Javier? porque n-no me importaría-..
-Sparta -lo calló Flex.
-S-Si, eso.
-Pues hoy, no se celebrará ninguna boda. Ni mañana -se dirigió a su hijo-. Querido Javier, puedes casarte con quien quieras y cuando quieras.
-¿Y si no quiero?
-Vamos niño, no abuses de tu suerte, eso no es de sabios.
Seguido de eso, abrazó una vez más al príncipe y a su esposa.
El mensajero corrió hacia ellos.
-Ay, abrazo de grupo.
-No, nada de eso -negó el rey, alejándolo-. Empieza a entrenar.
Javier, en medio del abrazo, buscó la mirada de Miguel. Y sonrió.
Timba arrojó otro pedazo de madera al montón, cuando una voz conocida lo interrumpió.
-¿Será posible que un par de herretes hambrientos puedan comer algunas cachas? -inquirió la voz de Flex, acercándose junto a Sparta a su padre.
-Volvieron -sonrió orgulloso y los abrazó.
Mike venía más atrás y cuando Timba lo vio, se acercó a él.
-Bienvenido, hijo -exclamó contento, abriendo sus brazos-. Bienvenido.
Mike no dudó en lanzarse para corresponder el abrazo que tanto había deseado.
-Lo siento -le murmuró.
-Yo también -contestó el rubio.
Timba se separó y, cuando empezaba a alejarse para seguir con sus tareas, Mike lo volvió a llamar.
Le entregó una bolsita de tela, sin ocultar su sonrisa.
-¿Pero, esto...? -inquirió con asombro, sacando el interior. Eran monedas de oro, muchas. Se giró hacia Flex y Sparta-. Lo lograron.
-Nosotros no. Fue Mike. Nosotros sólo lo ayudamos.
No pudo evitar su sonrisa de orgullo.
-Tu madre estaría muy orgullosa de ti, Mike.
-Llámame chico ceniza.
Timba negó.
-No. Todo eso... Estaba muy enojado, no es un nombre que debas tener.
-Ya me acostumbré -sonrió-. Me lo quedaré.
***
bienvenidos al final, lamento que sea tan corto :(en un ratito se viene el epílogo jsjsjs<3
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El Rey de la montaña ;; Mikellino
FanficMike el "chico ceniza", hijo de un humilde granjero, se embarca en una peligrosa aventura con sus hermanos para salvar al príncipe de un vil ogro conocido como el Rey de la Montaña, para cobrar una recompensa y salvar la granja familiar de la ruina...