Ella *Noriel*

Capítulo 32

Seguía fijo en mi y me cruze de brazos.

-¿Quién te dejo entrar?- dice molesto tratando de pararse.

-No hagas eso y siéntate- digo y me acerco a él pero me esquivaba.

-No necesito tu ayuda- dice y note que estaba dolido.

-Si quiera vez como estas- digo sentando a su lado, él se agarró la cabeza.

-¿A qué viniste?- dice- ¿Vienes a sacarme en cara que jugaste conmigo todo el tiempo?- dice parandose.

-No- digo- Vengo aclarar algunas cosas-.

-No quiero que me aclares nada, ya fue suficiente para mi- dice caminando a la puerta.

-Sientate y escuchame- digo impidiendo su paso.

Me quedo mirando dolido y claro que lo esta, no lo juzgo porqué me lo meresco. Camino a la ventana y se apoyo lejos de mi.

-Estoy aquí porqué me enteré lo que haces- rodo los ojos- Éste no eres tu, al menos no el Noel que conozco-.

-Acostumbrate entonces porque este sera el que verás a partir de ahora-  dice caminando nuevamente a la puerta.

Su frialdad me estaba matando y no me controle.

-¿Esa es la imagen que le quieres dar a tu hijo?- suelto mirándolo mientras el me daba la espalda.

Se quedó quieto y se volteó mirandome a la cara buscando alguna respuesta por lo que acababa de decir.

-Me comportare cuando lo tenga- dice me acerque a él.

-Bien- quedamos cara a cara- Porqué ya lo tienes- pongo una mano en mi panza-.

Sus ojos se abrieron mas de lo normal y miro mis manos, negó y solto una risa nerviosa.

-Éstas jugando conmigo- dice retrocediendo unos pasos- maldita sea Lía si estas jugando conmigo no te lo perdono-.

-¿Crees que bromearia con algo así?- me molesto.

-Pero yo...-.

Se acercó y puso sus manos en mi pancita, descubrió el pequeño bulto que se sentía y me miro.

-¿Es por esto que te fuiste?- dice- ¿Por lo que te dije en la alberca?- me miraba ahora culpable.

-Si- digo mirando a un lado- Tu no querias un hijo y es lo primero que te doy, solo quería que lo supieras- suspiro- No te obligará a quedarte conmigo-.

-Perdoname nunca quize que pensarás así de mi- me pide apoyando su frente con la mia- No sabía lo que decia, el odio me gano y de haber sabido que esperabas un hijo mio no habría dicho lo que dije-.

Lo abracé y él apoyo su cabeza en la mia, acariciaba mi espalda y yo me aferraba a él, solte un par de lágrimas.

-Te dije que ya no te amaba porqué seria la única forma en que me dejarias ir- lo miro- No pense que me creerias tan rapido-.

-Sabia que algo andaba mal contigo- dice- Debi imaginar que era esto- acaricia mi panza.

-Perdoname- me miro- No quería dejarte Noel pero lo supe que hacer-.

-Ahora si estoy molesto contigo Lía- agaché la cabeza- Porqué me querias dejar fuera de esto, sin siquiera preguntarme, Nena no entiendes que eres el amor de mi vida, yo me muero por ti, se lo que dije ese día pero carajo eso no tiene nada que ver contigo, adoro todo de ti y lo que me das soy el hombre mas feliz del mundo tendremos un hijo, nunca te odiaría por darme la felicidad de ser padre contigo- me besa suavemente.

-Te amo y estoy segura que serás el mejor padre para nuestro hijo, no pienso dejarte nunca más, mi corazón te pertenece, tu eres mi vida, lo fuiste desde el primer momento que te vi, soy toda tuya para siempre- solté lloriqueando.

Me beso diferente a como lo hacía siempre, me invadió una sensación de tranquilidad y amor, me colge de su cuello y él me agarro con suavidad pero firmeza de mi cintura.

Sus ojos seguían cerrados, acaricié su mejilla y él me miro.

-Eres la calma de todos mis demonios mujer- dice-.

Beso suavemente mi mano y me abrazo nuevamente.

(...)

-¿Porque estaban esos hombres ese día?- digo sentando a su lado.

Todo había vuelto a la normalidad, la casa estaba en perfectas condiciones y nosotros mejor que nunca. Ninguno de nuestros padres sabe de esto, aún no queremos dar la noticia esperamos el momento indicado.

-Quería paz ese día- dice acariciando mi cabello.

-¿No pasa nada más?- digo y él miro a un lado- Noel ¿Qué sucede?-.

-Carla y Juan nos amenazaron de muerte- me sorprendi- Te anda buscando como loca, tenía a mis hombres buscándote- dice.

-¿Qué haremos?- digo tomando mi cabeza.

-No te preocupes, no dejare que te haga daño- dice abrazandome- Ni a ti ni a mi hijo- sonreí.

Me acarició mi brazo llegando a mi barriga, puse mi mando encima de la suya y beso mi frente, nadie se imaginaba la felicidad que sentía en ese momento a pesar de que una loca estuviera tras de mi.

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C.A