Prólogo

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Todo se encuentra oscuro y lo único que veo es un coche, del cual sale un sujeto, algo en mi mente me dice que ya lo he visto antes, éste discute con otro, volteo y veo a una pequeña niña que observa todo desde la ventanilla de un auto, de repente escucho un disparo, volteo a todas partes hasta que me encuentro con una silueta que reposa en el suelo, un charco de sangre se forma a su alrededor y cuando por fin le veo el rostro, descubro que ese sujeto que se me hacia tan familiar es mi padre.

El sujeto que le disparó a mi padre sólo ríe y su risa se me queda grabada en la memoria, las sirenas empiezan a sonar por todos lados y veo a la pequeña niña correr hacía donde se encuentra mi padre, ella se inca y pasa su manita por el pelo de mi padre.

-Ale, regresa al auto, por favor- un pequeño de ojos verdes cristalinos la llama desde el interior del auto negro.

Y justo en ese momento me doy cuenta de que la pequeña niña que llora soy yo y que el niño de rizos castaños es mi hermano Eddy.

Todo se vuelve borroso y lo único que veo es como mi padre se desploma en el suelo, es una escena que se repite una y otra vez con la risa del maldito que lo mató de fondo a ésta se le unen gritos, llantos, sirenas.

Despierto de golpe temblando, llorando, jadeando. Ya había pasado un largo tiempo desde que no soñaba con el día en que mataron a mi padre.

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