Regreso a casa temprano por la tarde, luego de volver de la escuela con el boletín de periodo en la mano.
Me bajo del metro y camino por la vereda de la calle cubierta de hierba alta.
Rodeo el conjunto y me encamino hacia el portón de entrada.Presiono el botón del timbre y la puerta se abre haciendo su típica vibración.
Le sonrío a Gomez. Pero me quedo de piedra cuando él no me corresponde.—¿Gomez? ¿Que sucede?— pregunto, apartándome el cabello de la cara.
Él se encoge de hombros y, por el rabillo del ojo, veo a los chicos y chicas de mi edad murmurando detrás de mí.
Frunzo el ceño, extrañada.
¿Qué pasa?—Mírelo usted misma, señorita.—me dice él, pidiéndome que lo acompañe hasta el interior de lugar de portería. Y yo lo hago sin dejar de arrugar el entrecejo.
Me siento en la silla cuando él empieza a manipular el mouse.
¿Otro fantasma?Me congelo en el asiento cuando veo la sombra ocultarse detrás de un auto y luego colarse en... ¿mi habitación?
¡Mierda! Un ladrón, violador, psicópata... lo que sea que sea, ¡entró a mi jodida habitación!
Me toco los labios con la yema de los dedos instintivamente cuando veo la figura masculina salir de mi balcón y lanzarse de la ventana, para luego caer de cuclillas en el concreto del suelo y echarse a correr.
—Estuvo en su casa, señorita.
Hago caso omiso de sus palabras y lo miro fijamente para luego mirar hacia el aparcadero y ver a una Emily con los ojos llorosos, mirándome.
Ash...
—Emily...—digo, pero ella se va corriendo.
Ay, mierda...
Me pongo de pie súbitamente, ignorando las miradas que me dirigen las personas de allí y corro detrás de la pequeña.
—Emily... Emily, es sólo una persona.—le digo y me detengo cuando ella deja de correr para luego mirarme.
—No lo es, Itzel. Explica por qué no nos hizo nada.—ella solloza cuando yo no menciono palabra.—Ah, ¿lo ves? No mientas.
Resoplo cuando continúa corriendo de camino a casa y la sigo, a paso lento.
Camino más lento aún cuando veo un chico observándome, desde el otro lado de la calle.
Frunzo el ceño.
¿Qué me ve?El chico es guapo y bajo la mirada para no fijarme en los detalles de su belleza.
Abro la puerta de la casa y cierro, no sin antes enfocarme en el color de sus ojos: azules.Subo a mi habitación y cierro la puerta con seguro para luego lanzarme en la cama.
Miro la ventana abierta fijamente, recordándome cerrarla y cierro los ojos.❁ ❁ ❁
Abro los ojos lentamente y me revuelvo incómoda en la cama, soñolienta.
Miro a la ventana y me incorporo, frotándome los ojos cuando me fijo en la oscuridad del cielo.Es de noche.
Me siento con las piernas cruzadas en la cama y, con una mueca en la cara, me arreglo el cabello.
Me pongo de pie para encender la luz y vuelvo a sentarme, con los ojos entrecerrados.Gruño. Debo hacer tareas.
Mañana hay clases.Bajo mi morral del perchero y saco los cuadernos y los lapiceros para luego sentarme en el escritorio.
Saco mi calculadora y la tabla periódica.
Odio las matemáticas, por Deus..
Bufo cuando termino de hacer los cálculos de química y mates.
Por fin acabé.Miro el reloj de pared.
Diez de la noche.
¡Carajo! ¿Cuánto tardé?Miro fijamente mi celular cuando empieza a sonar y a vibrar.
Frunzo el ceño y lo tomo en las manos.
Leo.
"Unknown".Me encojo de hombros y deslizo el ícono verde.
—¿Hola?—sostengo el móvil contra mi hombro mientras recojo los libros de mi escritorio para organizarlos en mi mochila.
Me detengo, sin dejar de fruncir el ceño, cuando oigo una risita masculina desde el otro lado de la línea.
—¿Luke?
Mi respiración se atasca en mis pulmones cuando alguien, de voz grave, me responde con una extraña tranquilidad:
—No.
Tomo una bocanada de aire y respondo.
—¿Con quién hablo?—pregunto, mirando fijamente por la ventana.
Él se queda en silencio por un momento.
—Adiós, princesa.—dice, al cabo de un rato.—Te veré mañana. Buenas noches.
Miro la pantalla de mi teléfono cuando el número aparece en rojo.
Me colgó.
Corro a asomarme por la ventana y, en la calle, veo a la misma figura masculina vestida de negro que en los vídeos de las cámaras del conjunto, mirándome.Nadie lo ve. Todos están tan metidos en sus asuntos que no lo ven.
Teclea algo en la pantalla de su celular, para luego guardárselo en el bolsillo trasero de su pantalón.
Miro rápidamente mi celular cuando le llega un mensaje.Mi corazón late desbocado cuando la sombra levanta la mano para saludarme y luego se da la vuelta, con las manos metidas en los bolsillos delanteros de la chamarra y se va.
Me muerdo el interior de la mejilla y luego corro a ver mi celular.
Abro el buzón de mensajes recibidos.Unknown: Te veo mañana, Princesa.
Trago en seco y vuelvo a mirar a través de la ventana por donde él se fue.
¿Quién mierda es y cómo carajo consiguió mi número?

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STALKER ©
Teen FictionTomo el teléfono con las manos temblorosas, tomo una bocanada de aire por la boca y me obligo a hablar, en un susurro: -¿Quién eres? Contengo la respiración cuando, del otro lado de la línea, oigo una respiración agitada contra el auricular y pasos...