XXIV

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Hoseok odiaba estar en ese hospital pero el que Jimin estuviera a su lado no lo hacía tan malo.

ㅡ¿te duele? Estás arrugando la nariz como cuando te enojas ㅡlos cables conectados en su rodilla hacían el masaje de siempre.

ㅡSiempre me duele, no es algo nuevo ㅡla cicatriz de la operación se veía fea aún y los cables pegados sobre ella la hacían ver espeluznanteㅡ ¿no te da asco verla?

Jimin negó con su cabeza y una sonrisa genuina.

ㅡNunca podrías darme asco Hoseok ㅡsus ojos volvieron a la revista en sus manos, en ella se veían cuadros de pintura.

ㅡTe has interesado bastante en la pintura ¿es por la terapia del doctor Kim?

ㅡNo soy tan ajeno a la pintura ¿sabes? Mi madre solía pintar y bastante hermoso ㅡdijo cerrando la revista de forma repentina y con las mejillas pintadas por un inusual rojo intenso.

ㅡEy tranquilo, no tienes que estar tan a la defensiva, suenas como si te gustara.

Algo brillo en la mirada oscura del rubio pero Jung decidió no seguir escarbando pues sabía cómo se ponía su compañero bajo presión, sinceramente no quería hacerle pasar un mal rato siendo que quizás todo estaba en su imaginación.

ㅡEres como un hámster Park.

ㅡEy no me trates así, soy tu superior.

Hoseok estaba dispuesto a responder de manera burlona a su amigo pero fue el doctor entrando a la habitación impregnada por ese horrendo olor a medicamentos que lo detuvo.

ㅡSeñor Jung, ya es tiempo de terminar la sesión, siendo esta ya la última ya es hora de retirar los analgésicos.

La sonrisa de Jimin se amplió haciendo desaparecer sus ojos.

ㅡEso es bueno Hobi ㅡpero el rostro de Hoseok se veía devastado.

ㅡPero aún duele como cuándo recién comenzamos las sesiones, no imagino lo que dolerá sin las patillas ¿Me quiere matar?

A pesar de que Jung estaba recostado en aquellas incómodas camillas de hospital se lograba notar su hostilidad corporal.

ㅡSeñor Jung, sus exámenes indican que todo está perfecto...no hay razón física para que su dolor persista e incluso si usted hace un calentamiento indicado podría bailar, por su puesto que le causará molestias pero no sería imposible.

ㅡ¿Estas diciendo que soy un puto loco? ¿Crees que el dolor es imaginación maldito incompetente? ㅡlas palabras salían atropelladas entre sí por lo apretado de la mandíbula de Jung, su ira inconfundible.

Jimin apretó la mano de su amigo en una advertencia de su descortés forma de decir las cosas.

ㅡ¡No Jimin! Mi rodilla no está bien, si lo estuviera podría caminar sin cojear por el puto dolor que me atraviesas el cuerpo completo.

ㅡNo estoy diciendo que no sea real señor Jung...solo digo que el dolor no proviene de algo físico y siendo así yo no puedo brindarle ninguna ayuda, le recomiendo que hable con su psicólogo sobre esta situación.

Una risa amarga salió ahogada de la garganta de Hoseok y aunque quería gritar en la cara de ese doctor con cara de poker, solo apretó con fuerza la mano de Jimin. Dado de alta ya no tenía que volver a ese lugar, nunca le había gustado e incluso le causaba ansiedad aquel olor a anestesia que había en todos lados recordándole sus meses en cautiverio en una de esas camillas duras e incómodas a su parecer, pero a pesar de todos esos contras el ser dado de alta se sintió como ser lanzado desde un avión a la mayor altura sin paracaídas alguno, era demasiado rápido pues no se sentía sano. Siempre había soñado con ser dado de alta y poder volver a su vida pero ahora que lo había obtenido sentía que se habían burlado de él y no podía creer que se sintiera aún más dañado que cuando entró a ese hospital con el hueso de su rodilla expuesto y hecho trizas.

Roces.       «NamJim/NamMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora