Alexandra
–¡Vaya! si que Dereck es rápido, ¿usaron protección verdad?– me pregunta Hope mientras se tumba en su cama.
–Hope, Dereck y yo no tuvimos sexo– me tumbo a su lado.
–Pues cuando yo entré vi otra cosa.
–Pues viste mal, Dereck y yo sólo somos amigos– me pongo de pie, algo irritada y Hope hace lo mismo.
–Está bien, vi mal, pero no te enojes– la volteo a ver y niego.
–No estoy enojada.
–¿Segura?– yo asiento. –Y a todo esto ¿para que viniste?
–Quería preguntarte si está Eddy– ella se sienta en la cama y niega.
–No y volverá hasta la noche.
–¿No sabes a dónde fue?– ella vuelve a negar. –Ok, y ¿los chicos?.
–Creo que fueron al cine con las nuevas vecinas.
–¿Nuevas vecinas?– me dirijo a su ventana y veo a una chica rubia de tez blanca de, por lo menos, catorce años.
–Sí, hoy en la mañana se empezaron a mudar, son cuatro rubias y su papá.
–Y ¿cómo sabes que vinieron con su papá?
–Molly nos obligó a darles una canasta de frutas como regalo de bienvenida o algo así– pone los ojos en blanco.
–Ok, iré a decirle a Dereck que puede bajar a desayunar– me burlo de su expresión.
Salgo de la habitación de Hope y me dirijo a la mía, cuando entro me encuentro con Dereck, está de espaldas y al parecer está en una llamada mientras mira por mi ventana.
–Pues encárgate de eso... porque para eso eres el segundo al mando... no... no Thom, no puedo ir... diles que estoy en algo importante... diles que es algo confidencial... pues les dices que si quieren cerrar el trato lo cerraran contigo, que yo estoy ocupado, que no soy cualquier idiota, soy Bullet y tengo cosas mas importantes que hacer... joder, ¿siempre si vendrán?... todo esto es culpa de Marie... de eso yo me encargo, sólo dime cuando vayas al aeropuerto por ellos...– Dereck se voltea y se da cuenta que estoy ahí. –Luego te llamo– cuelga y mete su celular en el bolsillo del pantalón. –¿Hace cuánto estás escuchando?
–A... acabo de llegar– él me observa.
–¿Segura?– yo asiento, ¿por qué rayos permito que me hable así?, él se acerca a mi.
–Eddy no está en casa así que puedes bajar– trato de parecer desinteresada.
Me dirijo a la puerta para abrirla, pero él me agarra del brazo, no volteo y me jala hacia su cuerpo así que siento su aliento en la parte trasera de mi cabeza.
– Tengo que explicarte, lo que te dije anoche– me dice en susurro.
–No tienes que explicar nada– cierro mis ojos.
–Lo sé, pero quiero hacerlo, necesito que sepas toda la verdad sobre mi– pasa sus brazos sobre mi cintura, y entrelaza sus dedos sobre mi abdomen.
–En serio, no tienes que hacerlo– él pone su barbilla sobre mi hombro derecho.
–Quiero hacerlo Alexandra, no quiero mentirte... tú no mereces a alguien como yo.
Todo el encanto se pierde cuando escucho eso "tú no mereces a alguien como yo", me alejo de él y volteo a verlo, él me mira confundido.
–Lo sé Dereck, sé que no te merezco, sé que no soy lo suficiente bonita para ti, y que de seguro tienes a mujeres mucho más hermosas que yo detrás de ti– y me obligo a bajar la mirada porqué si la subo soy capaz de golpearlo, siento como mis ojos pican.
Él se acerca a mi y alza mi barbilla, me mira a los ojos, junta su frente con la mía y cierra sus ojos.
–Nunca en tu vida vuelvas a decir que no eres bonita, porque te juro que la próxima vez... – una pequeña risa sale de mis labios mientras me alejo de él.
–Ok, ok, ya entendí, señor Mckenzie– meto un mechón detrás de mi oreja.
–Bueno señorita McCann, bajemos a...– saca su teléfono lo desbloquea. –Almorzar antes de que tu hermano venga.
–¿Almorzar? ¿qué hora es?– me enseña su celular. –Oh por dios, ya son la una veintiocho.
–Sí, eres muy dormilona– camina hacía la puerta.
–¿Qué? si tú fuiste el que se despertó a lo último– me ignora y sale de la habitación, lo sigo y bajamos las escaleras.
Llegamos a la planta baja y meto a la cocina a la cocina seguida por Dereck, saco el cereal de la alacena y tomo dos platos y dos cucharas.
–¿En serio me darás cereal para almorzar?– Dereck está sentado en la mesa, bueno en la silla, junto a la mesa.
–Sí– preparo el cereal, se lo llevo y me siento en la silla a lado de él.
–¡Prima!– la voz de Molly se hace presente.
–¡En la cocina!– le grito en respuesta.
–Si toda tu familia es igual de gritona que tú y Molly, no traeremos a nuestros hijos en navidad– mete una cucharada de cereal a su boca.
–No tendré hijos contigo, así que no te hagas ilusiones– él se dispone a contestar, pero es interrumpido por Molly quién acaba de entrar a la cocina .
–¡Prima, a qué no crees quién está afuera buscándote!– voltea a ver a Dereck. –Ah hola, Dereck.
–¿Quién?– le pregunto sin mucho interés y comiendo otra cucharada de cereal.
–¡Erick Cooper!
Escupo el cereal y accidentalmente le cae en la cara a Dereck.
–¡¿Qué?! ¿Erick Cooper?– no lo puedo creer, Erick es uno de los chicos más lindos del colegio, bueno por lo menos para mi, él era mi crush, claro que eso era antes de que conociera a Dereck.
–Sí y está en la sala buscándote.
–¡Oh por dios! ¿cómo me veo?– le pregunto a Molly mientras acomodo un poco mi cabello, no puede evitar sentirme emocionada por suerte la ventana está cerrada.
–Te ves hermosa, prima.
–¿Y tú Dereck? ¿qué dices? ¿cómo me veo?– lo volteo a ver y él se está limpiando la cara.
–Bien– me contesta serio.
No le tomo importancia y salgo, cuando llego a la sala él se levanta del sofá y me saluda de beso.
–Hola Ale, luces muy linda– me observa de pies a cabeza.
–Gracias Erick, tú también te ves muy bien– ya que él lo hizo yo también lo observo de pies a cabeza.
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BIENVENIDOS A NUESTRO MUNDO
Teen FictionEn la última década Seattle había ocupado los primeros lugares de las listas de las ciudades más violentas de Estados Unidos, hasta que unos "adolescentes" tomaron el control de la ciudad y establecieron reglas, que sí se rompían daban como consecue...