Capítulo 3

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Nadie pudo dormir en toda la noche, bueno tan solo él hermano menor que al intentar quedarse despierto viendo la televisión le gano el sueño, la chica ante lo que vivió ni siquiera quería acercarse a la cama se quedo sentada en el sillón viendo la televisión, junto a su padre, que aun estaba procesando lo que sucedió viendo ese tablero maldito el cual dejó en la esquina de una habitación, lo podía ver desde aquí sin problema alguno, no lo perderá de vista.

Para fortuna de todos ya había llegado la mañana, y ya irían a una iglesia en busca de ayuda, católica fue a la que acudieron, a pesar de estar bautizados realmente no eran fieles, tan solo tradiciones que tenía la familia de vestir a los bebes de blanco, y bueno eso era lo normal que sucedía con cualquier familia.

...

—¿Jugaste sola?.—Le preguntó el sacerdote, la chica asintió en forma de respuesta.

—No lo tome muy en serio, jamás me había pasado algo paranormal creí que no sería la excepción. —

—Con este tipo de cosas no se deben jugar... Se que pueden parecer tonterías pero unas suelen ser reales, ¿cerraste el juego?.—Ella parecía no saber a que se refería con eso, él hombre de mediana edad tan solo suspiro. —Es una de las reglas del juego, si no el espíritu... No se irá, pero da igual pues haberlo invocado sola ya fue suficiente para estar expuesta. —

—Padre, a mi no me importa eso, lo que me importa es Salvar a mi hija de esa cosa, apenas lleva un día con ella y no la deja en paz.—Explico él papá al sacerdote, lo único principal aquí es salvar a su hija.

—¿Solo un día?. —Aquella pregunta no dio alivio a los presentes.

—¿Que pasa con eso?.—Cuestiono su papá.

—Entonces puede ser una entidad muy poderosa, esta decidida a tenerte.—Le explicó, el pánico la invadió, aunque hasta este punto ya no se molestaba en gritar, solo estar quieta con el miedo consumiéndola.

—Es un chico, creo... No lo se, no he podido verlo, pero tiene su voz así.—Comento. —¿Si es un demonio?.—Ha preguntado temerosa, esperando no recibir un si de respuesta.

Él sacerdote seguro de que no hay nada cerca y solo están ellos, hizo una señal para que los siguiera la familia hasta su oficina. —Han leído de Lucifer.—Le ha dicho, ellos negaron.

—Fue un ángel, que Dios desterró convirtiéndolo en el diablo, otros ángeles lo siguieron y se convirtieron en demonios... No debieron ser muchos, pero las personas también puede ser demonios, claro primero deben convertirse en espíritus, hasta que sólo quede maldad, y deseos que tienen.—Les ha explicado. —Ese demonio pudo haber sido un humano que busca algo, a ti... ¿Cual era su nombre?.—

—Solo me dio sus iniciales YK.—

—Por favor como lo podemos combatir.—Suplico él papá.

—Mientras no se apodere de su cuerpo para usarla no puedo hacer mucho, y aunque mandará una petición la iglesia tardaría demasiado en actuar.—El papá se veía agobiado ante las palabras del sacerdote. —Recomiendo un vidente, hay algunos que saben actuar contra ellos.—

—¿Como CazaFantasmas?.—Pregunto él menor, él mayor tan sólo se río.

—Parecido, pero ellos se deshacen de los entes malditos.—El sacerdote se acercó a su cajón para sacar una tarjeta y entregarla al hombre. —Ella es realmente buena, digan que van de mi parte.—

...

Habían llegado al dichoso lugar, que es mas bien una casa, todos estaban allí, no querían dejar solo a nadie temiendo que algo podría pasar si no es así, él padre toco a la puerta, y quien le abrió fue una mujer madura, pareció haber analizado a cada uno de ellos. —¿Si?.—Le pregunta, él padre miro a su hija.

Mensajes del mas allá [ Mystic Messenger ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora