Tu y Yo

Capitulo 24 Malas intensiones y contratiempos

Advertencia: este fic esta hecho solo para entretener, no tiene ninguna relación con Naruto y está en mí decirles que mas adelante habrá Lemos no apto para menores o personas que no les guste este genero, leen bajo su propia responsabilidad.

-xxxxxxx- DIALOGO

-"xxxxxx"- PENSAMIENTO

-xxxxxx- TELEFONO

"xxxxxx"-VOZ DE CONCIENCIA

Capitulo 24: Malas intensiones y contratiempos.

Un par de días después nuestros querida pareja caminaba tranquilamente y en silencio por la calle hacia la casa de Hinata, no era un silencio incomodo nada mas alejado de la realidad, la verdad que estaban cómodos con la presencia del otro, no necesitaban de más que el estar juntos.

Cuando llegaron a la entrada que la residencia Hyuuga se quedaron viendo un momento, había sido unos días maravillosos, tanto tiempo juntos en el colegio y sin avergonzarse de alguna muestra de cariño.

-¿Quieres pasar un rato?- rompió el silencio la ojilila.

-Hinata...- le dijo tratando de sonar serio, pero no podía. Los últimos días ella había estado insistiendo en que se quedara con ella y no era que el no quería, claro que no, pero no quería faltare el respeto a la confianza que su padre había puesto en el.

-Solo será para tomar un te- dijo haciendo un mohín, pero vio que iba a negarse cuando agrego- y un trozo de pastel de chocolate- ¡zas! Su punto débil.

-Esta bien, pero solo por poco tiempo.

"¡Si! Ahora solo falta que se quiera quedar. Quizás podamos persuadirlo o sobornarlo con algo."

Ella feliz de pasar mas tiempo con el, lo abrazo y le dio un rápido beso, para jalarlo dentro de la casa. Una vez adentro dejaron las mochilas cerca de la puerta y fueron a la sala para mayor comodidad.

-Iré por el te y el pastel- dijo sonriendo y volteándose para ir a la cocina- tu siéntate y espérame.

Naruto solo suspiro resignado, solo estaría una hora como mucho y luego se iría antes de que la pelazulada lo convenciera para que se quedara, ya que su resistencia estaba llegando al limite. La verdad es que no podía negarle nada, y por eso era difícil para el negarse cada vez; en esos días, que ella prácticamente le rogaba para que se quedara, ya que estaba sola.

Hina se estaba tardando, quizás necesitaba ayuda con algo. El joven se levanto y se encamino a la cocina lo que vio solo le provoco una sonrisa, allí estaba su adorable novia tarareando una canción mientras hacia leves movimientos con su cuerpo, como si estuviera bailando al mismo tiempo que cortaba el pastel.

"Oye no conocíamos esa faceta artística, pero no voy a negar que se ve de lo más inocente así, aunque a veces no lo sea."

-¿Necesitas ayuda?- la aludida dio un pequeño respingo y se volteo a verlo.

-N-no ya esta todo- dijo algo avergonzada de que la descubriera "bailando"- ve a-a sentarte.

Cuando todo que listo en la mesita de la sala, empezaron con el te y el pastel mientras charlan cosas de su infancia y mas, de todo lo que habían pasado antes de conocerse. El tiempo fue pasando y de un momento a otro sintieron un fuerte estruendo que los asusto a los dos.