🍒Prólogo🍒

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El amanecer de otoño suele ser en su mayoría fría y con suaves corrientes de aire, Shouto se despertó en la mañana con una enorme dicha recorriendo su ser, observando a su amado acurrucado en su pecho, tan tranquilo y con los rizos de su cabello alborotados. Sonrió adormilado mientras se levantaba un poco para mejorar su vista.

Izuku Midoriya, un joven omega de veintidós años, su destinado y actual pareja. Oler el dulce aroma del peliverde, de una deliciosa mezcla entre canela y azúcar, le hacía sentir cosquilleos en el pecho. Todoroki se quedó en cama unos minutos más observando a su novio dormir,  admirando esas pestañas tan largas, sus adorables pecas y jugueteando con sus verdes cabellos.

—Shouto... –Susurró Izuku, adormilado y confundido a su vez, abriendo sus ojos de apoco, parpadeando continuamente para acostumbrarse a la luz solar– hnm ¿Qué hora es?

—No es tan tarde, son las siete de la mañana –respondió, enredando su dedo índice contra los cabellos verdes del menor– es muy temprano, vuelve a dormir.

Midoriya se acomodó en el pecho de Todoroki, olfateando con cuidado el aroma tan fuerte que inundaba sus sentidos, su olor a tierra mojada era tan delicioso y gratificante. Lo abrazó con cuidado y sonrió tranquilo.

—¿Qué haces despierto a las siete de la mañana? volvamos a dormir.

—Tu aroma me despertó –dijo Shouto– lo sentí más...dulce.

—¿Es eso malo?

—Para nada, huele realmente bien –respondió con calma y abrazó aún más fuerte a Izuku, apegándolo contra su cuerpo y enrollándose con cuidado entre las sábanas color crema de la cama que compartían– ven, quiero volver a dormir contigo.

❝Dulce de leche❞ | 'Tododeku omegaverse'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora