He defraudado al sonriente niño que me amaba, no volví al que debia ser, sólo deje todo a la suerte, al miserable azar de la vida. No llegué a creer en ti pobre niño, las palabras no salían por la pena que sentía en mi alma. A quién le miento ternura, a quién le miento cariño. Firmaste tu nombre en mi pecho y ya con eso dije tontas palabras, sonríe maldito me dijo el otro, saluda con clase me dijo el demonio y la única acción que realicé fue callarte.
Pequeño idiota me dijo el Padre, pequeño sin carácter escupió el abuelo, chico ignorante dijo la família. No decidí creer en sus incoherencias y afronte caminos estrechos con salidas difíciles. Lo que más deseo es reconocer que no ser, en este mundo de picardía. En un mundo de veneno en cada esquina, en un mundo de melodías similares. Adiós Payasos.
