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5:43 am

Los rayos de la mañana caían gradualmente sobre el dormido rostro del castaño. Podríamos decir que se veía glorioso como cada mañana, pero sería mentir.

MyungJoon se revolvió entre sus mantas, alejándose de la luz. No tenía ánimos para poner un pie fuera de su cama. La alarma, que había colocado para ir a la escuela, sonó estrepitosamente obligándolo a levantarse. Con pasos torpes llegó hasta el baño de la casa, se encerró allí para luego mirar con pena a su patético reflejo. Tener un gigante espejo no le estaba ayudando en absoluto. Su rostro se veía pálido en comparación a su bronceada piel natural; sus ojos estaban apagados, rojizos y acuosos; debajo de ambos habían dos grandes surcos de ojeras. Su aspecto reflejaba como su alma se encontraba por dentro. Intentó sonreír para talvez así mejorar su aspecto, pero se veía más como una mueca de dolor.

Se metió a la ducha con todo y pijama dejando que el agua limpiase su sucia alma.

Sucio

Lo habían llamado así muchas veces, también lo habían llamado de maneras peores. Nunca se lo busco, nunca quiso tener esa reputación. ¿Era malo ser amigable? Que el supiera no era pecado ser una buena persona. Pero a lo largo de los años muchos habían malinterpretado sus ademanes cariñosos.

Myung empezó a quitarse su pijama lentamente,recordando.

La primera vez que alguien le dijo que gustaba de él ni si quiera lo creyó posible. ¿Cómo él iba a ser del gusto de alguien? No lo creía. Ese día estaba tan nervioso que sólo asintió y se alejó de la pequeña niña que se le acababa de confesar, talvez fue allí cuando comenzó su fama de rompe corazones.

Sin embargo nunca dejó su manera coqueta y juguetona de ser, a Jinwoo le gustaba que fuera así. Con el paso del tiempo comenzó a aceptar invitaciones a salidas con chicos y chicas; a su madre no le molestaba su bisexualidad. Pasaron los años, pasaron muchas cosas, conoció a muchas personas y todo la escuela seguía hablando de él, pero siempre que veía la sonrisa del pelirubio cuando estaba con él sabía que no podía ser tan mala persona si alguien tan increíblemente bello como su mejor amigo le regala una de esas sonrisas, de esas sonrisas que iluminaban su día a día.

Park Jinwoo siempre fue esa barrera de titanio incorrompible que trataba de protegerlo de todo lo horrible que se decía de él. Admiraba la forma en que lo defendía en público, cómo no le importaba sentarse con él a todo momento, cómo no le importaba el qué dirán. Jinwoo siempre había sido un buen líder, siempre un buen compañero, siempre un buen amigo. Lo tenía a él, Eunwoo, Moonbin y Minhyuk. Incluso Sanha lo había defendido muchas veces por Internet.

Todo en su vida era perfecto; hasta que comenzó a sentir cosas por su mejor amigo. Es decir, se habían besado de niños y reconocía que le gustó mucho, y le gustó mucho más cuando se dio cuenta que ese había sido su primer beso. Jinwoo había sido su primer beso. Sin embargo nunca creyó que esos sentimientos crecerían hasta desbocarse y quererse salir de su propio pecho.

Al comienzo creyó que era una simple admiración hacia su menor. Luego cuando Jinwoo tuvo su primera cita a los quince años, con la desabrida de Taeyeon, creyó que sólo eran celos de mejor amigo. Que equivocado estaba. Esa misma tarde estaba esperando a que Park llegara de su cita apoyado contra la ventana del cuarto de su mejor amigo. Escuchó cuando ambos se acercaban así que decidió hechar un pequeño vistazo a la entrada. Parados justo enfrente de la puerta principal estaban Jinwoo y Taeyeon, besándose.

Haciendo el menor ruido posible huyó hacia su hogar, dejándose caer sobre la cama envuelto en lágrimas. Se pasó la tarde comiendo helado, escuchando Drunkennes y asimilando el hecho de que gustaba de su mejor amigo. No podía reclamarle nada, era libre de poder hacer lo que quisiera, de besar a quien quisiese. Así que cuando al día siguiente fue a la escuela dispuesto a no hablarle a Jinwoo por el resto de la vida, lo menos que se esperaba era ser bienvenido con un gran abrazo por parte de su menor, dejándolo totalmente sonrojado y desorientado. No podía ser frío con él, y menos cuando después le contaría que Taeyeon lo había besado y que, permítanme recalcar, fue lo más desagradable que hizo en su vida. El corazón de Myung no podría haber estado más feliz.

It's a Lovely Maze《ASTRO》 [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora