Departamento #403. || EN EDICIÓN.

Capitulo 11: Después del viaje.

—Regresaste antes de lo esperado...—Dijo la abuela.

—Estuve más de 24 horas fuera de casa. Ya es bastante. —Le respondí de mala gana-

— Debería hacerte una fiesta.

— ¿Estuviste bien?—Ignoré su comentario anterior. 

— ¿Qué tal tu viaje?

—No quiero hablar de eso.—Giré los ojos. 

Habían pasado varios días. No veía a Logan desde entonces, sabía que nunca más se aparecería en mi vida para causarme problemas como siempre. La abuela notaba mi estado de ánimo y dejaba de ordenar y pedirme cosas; Entonces tenía más tiempo para mí misma. La escuela por correspondencia estaba en "vacaciones" y decidí comenzar con mi sueño sobre escribir un libro. ¿Pero cómo debía empezarlo? ¿Qué clase de aventura debía contar si nunca había vivido una?

Era mejor comenzar a escribir sobre una mujer. Una mujer que nunca en su vida había salido a explorar el mundo... Entonces lo llamaría "Esa mujer", y comencé a escribir.

"Si ella sale al mundo se hace invisible. Todos la empujan y caminan sobre sus pies... pareciera que ella es invisible para las personas. Así que esa mujer se esconde en su departamento, es pequeño pero acogedor y cálido como un nido para aves, ahí se puede respirar libremente.

Esa mujer nunca soñó o extraño al mundo exterior. Al menos hasta ahora..."

De pronto unos golpes en la puerta se escucharon interrumpiendo mi inspiración. No tenía intenciones de abrir, pero afuera escuche a alguien toser, alguien "enfermo".

— ¡Lou, tengo gripe desde el viaje a la playa! —Gritó desde afuera- ¡Estoy sangrando por la boca!

Sabía que era mentira... él siempre tan burlón, tan cómico. No podía ser verdad.

—¡Tengo fiebre y escalofríos!,  ¿Tienes medicina para la gripe?,  ¿Debería ir a un hospital?—Insistía desde afuera. 

Estuvo al menos 10 minutos ahí afuera tocando y pateando mi puerta. Supongo que se cansó y se fue porque la tranquilidad regresó a mí al ya no escuchar esos molestos ruidos.

 Pero 1 hora después, cuando termine de comer... regresó

— ¡Lou, un prendedor se te ha quedado en mi auto!,  ¡Vine a dártelo! 

Claro... yo no usaba prendedores. Pero él seguía y seguía golpeando a mi puerta... Hasta que de nuevo se calmó. Y luego... una hora más tarde regresó. ¿Una rutina, acaso? 

— ¡Necesito tu ayuda! No puedo dormir a causa de los impuestos —Seguía diciendo desde afuera—  ¡Préstame unos centavos, te los pagare!

¡Pero claro! No era tonta como para abrirle la puerta y que el entrara como perro por su casa como aquella vez de la primera cita. Tome mi celular y le envié un mensaje de texto que decía "Dame tu número bancario, te lo enviare ahí".

—¡No tengo cuenta de banco en U.S.A! — Me gritó en cuanto recibió mi mensaje—  ¡Todo mi dinero se quedo en España! 

Le mandé otro mensaje de texto "Entonces pídele dinero a tu amigo Carlos". 

Enseguida me respondió el mensaje de texto con palabras en mayúscula que lo hacían ver como si me lo gritara en la cara "Volveré pronto con otra excusa". ¿No se cansa?

A pesar de ser molesto... También logró ser divertido. La manera en la que molestaba y tocaba a mi puerta una y otra vez solo con tal de verme... Había resultado divertido y entretenido para mí en un día tan aburrido como los que solían ser antes.

Pasaron al menos unas 3 horas más... No había regresado aun. Quería dormir temprano ese día así que fui al baño a cepillarme los dientes. Me lleve una grata sorpresa al ver que ya no quedaba pasta dental y por si fuera poco tampoco había más papel higiénico. Camine hasta la habitación de mi abuela para preguntarle si ella tenía guardado algo de eso en su cajón de noche.

—Revisa mis cajones si quieres.

—No hace falta, tendré que ir a comprar más.

— Es un poco tarde ¿No crees?

— Si, pero tengo que cepillar mis dientes y necesitamos el papel.

Salí del departamento. Para poder salir hacia el Supermercado que quedaba a dos calles tenía que atravesar el enorme estacionamiento de nuestro edificio.

Iba caminando tranquilamente por el... Hasta que entendí porque Logan ya no había ido a molestarme.